Así fue como la vida de Austin Mahone cambió de pronto, todo por una apuesta. Desde aquel día ya han pasado diez años, y me atrevería a decir que la vida de él cambió para bien.
Austin se encuentra junto a Adrienne quien tiene seis años y su pequeño Ethan de cuatro años, se quedaron dormidos después de un largo día en la piscina.
Pero, creo que me falta un pequeño detalle.
Mackenzie.
Ella siguió con Skyler, después de todo lo que pasó siguió con su novio. Ambos tienen gemelos un niño de siete años que se llama Sammuel Khollefel y una niña llamada Peyton.
Austin nunca volvió a hablar con Mackenzie, aunque de vez en cuando y eso que por casualidad se ven el uno al otro, pero sus miradan nunca se encuentran. Su historía terminó antes de comenzar, aunque los dos se duelen, ya acabó.
A u s t i n
Un bello día en familia, en el parque. Cada Sábado venimos aquí a disfrutar de la madre naturaleza, y así los niños juegan. Estoy sentado junto a mi esposa, mi amada Hanna, ella la que le da sentido a mi vida.
―¿Imaginaste esto algún día? ―Preguntó Hanna mirando a sus hijos jugar.
La miré durante unos segundos y sonreí. ―¿Tú y yo juntos? ―Pregunté riendo.
―Si. ―Respondió―. Por mi parte yo siempre lo imaginé, eras esa persona que quería aún así son tenerte.
―Ya me tienes, y soy tuyo. ―Le dije acercándome a darle un beso―. Sólo tuyo.
―Lo sé.
La abracé y ella estaba recostada en mi regazo, veíamos a los niños jugar. De pronto sentí una punzada en el corazón, no vi a Adrienne. Salí corriendo a buscarla y Hanna se quedó con Ehan.
La busqué en los juegos, en el tobogan y ya casi estaba volviendome loco cuando la vi junto a un niño en los columpios.
―¡Adrienne! ―Dije abrazandola―. ¿Por qué te alejaste? ¿Qué te he dicho de alejarte así?
―Lo siento, papá. ―Respondió mi pequeña, sus lágrimas comenzaban a salir―. No quería preocuparte, sólp estaba...
―Es mi culpa señor. ―De pronto el niño que estaba columpiándose xpn mi hija se acercó―. Yo la invité a jugar.
―¿Y tú quién eres? ―Pregunté.
―Soy Samuel Khollefel, mucho gusto. ―El niño extendió su mano con educación.
El hijo de Skyler está jugando con mi pequeña; ¿cómo se supone que debo reaccionar?
―¿De dónde se conocen? ―Pregunté curioso.
¿Es algo así como una broma o qué? Tantos niños en el mundo y mi Adrienne viene a jugar con él, vaya suerte.
―Papá, voy con él al colegio. ―Respondió mi pequeña sonriendo.
―Samuel, papá quiere verte. ―Apareció una niña muy parecida a él. Aunque no lo quiera aceptar, era igual a Mackenzie, Sus mismos ojos y sonrisa, con un poquito de Skyler―. Oh mira, ahí viene.
Miré por detrás de mi hombro y Skyler caminaba hacia nosotros.
―¿Qué tal Austin? ―Saludó Skyler―. ¿Ya conociste a mi hijos?
―Solo a uno de ellos. ―Respondí normal. No tenía rencor hacia él, ya no.
―Déjame presentarte a mi princesa, se llama Peyton Khollefel y él es Samuel, ya loconociste ―Samuel y Peyton se pusieron junto a Skyler―. ¿Sólo tienes una niña?
Hanna llegó y pasó a lado de Skyler.
―Tenemos a Ethan Mahone. ―Dijo Hanna dirigiéndose a Skyler.
―¿Papá? ―Interrumpió Samuel, todos quedamos esperando lo que tenía que decir―. ¿Puede Adrienne venir a casa por la tarde?
―Claro, sólo espero que su papá este de acuerdo.
―Por mi no hay problema. ―Dije.
Ambos nos sentamos en una silla a conversar, en ese momento parecíamos amigos de toda la vida.
―Adrienne y Samuel... tienen química, ¿no crees?
Austin sonrió al escuchar aquellas palabras por alguna razón, quizás no siempre te alejas de una persona del todo. Siempre hay algo que los hace regresar.
Así es la vida de Austin, así fue su historia y la seguirá escribiendo.
Fin.