Capítulo 44

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Escuché como la puerta era aporreada varias veces y se oían gritos llamándome.

Me desperté asustado, me dirigí a la puerta con miedo y sentí el sudor resbalar por mi frente, apreté la varita que tenía en mi mano.

Abrí la puerta y esta fue golpeada por un chico.

-Lumos.-Agité la varita y la luz se hizo presente en la entrada de la casa.- Abrax...-Susurré  entre cortadamente a causa de mi respiración agitada.

-T-Tom...Ella..T-tienes que ir...-Tartamudeó con voz temblorosa.

-Abrax...Tranquilizate.-Coloqué mi mano sobre su hombro.-Dime que es lo que ocurre.

-Kiara.-Pronunció con la respiración más calmada.

-Joder...-Murmuré entre dientes.- ¡Te he dicho que no quiero saber nada de ella!-Grité frustrado.

-¿Crees que hubiese venido a las cuatro de la madrugada, con tormenta, hasta aquí?-Alzó una ceja de forma incrédula.

Negué con la cabeza y suspiré sabiendo que me arrepentiría de la siguiente pregunta.

-¿Qué le ha pasado?-Pregunté.

-Ahora mismo está luchando  entre la vida o la muerte.

Mi corazón dejó de latir por un segundo y sentía como una parte de mi iba rompiéndose.

-Hay que ir al hospital.

Intenté caminar pero estaba en shock y ni siquiera podía moverme.

-¡Tom, rápido!-Gritó el albino.

Entonces mis piernas se movieron de forma rápida y salimos a la calle y empezamos a correr dirección al hospital.

                                                                                     ***

Al entrar, vimos a un hombre regordete en recepción el cual estaba mirando unos papeles.

-¡Kiara Hatawey!-Grité.

El hombre frunció el ceño.

-¡Dese prisa, joder!- Chilló mi amigo, histérico.

-Cuarta planta, habitación veintidós.- Nos informó.

Salimos corriendo por las escaleras hasta llegar al último peldaño de estas, miré el oscuro pasillo, solo iluminado por candelabros, divisé unas cuantas figuras al final de este y corrí hacia ellas.

Eran tres hombres, una niña y una mujer.

Cuando los distinguí miré a el hermano de Kiara, este me dirigió una mirada de asombro al igual que el padre, pero el esposo de ella no le hizo mucha gracia mi presencia.

-¡Tom!-Gritó una voz infantil.

-Ayléen.-Logré pronunciar con dificultad.

La niña se abalanzó sobre mis brazos y no dudé ni un segundo en cogerla y abrazarla.

-¿Qué hace este aquí?- Me señaló Axel.

-¿Qué le has hecho?- Solté a la niña en el suelo, la cosa se iba a poner fea.-¿Ha sido por tu culpa, verdad, cabrón?-Lo cogí por el cuello de la camisa alzándolo contra una pared.

-¡Señor, por favor!-Me llamó la atención la enfermera.-¡Bájele!

Tardé unos segundos en reaccionar, pero lentamente lo fui colocando en el suelo.

-¡Eres un animal!-Gritó.

-¡Y tú un maldito hijo de puta!- Golpeé su cara haciendo que se cayera al suelo, me coloqué encima de él y le pegaba un puñetazo tras otro, hasta que entre el señor Hatawey, Abrax y Mark me separaron de él.

Scared of happy (Tom Riddle y tú) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora