Austin estaba en su habitación viendo la televisión cuando escuchó que tocaban el timbre de la puerta principal, no bajó por que de seguro ya iría alguien más a abrirla. En unos minutos después, Donatello tocó la puerta.
—¿Qué pasa? —Preguntó Austin mirándolo.
—Vino Mackenzie. —Soltó Donatello entrando a la habitación.
—¿Qué quería? —Preguntó con curiosidad.
—Me dijo que te dijera que ocupaba hablar contigo. —Dijo el chico.
Donatello se sentó en el sofá que esta al fondo de la habitación de Austin, tenía un libro en la mano y comenzó a leerlo.
—¿Estarás para la cena? —Le preguntó Austin apagando la televisión.
—No. —Respondió sin mirarlo. Paso la página del libro—. Tengo otros planes.
—Bien. —Respondió levantándose de la cama.
Agarró su celular y miró la hora, se estaba acercando la hora de la cena por lo que buscó ropa casual y la dejó en la cama.
—Iré a bañarme, no me extrañes. —Le dijo riendo.
—Aja. —Se limitó a decir Donatello.
Escogió música de su lista de reproducción y luego entró a la ducha, giró el grifo y dejó que el agua cayera para luego meterse. Salió envuelto en una toalla, agarró la ropa y nuevamente entró al baño para cambiarse.
—¿Austin? —Mamá llamó entrando a la habitación.
—¿Diga? —Respondió Austin saliendo del baño.
—Baja, ya están por llegar. —Dijo.
Austin bajó las escaleras acompañado de su mamá, estaban muy elegantes los dos. Se dirigieron al bar y tomaron un poco de vino en la espera de sus invitados. Tocaron la puerta y Felipe caminó hasta ella y la abrió, ahí estaba el famoso socio de la mamá de Austin y su hija. Michele también caminó hasta la puerta y al verlos los invitó a pasar.
—Hola Hassan, ¿cómo estás? —Saludó Michele a su socio con un beso en la mejilla—. Harper, estas muy linda, ¿cómo va todo? —Dijo sonriendo.
¿Harper? Austin había escuchado bien, ¿era Harper la hija del nuevo socio de su mamá?, ¿era Harper la chica de la cual se tenía que hacer amigo? Pero ¿amigos? Si ellos ya hasta se habían besado.