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Ahí estaban... Nuestro mago de fuego y nuestra maga celestial frente a una puerta que daba paso a su alojamiento compartido de los próximos días. Las manos del mago no dejaban de sudar y temblar, cosa que hacía peligrar el equipaje que cargaba. Mientras a su lado Lucy permanecía conteniendo su emoción. Nunca pensó que su plan fuera a ir tan bien. Dio un paso hacia adelante con la llave en sus manos para abrir la puerta. Al meter la llave por la cerradura gira lentamente el pomo y abre la puerta, la cual deja escapar un sonido chirriante al ser desplazada hacia delante. Típico de un hostal viejo. 

Natsu rápidamente entro en la habitación dejando las maletas  de su compañera sobre la cama junto con su mochila antes de que todo se le cayera al suelo por los nervios. De pronto sintió una brisa y al levantar la vista ve a la maga celestial abriendo las puertas que daban hacia el balcón. Las cortinas se movían al  son del viento. Mientras Lucy miraba el horizonte donde se encontraba el amplio mar ante sus ojos. Lentamente se fue acercando al balcón para luego apoyarse en este y continuar contemplando la vista frente a ella con una amplia sonrisa. El DS se dejo caer sobre el marco de la puerta quedando apoyado en esta sin dejar de admirar en ningún momento a su compañera. En ese momento para Natsu todo comenzó a ir a cámara lenta... 

Las cortinas parecían flotar en la habitación. Y de pronto la rubia se dio la vuelta lentamente, su pelo hondeando con la brisa marina. Y de un segundo a otro sus ojos se encontraron con unos intensos ojos color jade. Una mirada penetrante que no dejaba de mirarla. 

El tiempo se detuvo al sus ojos encontrarse... Pareciera que solo estaban el y ella en la habitación. En ese instante en que sus ojos se encontraron sus pulsaciones se sincronizaron y por unos momentos parecía que su respiración se había detenido. El silencio inundo la habitación, pero para ninguno era incomoda esa situación. 

Una ligera sonrisa ilumino el rostro de la rubia e hizo que el pelirrosa no pudiera evitar esbozar otra. Lucy dio el primer paso adelantándose a donde se encontraba su compañero, acto que este imito. Los dos se encontraban uno frente al otro en medio del balcón, sin en ningún momento perder el contacto visual. La tensión del momento ante tanta cercanía palpitaba en el ambiente. Las distancias cada vez eran mas cortas... Era el momento apropiado, la ocasión perfecta... Parecían estar en un sueño y entonces...

La Lucy Atrevida (NaLu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora