3

24 3 0
                                    

Mis ojeras me delataron al instante. No había dormido lo suficiente, y estaba desconcentrado. Cada pequeño sonido fuera de la banda me distraía, me hacía perder el tono a mitad de una frase... En fin, fue un bochorno. El director de estudio entraba al cuarto de grabación y me reprendía con su mirada mientras repetía "Intentémoslo de nuevo". Por cada vez que escuchaba eso, sentía que alguien golpeaba mis testículos con la fuerza más brutal que tenía dentro de sí... Era muy cruel.

Para mi suerte, se decidió que tomáramos un breve receso para reunir energías, y entonces los muchachos de la banda me preguntaron qué demonios estaba haciendo. "No tengo idea, no sé qué me pasa", les decía gritando, a veces susurrando; daba igual, ninguno me escuchaba.

- Si no te sientes listo podemos irnos ahora-

Eso me dijo George Miscelous, el guitarrista de la banda. Hacía tan solo algunos meses, -quizás dos-, que nos conocíamos, y parecía ser quien más me conocía hasta ese entonces, fuera de mi hermético matrimonio con Hellaine. En realidad él me conocía, y no. Porque no era que no me sintiera listo, ¡rayos, todo lo contrario! Quería grabar el maldito CD de una buena vez, hacía meses que veníamos trabajando, que yo pasaba noches en vela escribiendo canción tras canción, modificando, entonando, y qué sé yo cuánta mierda más... Solo tenía que cantar, ¿y no estaba listo? Y una mierda...

- Entremos-

Les dije, y en el aspecto de mis ojos, todos supieron que mi momento de debilidad hacía concluido.

Realmente los compadecí, a todos los que trabajaron conmigo alguna vez. Tenía esos destellos de grandeza algunas veces, y otras, era un bebé en pañales. Hellaine lo soportaba porque me amaba, yo podía entenderlo. Ellos simplemente lo toleraban porque "yo tenía talento"... Pobres criaturas.

Finalmente, me superé aquel día. Grabamos durante semanas, editamos otras más. El CD, en cuanto a sonido, estaba completo. Mis ojeras me lo agradecieron, pero todavía no había terminado.

- Quiero que mañana bien temprano estén en el estudio del fotógrafo y se tomen algunas fotos para la portada-

El director del proyecto estaba casi tan apresurado como nosotros en sacarnos el jugo por el trasero, pero esto era demasiado. Apenas si tenía ánimos de verme en el espejo, y eso que era bastante vanidoso... Pero no nos dejó ni siquiera terminar de empacar nuestras porquerías cuando nos dijo eso, y mañana, a las siete, allí teníamos que estar.

Me fui al apestoso hotel otra vez, con algunos inconvenientes en el camino. Unos tipos habían decidido que yo lucía lo suficientemente bien como para provocarme un rato y quitarme la mierda por la boca. Estaban locos, como cualquier idiota lo está cuando la luz del sol se apaga y no tiene nada mejor que hacer... Yo estaba tan cansado, solo quería llegar al mugriento apartamento, quitarme los zapatos y meterme con todo y ropa debajo de la ducha fría. Pero esos dos idiotas que me cortaban el camino no parecían tener prisa por volver a sus hogares, si es que tenían alguno...

- Miren, chicos... Estoy hecho un espaltrajo. Déjenme en paz por hoy. Mañana pueden venir a golpearme sin ningún problema, yo los esperaré aquí, ¿sí?-

Las palabras irracionales me salieron detonadas de la boca a causa del cansancio. Estaba al borde de entrar en coma por el agotamiento, y esos estúpidos interrumpiéndome el paso...

Cuando los vi sonreírse uno al otro y acercarse de todas formas, volvió a hablar mi idiotez:

- Bueno, está bien. Pero si van a golpearme háganlo rápido porque mi esposa va a enojarse si no la llamo pronto-

Soltaron algunas carcajadas, y de repente ya los tenía a menos de dos centímetros. Lo que pasó después podría explicárselos claramente... si tan solo tuviera alguna mísera idea de qué fue lo que pasó.

La cosa se me hizo borrosa, la verdad no sé qué sucedió. Solo puedo decirles que me pareció parpadear y cuando acordé, ya me dolían los nudillos de la mano derecha. Al abrir los ojos a la conciencia, noté que uno de los estúpidos asaltantes se cubría el rostro, como si yo lo hubiese golpeado demasiado fuerte... Me quedé atónito hasta que sentí un rodillazo estampándose sobre mi estómago; se me exprimió el aire repentinamente, estaba de rodillas, agotado y sin ganas de pelearme con ellos por lo que sea que justificara ponerme de pie.... Solo quería darme una ducha... Escuchar la voz de Hellaine...

Para mi "suerte", aquel día los muchachos estaban apresurados. Recibí algunos puñetazos rápidos, y luego me robaron la mochila llena de porquerías que en realidad ni siquiera sabía para qué cargaba... Daba igual. Todo daba igual con semejante cansancio, y así como me caí al suelo esperando a que terminaran de golpearme, me puse en pie y caminé las pocas cuadras que quedaban para llegar a mi cuarto de hotel.

Todo aquello que pasó [#FFA2018]Where stories live. Discover now