Scared of happy (Tom Riddle y tú) [EDITANDO]

Capitulo 42

Los meses iban pasando lentamente, pero sin darme cuenta hacía seis meses que me encontraba solo.

No sabía nada sobre "mis amigos" y mucho menos de...Ella.

Esto era realmente una mierda, estaba jodido.

Todas los días iba a trabajar y después iba a un bar de la esquina a emborracharme y olvidarme por un momento de la realidad en la que me encontraba.

-¿Otra copa?- Preguntó la camarera.

-Pon dos dobles.

-¿No crees que has bebido mucho?- Alzó una ceja.

-Cierra la boca zorra.- Le espeté mientras me llevaba otro vaso de alcohol a la boca.

La muchacha se fue de inmediato.

-¿Tom... Tom Riddle?- Preguntó una voz conocida.

Mi piel se erizo al escuchar su voz y giré lentamente para encontrarme a el hombre que había destrozado mi vida.

-Señor Hatawey, qué sorpresa.- Comenté sin entusiasmo.

-Sí, hace tiempo que no nos vemos.-

-Bueno, supongo que es normal que no nos veamos.- Me encogí de hombros.- Ya no soy parte de vuestra familia.

El hombre asintió un par de veces.

-¿Puedo?-Miró a una silla que había a mi lado.

-Claro.- Me encogí de hombros.

Hatawey se sentó a mi lado y pido una copa de Wiskey.

-¿Cómo te va la vida, muchacho?- Preguntó mientras se llevaba su copa a la boca.

-No puedo quejarme.-Mentí.-Supongo que bien.

-Me alegro.- Respondió.

El silencio se estableció entre nosotros, los dos mirábamos a la copas de alcohol sin saber que decir.

-¿Quieres?-Me ofreció una especie de cilindro blando de color blanco.

-¿Qué es?- Alce una ceja.

-Un cigarro, está bueno.

Acepte sin mucha seguridad y me lo lleve a la boca, Hatawey acercó el mechero a mi boca y lo encendió.

-Ahora chupa hacia dentro y después expulsas el humo.-Explicó.

Empezé a toser nada más haber expulsado el humo y lo dejé encima de la barra.

Él se rió y volvió a coger el cigarro para llevárselo a su boca.

Me llevé la copa de Wiskey a la boca para quitarme el rancio sabor que me había dejado el cigarrillo en la boca.

-Soy un mal padre.-Dijo de repente.

Fruncí el ceño.

-Lo siento.- Me miró serio, sus palabras eran sinceras.

-¿Por?

-Por destrozar la vida de mi hija y la tuya.

-No solo usted tiene la culpa.- Negué con la cabeza.

-Sí no la hubiese prometido... A día de hoy estaría contigo, feliz.-Note como se tensaba.

-Conmigo no hubiese sido feliz, no tengo todo lo que tiene él, además, le salvó de la muerte.

-Creeme lo hubiese sido mucho, no se merece lo que le está pasando....-Susurró.

Por una parte quería saber que diablos le estaba pasando en su vida pero por otra parte solo quería olvidarla.