Just Trust Me [Ziam]

Capítulo XXVI - El reconocimiento.

Holaaaaaaa a todos, este cap va dedicado a una de mis mas fieles lectoras, la deje para uno de los últimos porque yo considero que son los capítulos mas importantes y ella se lo merece, fue de las primeras en seguir esta historia y siempre se tomo el trabajo de dejarme hermosos e inspiradores comentarios, por eso, 'legnairam' quiero agradecerte por todas y cada una de tus palabras hermosas, deberias saber que siempre fue muy lindo para mi cuando veia tu usuario en mis notificaciones, agradezco mucho que te hayas tomado el tiempo de dejarme siempre un bonito mensaje sobre lo que pensabas de la historia e incluso sobre cosas particulares. Espero que disfrutes el cap y la historia en general que ya casi llega el fin de su primera parte. Te amo hermosa!

-

POV Liam

Las pequeñas gotas caían por mi piel ininterrumpidamente, humedeciéndola e hidratándola lentamente. El ruido del agua cayendo contra la cerámica de la bañera era lo único que se escuchaba entre aquellas cuatro paredes, logrando relajar apenas un poco mis tensos y agarrotados músculos.

Las citas con la psicóloga me habían ayudado un poco con las pesadillas, pero no habíamos contado con el hecho de que realizar la jodida denuncia alterara tanto mis nervios. Ya no las tenía tan seguido, una o dos noches a la semana como mucho. Hoy había sido una de esas noches.

Me había despertado temblando y bañado en sudor. Pero por algún extraño milagro del universo, no había empezado a gritar como demente. Agradecía eso en mi fuero interno, ya que era suficientemente malo lo que viviía cada vez que me veía atrapado en mis odiosos sueños, como para encima agregarle ese sentimiento de culpa de que invadía al ver a Zayn despertarse sobresaltado y agotado, siempre dispuesto a ayudarme y calmarme.

Cuando logré zafarme de sus brazos, me dirigí tambaleándome hacia el baño, sosteniéndome con cada mueble o pared que se encontrara a mi alcance. Supongo que jamás me había puesto a considerar cuan inestable me encontraba físicamente luego de alguna de mis pesadillas, ya que era mi novio el que se encargaba de llevarme en brazos y bañarme para que la desesperación y el miedo abandonaran mi cuerpo.

Tomé un suspiro mientras alcanzaba el jabón y comenzaba a tallarme con lentitud el pecho y luego los brazos, intentando imitar los movimiento que Zayn solía hacer, pero por obvias razones no lograba calmarme de igual forma.

En el fondo yo sabía muy bien que lo que en verdad me hacía sentir seguro y tranquilo no era el agua caliente sobre mi piel, sino sus dulces y lentas palabras susurradas en mi oído. No era el jabón perfumado, sino sus hermosas manos siempre cuidándome y tratándome como si fuera de cristal. Lo que me calmaba siempre eran sus ojos, ese inmenso amor que transmitían cuando me miraban, sin un pisca de lástima ni rechazo hacia mí, amor del más puro y sincero que pudiera existir.

Bufé frustrado y dejé caer el jabón mientras me agachaba con lentitud hasta sentarme sobre la fría loza, flexionando las piernas contra mi pecho. Las pequeñas lágrimas se acoplaban en mis ojos y yo reunía la poca y casi nula fuerza de voluntad que me quedaba sólo para reprimir mis deseos de dejarlas caer. Estaba tan harto de llorar, estaba tan harto de ser jodidamente débil, estaba tan harto de mí.

Abracé mis piernas y escondí el rostro en mis rodillas, dejándome vencer por el miedo y el dolor que inundaban mi cuerpo al soltar un triste sollozo.

¿Por qué seguían sucediéndome estas cosas? ¿Acaso no se acabarían jamás? ¿Tan mierda era como para merecer pasar por todo esto? Sólo deseaba estar tranquilo y feliz junto a la amor de mi vida. ¿Tan descabellada era mi idea?

No pude evitar sobresaltarme cuando sentí un ruido de pasos acercarse, haciendo que levantase la vista justo a tiempo para ver como la puerta del baño se abría lentamente. El pecho se me oprimió de pura culpa al ver a Zayn asomándose por el pequeño espacio que esta había dejado.