Yuri estaba paralizado, la situación que estaba viviendo lo superaba por completo.
Sintió los húmedos labios de Victor impactar contra su cuello, y sin poder controlarlo, su cuerpo se estremeció.
Abrió su boca tratando de decir algo, pero no era capaz de formular ninguna palabra.
De un segundo a otro, vio nuevamente el rostro de Victor frente al suyo, quien en su mirada, demostraba mucho deseo e impaciencia.
La respiración de Yuri se agitó, su cuerpo se tensó pero antes de ser capaz de moverse, Victor se abalanzó sobre él y lo besó en los labios.
Sin quererlo, su reacción fue empujar a Victor y tirarlo lejos de la cama, haciéndolo chocar duramente contra el piso.
—¡Victor!— exclamó preocupado, a pesar de que él mismo lo había empujado.
Se sentó de rodillas sobre la cama gigante, prendió una lámpara que estaba al lado, y con los nervios en punta, miró hacia el suelo.
En el piso, Victor lo miraba estupefacto y con lágrimas en los ojos.
—La otra vez me dijiste que no te molestaba que te despertara a mitad de la noche para darnos un poquito de amor— reclamó haciendo un puchero.
La luz de la lámpara iluminaba con claridad su rostro. Yuri quedó impactado ante lo que veía.
Victor se veía mayor, más maduro a pesar del puchero que hacía, y muy atractivo.
Yuri dio un salto de la cama al piso, y salió corriendo de la habitación.
«¿Cuántas veces he salido corriendo ya?» pensó.
Tras él, Victor salió corriendo en su búsqueda, con mucha preocupación. Ambos corrieron por el castillo sin tomar descanso.
La gran carrera terminó cuando una puerta se abrió, dejando salir a Yurio, quien tenía ojeras y vestía un pijama amarillo. Yuri se detuvo y lo miró con ansiedad.
—¡¡¡Yurio, ayúdame!!!— gritó corriendo hacia él.
El mencionado lo miró enfurecido.
—¡¡¡No me llames así, ¿Por qué haces tanto escándalo?!!!
Yuri se quedó helado, a pesar de que había extrañado tanto a ese Yurio, ahora se le hacía extraño verlo ser así, luego de haberlo visto ser tan dulce.
—¿Qué es lo que sucede?— preguntó Victor, alcanzándolo y tomándole los hombros.
Yuri reaccionó alejándose, muy inquieto y desesperado. Iba a decirle que no era el Yuri que él conocía, pero nuevamente quedó helado, esta vez, por ver a un conocido hombre salir de la misma habitación de Yurio.
Vistiendo un pijama verde, tocando el hombro del embarazado, Otabek Altin apareció.
—¿Qué sucede, Yura? No es bueno para el bebé que te irrites.
Yurio suspiró frustrado y asintió.
—¡¿Otabek te dejó embarazado?!— Yuri se atrevió a preguntar, realmente sorprendido.
Otabek miró extrañado a su rey, luego miró a Yurio, quien tenía la palma de su mano cubriendo su cara.
—Otabek es mi marido— respondió.
Yuri se desmayó, Victor alcanzó a reaccionar y lo tomó en sus brazos, antes de que cayera al piso.
—Ni se imaginan lo que ha pasado— comentó Yurio, mirando las caras de completa confusión de Victor y Otabek.
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La otra vida
FanfictionYuri por fin ha ganado una medalla de oro, pero está angustiado porque no sabe cómo preguntarle a Victor si era en serio lo de casarse cuando la ganara. Desesperado por su falta de valor y sin ser capaz de enfrentar el tema, Yuri despierta en un mun...