El jueves había llegado. Austin se levantó muy temprano como de costumbre, bajó a desayunar y se llevó una gran sospresa.
-¿Mamà? -Dijo Austin sorprendido al ver a su mamà en la cocina.
-Hola cariño, ¿cómo estás? -Dijo quitandose el delantal para abrazar a su hijo- Te extrañe mucho, Austin.
-Tambien te heche de menos, mamá. -Dijo Austin. Él la abrazaba fuerte, sentía ganas de llorar, pero no quería hacerlo en frente de ella.
-Te preparé el desayuno. -Preguntó su mamá.
-Oh mamá, huele delicioso. -Dijo Austin sentandose en el comedor- ¿Y donde estan las chicas?
-Les dí el día libre. Hoy somos tu y yo. -Dijo.
-¿Eso quiere decir que no te iras? -Preguntó Austin.
-No cariño, trabajaré desde casa. -Respondió.
-Eso es una gran noticia, mamá. -Se levantó de la mesa, fue hasta donde su mama y le dio un beso- ¡Eres la mejor!
Se sentaron los dos en el gran comedor, compartieron anecdotas, todo volvía a ser como antes.
-Permiso mamá, tengo que irme al colegio. -Dijo levantandose de la silla- Te veo luego.
-Cuidate Austin. -Dijo su mamá abrazandolo.
Austin subió corriendo las escaleras y cuando estuvo en su habitación agarró su mochila, su skate y el celular. Bajó y se despidió nuevamente, subió al auto y condujo hasta el college.
En cuanto entro al
college lo enviaron a detención por haber llegado 10 minutos tarde. En el salón siempre estaban las mismas personas, nunca pasaba nada nuevo. Austin se encontraba en una esquina adelantando material para su nueva clase en la otra esquina estaban algunos chicos haciendo desorden.
De pronto de abrió la puerta, y entro una chica. Era alta, cabello castaño largo, ojos marrones y un tanto bronceada. Los chicos al verla comenzaron a decirle cosas sucias. Ella no los miraba, fue hasta el profesor y le entrego una nota. El profesor la mando a sentarse justo a lado de Austin.
-Hola. -Dijo Austin.
La chica solo se limitó a sacar un libro, y unos audifonos.
-¿Hola? -Volvió a preguntar.
-No me ables, eres como los demás. -Dijo la chica.
-No soy así, ¿por qué dices eso? -Comentó Austin- Por lo menos dime tu nombre.
-Lo digo porque vi como me mirabas al entrar, tenías la misma mirada que ellos. -Señaló a los chicos de la esquina.
-Eres hermosa, y lo sabes. ¿Cómo quieres que no te miren?
La castaña se sonrojó e inclinó la mirada.
-¿Ahora si me dices tu nombre? -Preguntó Austin sonriendo.
-Me llamo Axelle Garnier. -Dijo con acento francés.
-Ah, ¿eres francesa? -Pregunto Austin con curiosidad. Axelle asintió- ¿Y que haces por acá?
-Intercambio. -Dijo sonriendo.
-¿Cuánto tiempo te quedas? -Preguntó. Parecía que la curiosidad lo estaba matando.
-Solo cuatro meses. -Respondió Axelle.
-Cool. -Dijo Austin.
Se cumplieron las horas de castigo y cada estudiante fue a sus respectivas clases.
Austin entró a su clase de música, y se sentó atrás. La clase estuvo aburrida para él, se la paso pensando en Axelle y a su mente tambien venía Mackenzie, dos chicas hermosas.
¿Qué me está pasando? -Se pregunta.
Al terminar las clases, cuando estaba por subir a su auto se encontró con Hanah.
-Hey! -Gritó Hanah tratando de captar la atención de Austin.
-¿Qué paso, Hanah? -Dijo Austin.
-¿Ya escuchaste lo que dicen por los pasillos? -Respondió Hanah riendose.
-No, no se de lo que hablas. -Contestó fríamente Austin, como de costumbre.
-Mackenzie piensa invitarte al prom. -Dijo.
-¿¡Qué!? -Austin abrió los ojos como platos- Eso no puede ser verdad, y además.. ¿no es raro que una chica invite a un chico al baile?
-Eso escuche, y tengo.que irme. -Dijo- Tengo que ir a hacer tareas con Skyler, bye. -Se despidió de Austin.
Èl subió a auto, y condujo hasta el skatepark que esta cerca de un centro cokercial. Estacionó su auto y bajo su skate, patinó hasta la tarde. Cuando iban siendo las 5:00pm fue al foodcourt y compro un refresco para relajarse.
-Hola hermoso, ¿cómo estás? -Dijo Mack por detras de Austin. Al reconocer esa voz sonrió como idiota.
-H-hola. -Respondió Austin.
-¿Puedo sentarme? -Pregunto. Austin asintió.
Mack se sento junto a Austin, y puso algunas bolsas en la mesa.
-Oye… -Dijo Austin mirando a Mack.
-¿Sí? -Respondió Mackenzie.
-¿Ya escuchaste el rumor de que tu y yo iremos al baile juntos? -Pregunto Austin.
-Sí… -Contestó Mackenzie sonriendo.
-Quiero que sepas que yo no lo invente… -Lo interrumpió.
-Lo sé, yo lo invente. -Dijo mirándolo.
-Por que yo sería incapaz de… ¿Qué dijiste? -Preguntó Austin abriendo los ojos como platos.
-Que yo invente el rumor… -Repitió Mack.
-¿Por qué? - Dijo Austin confundido.
-Por que te iba a preguntar si querías ir al baile conmigo -Dijo con una sonrisa y yo solo lo mire tratando de averiguar que tramaba- ¿Y qué dices?
-¿Sobre que? -Preguntó como tonto.
-Sobre ir al baile conmigo… -Mackenzie alargo las palabras.
-Eh pues… -En ese momento entro una llamada para Austin-Luego te digo… -dijo y prestó se retiro para contestar.
-Tengo que irme, mi mamá me esta esperando para cenar.
-Mañana nos vemos en el patio de atrás del colegio. -Le susurró Mack al oído.
Austin no podía dejar de pensar en su platica con Mackenzie ¿Ella quería ir al baile con el? ¿Y luego que pasará? ¿Lloverán helados? Definitivamente, el mundo se esta volviendo loco. Primero Mackenzie empieza a entablar una amista con él y ahora la quiere invitar al baile… muy, muy loco.
Al llegar a su casa se cambió y fue a cenar con su mamá.
-¿Qué tal la escuela Austin? -Preguntó su mama después de haber pedido.
-Muy bien, mamá. -Dijo sonriendo- Todo va bien.
-¿Y esa sonrisa? -Pregunto Michele- ¿Habrá alguna chica?
Esa era la pregunta que Austin no quería responder, habian dos chicas, no quería hacerse ilusiones con ninguna. No quería salir herido, pero así es el amor.