Capítulo 30

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La sala común de Slytherin estaba completamente vacía y desolada, me senté en el sofá y miraba hacia la chimenea apagada, acordandome de esos fríos días de Invierno, cuando ella se ponía junto a la chimenea y comenzaba a leer libros sobre astronomía.

Una sonrisa de nostalgia se hizo presente en mi cara.

Oí un ruido procedente de las escaleras, eran pasos, no le hizo mucho caso, solo esperaba qué fuese un compañero de mí misma casa, pero para mi mala suerte no fue así.

-¡Tommy!- Chilló una voz irritable.

Giré mi cabeza para encontrarme a Bellatrix Black, tenía un aspecto cansado y descuidado.

-Bellatrix.- Pronuncié sin mucho entusiasmo.

-Creí que habías huído.- Se aproximó hasta el sofá y se sentó a mi lado.- Leí la carta que le dejaste, también lo hizo Abrax.

-¿Có-como está ella?- Titubeé.

-¿De verdad quieres saberlo?- Alzó las cejas.

Asentí lentamente, no podía evitar preocuparme por alguien que me importaba.

-Sólo te voy a contar una parte, hay algo muy importante... Que debería contarte ella...- Susurró.- A la mañana siguiente de tu marcha, bajó llorando las escaleras con tu carta arrugada entre sus manos, sus ojos estaban rojos y su voz no le salía del alma.- Suspiró.- Abrax se deshizo de la carta, no quería que el señor Hatawey y el prometido de Kiara se enterase de que tu soltaste al Basilisco y de que inculpaste a otro muchacho.- Relamió sus labios por segundos.- Sólo nosotros tres sabemos eso.- Se encogió de hombros.- Y creo.... Que ella debería contarte el resto.- Frunció el ceño y me miró con preocupación.

-¿Y a tí qué te pasa?, nunca has sido descuidada con tu aspecto.

-He estado visitando a Kiara a la enfermería, también tenía pesadillas y paso con ella las noches, así Abrax puede descansar algo.- Explicó.

-¿Tú, ayudándola?- Pregunté sorprendido.

-Fui muy egoísta, no voy a mentir, cuando te veo sigo sintiendo el amor que sentía por ti desde críos.- Una pequeña sonrisa se dibujó en su cara.- Pero cuando la vi destrozada, tan.... Rota, no se lo merecía, Tom.- Neguó con la cabeza.- Me equivoqué y sigue siendo mi mejor amiga, la ayudo a ella y a Abrax siempre que puedo.

-Gracias, Bella.- Sonreí sinceramente.

-De nada.- Sonrió.

Y nos fundimos en un pequeño abrazo.

                         ***

Andaba por los pasillos de Hogwarts, era hora de enfrentar a lo que más amaba y terror me causaba del mundo, era hora de comportarme como un estúpido Gryffindor, ser valiente y no un estúpido cobarde.

Estaba enfrente de la puerta de la enfermería, mis manos temblaban el sudor recorría todo mi cuerpo y el nudo en mi garganta se hizo tan fuerte que me ardía.

-Tom.- Una voz varonil hizo sobresaltarme.

Giré completamente para encontrarme a mi leal y fiel amigo, Abraxas Malfoy.
Una sonrisa se colocó en nuestra cara y nos dimos un fuerte abrazo.

-Creía que ibas a llegar dentro de dos semanas.

-Digamos, que lo planes que tenían fueron más rápidos de lo que pensaba.

Hubo unos minutos de silencio entre nosotros, Abrax miraba la puerta de la enfermería y después volvió su mirada hacia mí.

-¿Estas preparado?

-No...-Susurré.-Si te soy sincero, estoy muerto de miedo.-Suspiré.

-Sabías que algún día tendrías que enfrentarte a ella.- Abrax me dio una sonrisa y colocó su mano en mi hombro.- Mucha suerte.

                          ***

La enfermera me llevó hasta la cama de Kiara, estaba dormida, con unas grandes ojeras alrededor de sus ojos, su color de piel era muy pálido y su respiración más lenta de lo normal.
A su lado había una mesita de noche, encima de ella se encontraban tres botes de pastillas, analgésicos, seguramente.

Me senté a su lado y acaricié lentamente su mejilla, su piel, era tan suave y tibia como si acariciada una nube, había hecho tanto de menos su tacto, su aroma, todo ella...

Se movió y abrió sus ojos con dificultad, sus ojos azules no tenía el brillo que solían tener, es más, se veía tristeza en ellos, estaban rojos.
Ella sonrió y negó con la cabeza.

-Me estoy volviendo loca.- Dijo con la voz rota.

Ella no se creía que estaba aquí justo a su lado.

Su mano se acercó a un bote de analgésicos y lo abrió con dificultad, sacó dos pastillas y se las tomó.

-¿¡Por qué no desapareces!?- Lloró.

-Estoy a tu lado, de verdad que estoy aquí.- Me arrodillé junto a su cama y acaricié su mejilla.

-No...- Susurró.- Te habías marchado para siempre.

-Te prometí que nos volveríamos a ver... Y aquí estoy.- Intenté sonreír pero salió una mueca.

-Déjame en paz...-Tragó saliva.- Por favor...- Rogó.- Quiero que te alejes de mi.

Y mi corazón se rompió al escuchar esas horribles palabras, ¿pero me lo merecía, no? Cómo no me lo voy a merecer, después de todo lo que he hecho.
Comprendí que la única oportunidad que tenía para hacer un intento de recuperarla la había perdido, ella me odiaba y no quería saber nada de mí.

-Cuentame lo que te sucedió después de mi marcha y te prometo... Que te dejaré en paz.- Susurré con la voz rota.

Me miró con sus preciosos ojos verdes y en ellos se reflejaba el dolor, el daño y todas las promesas rotas que había jurado.

-En la carta...Me confesaste que habías soltado tú el Basilisco y habías inculpado a Hagrid por ello, la verdad, es que tenía mis sospechas.- Empezó a jugar con sus manos nerviosamente.- Lloré mucho y no salía de mi habitación, pero me dije que tenía que ser feliz y empezar a comportarme como una adulta y que esto no era un cuento de princesas donde acabas casada con el chico que amas y viviendo juntos, esto es la cruda realidad.- Suspiró.- Así que empecé a pasar más tiempo con mi prometido... Es un monstruo.- Se mordió el labio inferior.- Me trata como si fuera su criada.- Tragó una bocanada de aire.- Después de una semana, empecé a tener náuseas, contantes mareos y dolores de barriga... Axel me llevo a San Mugro...- Se calló durante mucho tiempo, o eso me pareció a mí, me estaba poniendo de los nervios y entonces habló.- Estoy embarazada...- Dijo en un susurro apenas audible.

-¿Qué?- Mis ojos se cristalizaron y mi corazón se paró en seco.

-Estoy embaraza de ti, Tom.- Una pequeña sonrisa apareció en su boca.

Negué con la cabeza me negaba a creer lo que estaba diciendo.

Kiara se quitó de su vientre la sábana que la cubría, se notaba un pequeño bulto, aunque no muy grande.

-Lo siento...- Susurró Kiara.- Pero sal de mi vida por favor...

<<Y en ese mismo momento sentí que el Mundo caía sobre mi.>>

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¡Aquí os dejo un nuevo capítulo, gracias por votar y comentar!

                             By: Alexa.D.❤

Scared of happy (Tom Riddle y tú) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora