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Xavi.

Lo último que recuerdo es estar con Abril desayunando. ¿Qué ha pasado después? Vale, esto es muy confuso. Oigo como gritan a mi alrededor y como suenan máquinas. Puedo sentir cómo me mueven, pero yo no puedo controlar mi cuerpo. Tampoco puedo abrir los ojos ni la boca para hablar. ¡¿Pero qué cojones me pasa?! He perdido la noción del tiempo, no se cuánto llevo en este estado y estoy empezando a ponerme nervioso.
De repente puedo abrir los ojos, pero en cuanto lo hago los vuelvo a cerrar. No se dónde estoy, pero hay una luz blanca, demasiado fuerte y cegadora que me hace daño a la vista.

-Ya ha despertado.- Dice una voz grave y ronca.- Avisar a sus familiares y dejarles entrar.

Noto como una puerta se abre y se vuelve a cerrar. Pasan unos minutos y se vuelve a oír la puerta, luego pasos y por último, escucho su voz. La dulce melodía que producen las cuerdas vocales de Abril hacen que me den igual las potentes luces blancas y abra los ojos. Y ahí está ella: con los ojos rojos (me imagino que de tanto llorar), el pelo en un moño medio desecho y, espera... Entorno los ojos y veo que aún lleva el pijama. Sus manos temblorosas sujetan algo que parece una flor y cuando ve que la estoy mirando, empieza a explicarme:

-Es una...

Un golpe en la misma puerta hace que se calle y mire asustada en la dirección del ruido. Sus ojos se tranquilizan cuando ve a mi madre acercarse a mi.

-Xavi hijo, ¿estás bien? He venido en cuanto he podido.- Mira dónde esta Abril y luego añade.- Muchas gracias por avisar a una ambulancia, no se cómo podría agradecértelo.

-No...no es nada...- Tartamudea ella. La noto afectada.

Mi madre me abraza y me besa unas cuantas veces y luego se pone a dar mil gracias al médico y a las enfermeras.

-Mamá, ¿podrías dejarme a solas con la vecina?

-Claro hijo.

Y se marcha dejándo la habitación en silencio. Oigo un sollozo proviniente del sillón que está al lado de la camilla y como instinto me incorporo. Veo a Abril con la cabeza entre sus manos mirando al suelo.

-¡Eh! Abril mírame.

-¡Xavi, lo siento! ¡De verdad que lo siento mucho! Yo...yo no sabía que eras alérgico a la almendra.

Se levanta de un salto del sillón y me abraza. Ahora está llorando en mi hombro. La toco el pelo y la acaricio la espalda para tranquilizarla. La susurro al oido que la culpa es mía por no haber preguntado que llevaba el pastel, pero no consigo que mi vecina deje de llorar.

-¿Qué me has traido?

-He comprado distintas flores con distintos significados y he hecho un ramo. En él hay milenrama que representa la curación, amapolas amarillas para salud y el éxito, mucho jacinto púrpura que significa perdón y que lo lamento muchísimo, y los tulipanes rojos porque representan el amor...

-Esto huele a plagia eh...

Baja la mirada y yo, al verla con esa cara, me siento con las piernas colgando de la camilla. Esta verdaderamente afectada y lo peor es que no tengo ni idea de como hacerla entender que ya ha pasado lo malo.

-Abril, mírame.- No me hace caso.- ¡Abril, mírame por favor!

No se esperaba que la gritara y me mira sorprendida.

-Abril la culpa fue mía por no decirte antes que soy alérgico al gluten y a la almendra. Si tú lo hubieras sabido no me lo habrías dado, confío en ti lo suficiente como para saberlo.- La acaricio la mejilla con el dedo pulgar.- Asique no te culpes de algo que no sabías.

-Joder Xavi, no sabes lo mal que lo he pasado cuando he visto que no respirabas...

Ahora está llorando en mi hombro y yo toco el pelo, porque es lo único que puedo hacer con sentido. No sé si lo he explicado antes, pero ver a Abril llorar me destruye un poquito más por dentro y me siento aún peor cuando no sé cómo calmarla y hacerla sentirse mejor.

Cuando se despega de mi cuerpo veo como sus preciosos ojos verde oscuro están aún más rojos y ahora su color es más intenso. Creo que nunca la había visto así y verdaderamente me rompe el corazón. Pongo mis manos al rededor de su cara y la acerco a mi para besarla. Sus labios están secos y tienen cierto sabor salado, los mojo con mi lengua mientras que la beso. Puedo notar como ella deseaba este beso (yo estaba igual de impaciente) y me alegra saber que después de todo lo malo, siempre podremos arreglarlo.
La puerta se abre a nuestras espaldas revelando una cara de asombro muy conocida y por instinto Abril se separa de mi. Yo estoy de espaldas y tengo miedo de ver quién esta en la puerta, porque mi adorable vecina está pálida.

-¿Pero qué...?- Pronuncia la voz de esa persona.

Y entonces me doy cuenta del tremendo error que hemos cometido al besarnos. Nuestra relación a partir de éste momento ya no será secreta. De Abril y mía. Será de todo el mundo y ya se sabe lo poco que me gusta compartir.

-Mamá puedo explicártelo.- Digo aparentemente tranquilo.

-Ya puedes ir empezando hijo.

De la nada, tenerlo todo. [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora