La Lucy Atrevida (NaLu)

#8

El viaje en tren fue más tranquilo de lo Natsu nunca hubiera imaginado: en el asiento acurrucado con la cabeza apoyada usando las piernas de Lucy como cojín mientras ella le acariciaba el pelo suavemente mirando hacia la ventana. Por alguna extraña razón estar tan cerca de Lucy ponía al mago den fuego muy feliz y le tranquilizaba, aunque a veces se pusiera nervioso.

Al bajar del tren el mago se estiro y miro al cielo aliviado de haber salido de aquella tumba con ruedas a vapor, pensándolo bien se sentía algo decepcionado de no poder permanecer acurrucado en las piernas de la rubia.

-Natsu!-

El mago de fuego se giró para buscar a su compañera, la cual le acababa de llamar, y al verla creyó haber visto un ángel ante sus ojos. La chica corría hacia el con una tierna sonrisa dibujada en su rostro, sus ojos chocolate intenso le miraban solo a él, su pelo se movía con el viento y relucía a la luz del sol. Cuando la hizo paro por fin ante el DS este creyó ver un halo brillante rodear su cabeza y unas alas blancas sobresalir de la espalda de esta.

Ante esta visión de las mejillas de Natsu broto un ligero sonrojo.

-Etto... ¿y dónde vamos ahora?- pregunto el mago casi en un susurro mirando a otro lado para evitar que la maga se percatara de su sonrojo.

Lucy saco un papel cuidadosamente doblado de su bolsillo y lo abrió.

-Mmmmm... según esto el hotel donde nos alojaremos está a pocas calles de aquí. ¿Vamos? – dijo la maga sonriendo a su compañero.

-¡Aye Sir!- respondió Natsu ya adelantándose.

...

En el hotel...

Los dos magos se acercaron al mostrador.

-¡Ohayo! Somos los magos de Fairy Tail. Reserve dos habitaciones para esta semana.- dijo la rubia con una sonrisa tranquila.

-Si madame, ya veo. Llegan algo más tarde de lo esperado.- el recepcionista les miro serio.

A la maga le bajo una gota de la cien.

-Sí, perdónenos, es que a alguien- miro a Natsu- se le ocurrió parar a comer.

-¡Oye! No es mi culpa que los precios de ese restaurante fueran tan caros. –el mago se cruzó de brazos algo molesto.

Lucy suspiro- Bueno, me podría dar las llaves de nuestras habitaciones por favor.- dijo la rubia ya deseando darse una ducha y descansar.

-Lo lamento madame, pero al retrasarse le di las llaves de sus habitaciones a otros huéspedes.-

-¿¡QUÉ?!- gritaron Natsu y Lucy parados delante del mostrador con los ojos como platos.

-Pe-pero... y ¿dónde nos alojaremos ahora?- exclamó Lucy preocupada y pálida imaginándose donde podrían acabar durmiendo aquella noche. Le daban escalofríos solo de pensarlo.

-Bueno, podríamos darles otra habitación si tanto la desean...-

-¡Si si, lo que sea!- suplico la rubia interrumpiendo al recepcionista.

-Trés bien. Nos queda una habitación de matrimonio en el segundo piso.- dijo el recepcionista sonriendo.

Natsu y Lucy se sonrojaron al instante.

-Ma-matrimonio...- titubeo el DS aun sin creerse lo que acababa de escuchar.

-Oui. Aunque claro, para una pareja como ustedes no creo que sea un problema. Si no me temo que tendrán que abandonar el hotel.- estas últimas palabras las dijo con una expresión muy seria y con una mirada de desprecio.

-N-no somos pa-...- dijo el pelirrosa antes de ser cortado por la rubia, la cual le dio un pisotón con la bota de su tacón que hizo que al DS se le saltaran unas pocas lágrimas.

La rubia se engancho al brazo de Natsu con una gran sonrisa y cogió las llaves de la habitación.

-Gracias, señor. Mi novio y yo le estamos muy agradecidos. Venga cariño, no molestemos mas.– la maga sonrió y se dirigió a su habitación con el mago de fuego sonrojado y dolorido.

*Pensamiento de Lucy*

Quizá esta situación no sea tan mala después de todo, todo está saliendo mejor de lo que esperaba... jijijiji

*fin*

*Pensamiento de Natsu*

¿¡Porque a mí?! Ahora no solo tengo que intentar lidiar con este comportamiento raro de Lucy, si no que tengo que dormir en la misma habitación que ella, dormir en la misma cama que ella, bueno eso no me importa tanto ya que eso ya lo hacía antes... pero ahora además tengo que fingir que soy el-el ¡novio de Lucy! ... ¿Por qué esto me vuelve loco, me pone nervioso y a la vez me pone feliz?¡ Argh! Esta será una semana muy larga.

*fin*

Y ahí se encontraba nuestra parejita frente a la puerta de la habitación que tendrían que compartir por una semana...

...

Por otro lado se encontraba una maga peliblanca admirando las vistas del mar desde un balcón en una de las habitaciones. En su mano se encontraban las llaves de la habitación donde se encontraba y de otra mas y en su rostro una amplia sonrisa de satisfacción.

-Que pena que no quedaran mas habitaciones individuales libres jijiji-