Los peligros de Midgaania: Danielzimcoy

Cuarto día:

Tomé el libro y me di cuenta que Danielzimcoy detalla todo lo que va sucediendo durante el día, así que me encargaré de hacer lo mismo mientras le regreso su libro. Tengo el libro en mi poder pues el día de hoy, las cosas no salieron muy bien. Soy Sagaíl y mientras no devuelva el libro a su legítimo dueño, relataré lo que pasó. Dejaré el título en blanco y solo colocaré el día al cual corresponde. Creo que el título es responsabilidad del dueño del libro, en este caso Dzc.

Nos levantamos por la mañana para reunirnos con Tarlyon. Encontré a Danielzimcoy en el comedor de la posada, pidiendo algo de comida para el viaje y para su desayuno. El ya tenia todo listo para la ventura y yo también, asi que le dije que nos veríamos fuera de la posada para ir a visitar a Beatrice para luego reunirnos con Tarlyon.

Afuera estaba Dottalmeister, esperandome para iniciar el viaje de hoy. Lo peiné un poco y lo alimenté. Ahí fue cuando llegó Dzc listo para ir a visitar a Beatrice.

Llegamos al centro hospitalario de la ciudad de Abrazzo. Al entrar, y preguntar por Beatrice, nos avisaron que se encontraba en muy buenas condiciones y que debería bajar en cualquier momento. No esperamos ni siquiera 5 minutos cuando por las escaleras bajó Beatrice y la directora Yufra, quien se alegró mucho al vernos esperando a nuestra compañera.

Que alegría ver a los amigos de Beatrice - Dijo una maternal y cálida Yufra - Siempre es un placer ayudar a los conocidos de mi querida Dyna.

Beatrice se veía muy sana y sonriente, pero se notaba que aún tenia algunos parches y vendajes bajo su ropa.

Yufra se despedía deseandonos un buen viaje, recordando que está a nuestro servicio y otorgandonos su bendición.

Dzc procedió a sacar el chocolate que tenía en la bolsa. A Beatrice le brillaron sus ojos y se puso muy contenta. Le agradeció el gesto y luego de eso repartió el chocolate en 4 partes. Una para Dzc, una para mi y dos para ella.

El ambiente era agradable. Danielzimcoy y Beatrice hablaban mucho. Salimos fuera para caminar hacia la academia de magia, pues era el punto de reunión acordado. En el camino compramos algo de café para acompañar el chocolate. Después de un tiempo considerable de espera, llegó Tarlyon y con solemnidad dijo:

Tarlyon: Benditos sean todos. Santo, santo santo. ¿Ya tomaron la misión?

Dzc: ¿Y usted cómo salió del calabozo?

Tarlyon: Cómo se atreve a interrogarme maldición. Bueno, yo estaba ahí voluntariamente así que salí y ellos se quedaron con las cosas que tenía en mi celda y la última vez que los ví se estaban haciendo un tecito. Ah, con canela, había mucho olor a canela.

Beatrice: Hola! Soy Beatrice.

Tarlyon: Buenos días, querida. Espero todas tus articulaciones estén preparadas para lo que viene.

Beatrice: ¿Quién es la niñita que está detrás tuyo?

Tarlyon: ¿Puedes ver a la criatura espectral?

Nekita: Hell no, im not a little girl. Tengo 20 anios actually.

Dzc: Escuché eso. No se le da pronunciar la palabra Ñ

Después de eso, Beatrice empezó a describir al espectro que se hacía llamar Nekita.

Beatrice: Es una niña de aproximadamente 1.50 de estaura, ojos celestes como de gato, orejas de gato, cola de gato, pero es una humana. Es antropomórfica pero... es más humana que otra cosa. Espero se entienda bien.

Dzc: Si, se entiende, prosigue si es que puedes.

Beatrice: Tiene un aura muy blanca que le rodea. Lleva ropa de sacerdotisa, un gran vestido con adornos de cruces y un báculo en forma de cruz.

Nekita: Finally! And you can understand what i say?

Beatrice: Yes i can.

Dzc: Me too.

Sabemos muy poco de esta criatura Nekita. Pero hay algo que es seguro. Dzc se ve muy preocupado. Debe ser por lo talentosa que es Beatrice en comparación a el.

Tarlyon se acercó a la barra de misiones y buscó la misión más lucrativa.

Tarlyon: ¡No Dios mío! Por favor acerquense, miren y escuchen esto.

Todos interactuamos con el tablón de misiones para escuchar las instrucciones sobre nuestra misión:

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¡QUÉ TAL AVENTUREROS! Soy yo, Laritza, que tiene para el cazador más osado y hábil, una misión sumamente importante.

Necesito el corazón ardiente de la bestia Tauronoth, el emperador de los minotauros. ¡Lleven una bolsa especial! Pues el corazón de Tauronoth sigue latiendo y ardiendo después de ser arrancado. Existe la leyenda que las costillas del Tauronoth son de nada más y nada menos que Tungsteno. Aunque otros dicen que son de Diamante. En fin, si las costillas no son de hueso, traiganmelas y evaluaremos un pago extra. Ah, y si su carne llega a ser roja, traigan unos cantos kilos y organizamos una parrillada. ¡No estoy jugando!

Lugar: Volcán Sempiterno

Objeto Clave: Corazón ardiente de Tauronoth

Recompensa base: 10.000 monedas de platino.

Lugar de entrega: Herrería de Laritza.

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Tarlyon: ¿Se dan cuenta? Serían 2000 de platino para cada uno, lo suficiente para buscar el Deseo de Ehell.

Dzc: Somos 4, Nekita no necesita el pago, está muerta.

Tarlyon: No hablo de Nekita. Nuestro grupo está incompleto. Necesitamos una persona que se encargue de aguantar los golpes y escudarnos.

Beatrice: ¿Conoces a alguien?

Tarlyon: No. Y estoy seguro que Sagaíl tampoco. No se preocupen, encontraremos un elemento en el viaje. Aceptaremos la misión y nos embarcaremos al Volcán Sempiterno. ¿Todos de acuerdo?

Todos parecían animados. Se escuchó un ¡Si! al unísono. Dzc y Beatrice dijeron que la criatura Nekita dijo ¡Yay!

Así, todos nos dirigimos a la estación de trenes. Ahí, tomaríamos el ferrocarril que se dirige al volcán. Este tren transporta material minero, personal minero y aventureros, pues en las faldas del volcan hay minas de carbón, obsidiana, tungsteno y mithril.

Los vagones para aventureros son muy grandes, con asientos grandes. De hecho, Dzc por ser el más "abultado" por ponerlo en palabras amables, se sentía pequeño en estos asientos. El y Beatrice se sentían muy intrigados por este hecho, pronto sabrían el por qué del tamaño de estos asientos, cuando en los asientos cercanos escucharon unos sollozos. Los tristes sollozos de una guerrera despreciada por sus pares.