— ¿Aceptarás?— no apartó su vista de mi, lo que me cohibía; asentí tímidamente a lo que ella empezó a gritar entusiasmada—.¡SÍ!, ¡Siempre supe que me ayudarías!
Le tapé rápidamente la boca con mi mano y escuché los pasos de mi madre afuera de la habitación.
— ¿Hijo, estás despierto?— golpeó la puerta—. ¿Estás bien?
— Sí, mamá, solo me—intenté imaginarme una excusa—, caí de la cama.
—Duérmete, es muy tarde y mañana debes ir a entrenar.
Se escucharon sus pasos alejarse y separé mi mano de la boca de la chica. Hablando de ella, ni si quiera me sabía su nombre ni de donde venía.
—Y dime— la encaré— . ¿Quién eres?
Ella se levantó y se dirigió hacia la cama para sentarse en el borde, luego dió suaves palmaditas al lado de ella, indicando que me sentara también; eso hice.
— Soy la heredera al trono—suspiró y empezó a jugar con sus manos—, y mi nombre es Phyrgen Zeglaedr, pero llámame Phyr y hablando de nombres; tú debes tener uno nuevo para ocultar tu identidad.
— ¿Es necesario?— intenté encontrar su mirada bajo la oscuridad de la noche.
—Bueno... gracias a mi, creo que te has hecho un poco conocido—le miré extrañado—, eso quiere decir que yo ya te conocía y uhm—apartó su mirada— , sé casi todo de ti.
Sonreí, Phyr parecía ser una chica pequeña, podía apostar que tenía unos 12 o 14 años. Me recosté en la cama, con los brazos detrás de la cabeza y mirando el techo; Phyr realizó lo mismo, pero en cambio, ella se acurrucó a mi lado lo que hizo que me ruborizara.
— Me gusta mi nombre— suspiré—, pero supongo que será Firen Rovanth.
— ¿Y ese nombre?— su voz comenzaba a ser más somnolienta.
— Cuando pequeño tuve un peluche que se llamaba así— sonreí.
— Raro nombre para un peluche—se acomodó nuevamente—, descansa.
Cerré los ojos, acepté que ella se acostara a mi lado, ya que se supone que ella es solo una niña, quizá solo esté perdida y todo lo que dijo fue solo un cuento que ella se inventó. Mañana saldré al pueblo para ver si su madre está por ahí buscándola, ya debería estar preocupada.
[...]
— Es momento, debemos irnos Firen—sentí cómo alguien me mecía de lado a lado sin detenerse—. Tus padres ya se fueron, y es momento de que nos vayamos también.
—¿Irnos?—abrí los ojos con dificultad y al encontrarme con los rayos del sol los volví a cerrar.
— Sí, a nuestra aventura, ¿Lo olvidaste?
— ¿aventura?—me giré, dándole la espalda.
— Z'ius— al tocarme me dió una pequeña carga eléctrica que hizo sobresaltarme. Rápidamente abrí los ojos y mi corazón se aceleró—. Te espero afuera, Firen.
Le miré salir por la puerta y cerrarla detrás de ella. Pasé mi mano por mi cabello y suspiré pesadamente. No podía creer lo que me estaba pasando, debía cuidar a una niña perdida. Y lo peor es que hoy tenía que ir a entrenar y si no lograba entregar a la niña, debía quedarme con ella otro día más.
Me vestí como si fuera a un combate, ya que esta mañana tendría un examen de 1 vs. 1 a distancia, o sea, utilizando hechizos. Mi primer oponente sería Nicyän, por lo que daba por hecho que yo ganaría.
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Hijo de Dragón | PAUSADA.
AventuraDarhel, es el hijo mayor de unos padres artesanos. Ellos vivían en una pequeña casa ubicada en un pueblo lejos del reino. Tras pasar un tiempo, Darhel comienza a descubrir su verdadero pasado e incluso sus poderes ocultos empiezan a hacer presencia...