9- Invocación

5.1K 662 91
                                    

El tiempo transcurrió con normalidad, cumpliéndose un mes.

Para evitar que algún ataque pudiera volver a afectar la salud de Chris, el teniente Otabek Altin dio órdenes a sus soldados de mantener vigilado el hospital; ya que pronto se acercaba su licencia por nacimiento de su hijo, todos ellos estaban al mando de la subteniente Isabella Yang.

Las heridas de Chris ya estaban sanándose, y en pocos días sería dado de alta del hospital. Yuri estaba muy emocionado, esperaba ansioso el día que se realizaría la invocación.

Pero cuando por fin llegó el día en el que sería libre, todo se vio interrumpido por una inesperada situación: el bebé de Yurio se adelantó en nacer.

Yuri, quien estaba completamente impactado, jamás creyó llegar a ver a Yurio con una expresión tan linda en su rostro. En el momento que entró a la habitación del hospital y lo vio sonreírle a un pequeño bebé en sus brazos, sintió que debía pedir un deseo, porque aquella imagen no sería fácil volver a verla en su vida.

Yurio lo miró con mucha felicidad y le permitió acercarse para que viera mejor a su hijo. El bebé tenía el cabello negro y sus rasgos faciales eran iguales a los de Otabek, pero sus ojos eran verdes como los de Yurio.

—Se llama Denis, al fin me decidí por el nombre.

—Es un nombre muy bonito, Yurio.

—Que no me llames así…

Yuri soltó una risita y lo miró con ternura. Quería regresar a su mundo, pero existían muchas cosas que iba a extrañar de este mundo de reyes y hechiceros.

—Felicidades, Yuratchka.

—Muchas gracias, su majestad.

Luego de salir de la habitación, vio afuera como Victor era acompañado por las niñas. Una sensación melancólica se apoderó de él y suspiró frustrado, le hacía tanta falta el Victor de su mundo, se sentía muy solo e incomprendido.

Su mirada conectó con la de Victoria, ella se separó de su padre y hermana, para acercarse a él y abrazarlo.

—¿Qué haces aquí tú solo? —preguntó.

Yuri sonrió y sintió ganas de llorar, le devolvió el abrazo a la niña, sintiendo una calidez en su pecho. Su trato con Victoria había cambiado mucho para bien, y se sentía muy feliz por ello.

—El viernes en la noche nos juntaremos con Chris para invocar a Mila, si todo sale bien, puede que ese mismo día regreses a tu mundo —dijo ella, con una expresión triste.

—Sí, eso espero.

—Yo igual, aunque… te voy a extrañar mucho.

Yuri la miró con sorpresa, le acarició una mejilla y le sonrió.

—Tienes que hablar con tu madre sobre todo lo que te molesta y lo que realmente sientes, no te calles nada.

Victoria lo miró apenada, limitándose a sólo asentir.

Victor los observó con seriedad, Yuri sintió su mirada y comenzó a sentirse incómodo.

Al llegar la noche, regresaron al castillo. En su amplia habitación, Yuri se sentó sobre su cama y comenzó a escribir algo en el cuaderno del rey Yuri, el cual había encontrado en sus primeros días en aquel mundo.

Su puerta fue golpeada, asustándolo por el inesperado ruido.

—Adelante —dijo con voz dudosa.

La puerta se abrió, dejando entrar a Victor. Yuri lo miró con mucha sorpresa y confusión.

—¿Victor? ¿Qué haces aquí?

La otra vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora