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Un día en el colegio para Austin es una basura, los de grados más bajos se burlan de él, esconden su mochila o tiran sus cuadernos. Aunque aún no tiene claro él por qué, todos saben que él es el chico con más dinero en el colegio y no lo "utiliza" ya que se viste como nerd. Austin tiene el cuerpo para ser modelo de Hollister si el quisiera. Pero este chico solo se preocupa por sus calificaciones y vivir cada día. 

Austin ya no quería depender de Felipe. Ahora el iba por su cuenta al colegio, pero siempre en el mismo auto. Al llegar se estacionó, se bajó del coche y lo cerró automáticamente. Justo en el estacionamiento de a lado, Skyler estaba abriendole la puerta a Hannah. Él intentó no mirarlos, pero ellos se dieron cuenta de la presencia de Austin.

-¿Qué tal? -Dijo Hannah.

-Todo bien. -Respondió Austin limitandose a sonreír.

Skyler no le habló solo lo miraba fijamente.

Austin siguió su camino hasta el casillero. Dejó algunos libros y luego fue a cambiarse para su práctica de fútbol. Salió a la cancha y dio tres vueltas para calentar.

-¡Es hora! -Gritó Skyler. Eso indicaba que la practica estaba por comenzar.

Skyler, el capitan nos marcó las posiciones. Este era nuestro ultimo año jugando, y nuestro ultimo juego ya se acercaba. Según él todo tendría que ser perfecto.

-¡Mahone! -Gritó Skyler- ¿Qué haces?

Austin estaba corriendo para poder atrapar el balón y anotar.

-¿Estoy corriendo? -Respondió.

Austin se distrajo un segundo y el balón le golpeó en la cabeza dejandolo inconciente.

-¡Dante! Ayudame con Mahone -Le dijo Skyler a el chico. Agarraron a Austin en brazos y lo llevaron a la enfermería.

Skyler tenía que hacerse responsable el lleno los datos en la enfermería y luego se retiro. Mackenzie estuvo llamando a Austin todo el día, pero no logró localizarlo.

-¿Skyler? -Dijo Mack tocandole el hombro en cuando lo vio por el campo de fultbol.

-Hola princesa. -Respondió con una sonrisa- Siempre es bueno verte. -Besó los labios de Mack.

-¿Como va todo? -Preguntó Mackenzie.

-Todo bien, Mack. -Contestó- Solo que te extraño mucho. -Skyler agarró a Mackenzie por las caderas y la atrajo hacia él. 

-Sky, cariño. Yo también te extraño. -Dijo Mack a pocos centímetros de sus labios.

Acortaron esa distancia y volvieron a besarse.

-¿Que tal vas con Hannah? -Preguntó Mackenzie separandose de él.

-Esto es una tortura. -Dijo suspirando Skyler- No puedo estar alejado de ti, eso lo sabes.

-Si cariño, lo sé. -Mackenzie le dio un pequeño beso- Pero te recuerdo que fue tu idea ¿o quieres rendirte? -Contestó.

-Ha. Sigue jugando con Mahone, yo conseguiré que Hannah se acueste conmigo, luego veremos quien gana. -Respondió Skyler guiñandole ojo.

-Hablando de Austin.. ¿Dónde se metió? -Preguntó Mack.

-Oh, el idiota esta en la enfermería. -Dijo riendose.

-¿Qué le ocurrió? - Preguntó.

-El balon de fútbol le pegó en la cabeza y lo dejo inconsciente. -Dijo más serio.

-Iré a cuidarlo, ya sebes. -Dijo Mackenzie- Nos vemos luego, Sky.

Mackenzie caminó hasta la enfermería y arreglo con la enfermera que ella se encargaría de cuidarlo. Austin había despertado, pero le dieron una dosis que lo puso a dormir. Mackenzie untentó llevarlo a su casa, pero no había nadie. Entonces pensó llevarlo a la casa de ella, aunque en la de ella probablemente tampoco habría nadie, no mas que sus mucamas. Al llegar a su casa metió en carro en el garage y pidió al chofer que llevará a Austin a su habitación. Mientras tanto Mackenzie dejó su bolso junto con sus libros en la sala, fue a la cocina y preparó algo para comer ella misma. Subió las escaleras y se dirigió a su cuarto, puso la bandeja con los snacks en la mesa. En la mesa había una tarjetita rosa, como las que solía usar su papá. La cogió y comenzó a leerlas.

«Mackie, princesa.

Salimos del país por unos viajes de negocios. Esto es muy importante para nostros, estaremos fuera durante 10 meses. Sentimos mucho no haber podido despedirnos de ti. Espero te encuentres bien, cuidate.

Te quiere;

Tu papá. »

Por las mejillas de Mackenzie corrían lágrimas, era otro año más de viajes. Ella extrañaba a sus padres, a veces piensa que sus padres son desconocidos.

-¿Te pasa algo? -Dijo Austin sacándola de sus pensamientos.

-No, nada. -Ella se limpió las lágrimas rápidamente- Tengo alergía. -Respondió.

-¿Estas segura? -Preguntó Austin- Creo que estabas llorando.

-Eh.. no,  no es nada. -Repitió.

-¿No me quieres contar, cierto? -Dijo- Porque estoy seguro que te ocurre algo.

Mack no dijo nada, se limitó a bajar la mirada.

-Vamos, puedes confiar en mí. -Le dijo Austin.

-Está bien, pasó que encontré una tarjeta que mi padre dejó donde decía que salieron de viaje y no vuelven hasta dentro de 10 meses.

-¿10 meses? -Dijo Austin abriendo los ojos como platos.

--Sí… -dijo mirando para abajo y en un susurro.

-Lo lamento. -Dijo y lo único que hizo fue acercarse a ella y abrazarla muy fuerte.

Austin sintió como ella empezaba a sollozar silenciosamente y como unas lágrimas mojaban su camisa. Ella se aferraba más a él. Se sentía segura con él y eso que antes ni se hablaban y ahora era como si se conocieran de hace años. Se había creado un vínculo afectuoso entre los dos de manera muy rápida.

Mackenzie jamás se había puesto tan sensible tratando el tema de sus padres, hablaba de ello como si no fuera la gran cosa.

-Lo lamento -dijo separándose de él- Jamás me pongo así con este tema. -Dijo limpiándose las lágrimas.

-No te disculpes, nadie te prohíbe llorar o mostrarte seria con ese tema, créeme que hasta yo he llegado a llorar por mi madre. Nunca esta en casa. -Dijo el chico para luego sonrojarse.

-Hasta moje tu camisa, perdón. -Dijo Mack y sus mejillas tomaron un leve tono rojizo.

-No te preocupes. -Dijo Austin sonriendo- ¿Y por fin qué hago en tu casa? -Preguntó Austin para cambiar el triste tema.

-Oh si. Tuviste un accidente en tu practica de fútbol.. -hizo una pausa- y.. bueno te traje hasta acá ya que en tu casa nadie contestó.

-Oh claro, ya recuerdo. -Dijo Austin riendo.

-¿Qué te parece tan gracioso? -Preguntó ella contagiandose de risa.

-No lo sé. -Siguió riendo- Es que fue muy torpe.

-Claro. -Dijo ella.

-¿Y eso es para mí? -Dijo Austin señalando la bandeja.

-Si, lo preparé hace unos minutos. Puedes tomarlos, ya yo comí un poco. -Respondió Mack con una sonrisa.

-Gracias, que amable. -Dijo por ultimo Austin.

Esa tarde fue llena de risas, películas, juegos en el xbox, selfies. Austin y Mackenzie pasaron una increíble día.

Cuando llegó la noche, Austin llamó a Felipe para que lo llevará a casa. Él se despidió de Mack, diciéndole que la vería mañana en el colegio.

¡Hola! Lamento tanto no haberla seguido antes. ¿Qué les parece?  ¿Debo seguirla? Gracias a los que leen, voten y comenten.

Kathya.

Welcome to my life 》Austin Mahone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora