Tercer Día - Tangible

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Esperaba tener algún sueño esta noche, me fui a dormir muy agotado y necesitaba respuestas. Ya habían pasado aquellos 5 segundos de perfección, cuando oigo golpear la puerta. *Toc toc* Solamente dos golpes firmes. Rápidamente enciendo mi fuego fatuo en precaución. Abro la puerta y veo que es un preparado Sagaíl. Tal y como lo prometió, viene a mi habitación a avisar que es hora de reunirnos con Dyna y Beatrice.

Prepárate, iré abajo a pedir que nos den de desayunar – Dijo un ojeroso Sagaíl – No podemos hacer esperar a tus amigos.

Asentí con la cabeza y entré a mi habitación para preparar mis cosas. Todo estaba en su lugar. Después de eso tomé una refrescante ducha. La verdad, odio ducharme en la mañana – Dije – pero si voy a estar cerca de mujeres es mejor oler bien. Así que, como no había silla, me senté sobre la taza del baño para secar entre mis dedos de los pies. Iba por secar el tercer espacio de mi pie derecho cuando me doy cuenta de algo terrible, algo que cae sobre mi como si de helada agua glacial se tratase; no había tenido necesidades básicas desde que llegué aquí, no he sentido ganas de orinar ni de obrar. A pesar de que he comido y bebido, he sentido sabores y olores, no he tenido ganas de usar el baño. Sequé mi cuerpo y revisé el interior del baño. Era uno común y corriente. Tiré la cadena y funcionaba correctamente. Todo estaba bien excepto yo, ya que me miré al espejo y estaba pálido. No debía seguir perdiendo tiempo. Me vestí, tomé mis cosas y bajé para encontrarme con Sagaíl, quien estaba siendo atendido.

¡Oh! Danielzimcoy, por favor siéntese – Me dice desde el comedor – La aventura nos aguarda

Hm, Sagaíl quisiera preguntarte ¿has ido al baño últimamente? – Le dije –

Eeehh, si? Esta mañana tomé una ducha antes de despertarle – Me dijo –

No no, me refiero a que si ¿has ido a orinar? – Insistí –

Orinar... es un término que me parece familiar, sin embargo no recuerdo qué es. ¿Se come? – Dijo el confundido arquero –

En ese momento me di cuenta que el hombre no recordaba esos actos, tomé nota de ello y seguí sacando mis conclusiones en silencio.

Desayunamos y salimos del hospedaje de la ciudad. De camino a la academia discutimos posibles tácticas y hablamos sobre gustos y disgustos de camino nos encontramos con Beatrice, quien también iba camino a reunirse con nosotros.

Ah, muy buenos días Dan. ¿Ese es el amigo que mencionaba Dyna? – Dijo una enérgica Beatrice –

Muy buenos días Beatrice – Le dije – Sí, él es Sagaíl. Aceptó acompañarnos, tal y como dijo la bruja.

Cómo se encuentra – Un desanimado Sagaíl levanta su mano para saludar –

Qué tal Sagaíl, soy Beatrice – Responde el saludo –

¿Carka y Shu te dieron autorización para aventurarte? – Le pregunté –

¡Claro! – Respondió Enérgica – Parece ser que soy una verdadera rareza, nunca habían visto a alguien recuperarse de esa forma. Eso sí, me dieron un poco de medicina para mi espíritu, después de lo que me hizo Dyna ayer aún me siento algo fatigada y mis hechizos no son tan poderosos

Al menos te defiendes – Contesté – Me preocupa un poco el hecho de no aprender nada en estos días, y expulsar viento a gran velocidad no me parece de utilidad.

Hey! ¡Te subestimas! – Dijo Sagaíl – Ese hechizo de viento que usaste para combatir el Ursino de niebla fue de mucha utilidad.

¿Derrotaron a un Ursino de niebla? – Dijo Beatrice – Ustedes son negocio serio, uno de esos me hirió gravemente hace unos días.

Pensé en lo que evitamos. Beatrice estaba moribunda hace unos días, todo gracias a esa temible bestia. Quizás podríamos encontrar esta vez a sus crías, ¿y si lo que vencimos era en realidad la cría? Me estaba volviendo cada vez más paranoico.

Llegamos finalmente a la academia encontrando a Dyna y Zackary conversando en el Hall. Dyna vestía diferente. Su vestimenta era similar a la de WizWiz, llevaba un gorro hermoso color verde adornado con estrellas, unos lentes rojos que hacían juego con su hermoso rostro. Vestiduras color plata con una piel de zorro que rodeaba su cuello. Zapatos de un tacón muy sutil y una trenza hermosa que llegaba hasta su espalda alta. Me enamoré por unos segundos.

¡Vaya Dyna! ¡Te ves preciosa! – Señaló Beatrice – ¿Me enseñarías a hacer una trenza como la tuya?

Pues vas a tener que esperar a regresar a la ciudad – Dijo Dyna – Esta monada es obra de Zack,  tiene un gran talento con las manos

Ejem, la idea es que no lastimes tu cabellera con tus propios hechizos, Dyna – Dijo un sonrojado Zackary –

Así que este es el joven Sagaíl – Dijo Dyna al acercarse al arquero – Sus ojos revelan un talento para el arco y la flecha y su actitud es la idónea de un cazador furtivo –

¿Quién? ¿Yo? – Dijo un confundido arquero –

Dyna se paró frente a nosotros en un tono muy serio.

Jóvenes; a partir de este momento ustedes serán mi responsabilidad. Debo admitir que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que salí en una misión. Mis métodos serán poco ortodoxos si la situación se torna incontrolable. Sea lo que sea que pase ahí afuera, quiero que sepan que daré mi vida para que ustedes no pierdan la suya. Estoy segura que si esto último llega a suceder, la Diosa Anedule verá la forma de que arrivéis a destino.

Entendido – Dijo Beatrice con voz firme –

Comprendido – Dije desde mi alma –

Entiendo perfectamente – Dijo Sagaíl –

Dyna nos mira inspirada. Se da vuelta para despedirse de Zackary.

Bien Zack, confío en tu investigación. Cualquier cosa que averigües házmela saber. – Le dijo mientras le abrazaba de una manera tierna –

Cuídate ahí afuera por favor Dyna – Le dijo mientras le miraba fijamente a los ojos – No sé qué haría si algo te pasara

Zack ¡tontito! Obvio que tengo que cuidarme, si no ¿quién va a hacerse cargo de ti?

Luego de esa frase ambos ríen suavemente. Pasan dos segundos mirándose a los ojos y se dan un tierno beso en la boca.

Los tres, instintivamente miramos a otro lado. En mi caso me di la vuelta, por respeto.

Cuídense mucho muchachos – Dijo un sonrojado profesor Zackary – Y hagan caso a todo lo que Dyna, ella fue una experimentada aventurera en su tiempo.

Hasta pronto Zack, Te Amo mucho.

Yo también Te Amo, Dyna querida.

Salimos de la academia para comenzar la aventura. Yo me fui adelante con Sagaíl conversando. Atrás iba Dyna y Beatrice. Esta última aprovechó un breve momento para preguntarle a la experimentada bruja:

Dyna, usted y Zackary son muy diferentes. Él es un sabio, que busca respuestas a la magia con ciencia y razón. Pero usted es una bruja devota a una Diosa intangible de la cual nadie ha visto. ¿Cómo se puede llevar una relación teniendo nada en común?

Dyna acomoda sus lentes para responder – Cuando tú y tu pareja no tienen casi nada en común, la conquista es constante, como echar combustible al fuego para que este no se apague. Él puede buscar respuestas a nuestro amor en la ciencia y en los textos, yo las puedo buscar a través de una creencia casi extinta, pero hay algo que es seguro, ambos sabemos que este amor es real y tangible.

Los peligros de Midgaania: DanielzimcoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora