|Capítulo 1: Adiós Amor.|

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ANTES DE COMENZAR A LEER, por favor lea lo siguiente:

Algunos capítulos de esta historia pueden incluir lenguaje verbal obseno que va de moderado a fuerte, así como contenido sexual explícito en algunos capítulos. Una vez advertido, puede comenzar a leer bajo su propia responsabilidad.

Espero sea de su total agrado leer esto como para mí el escribirlo. Gracias.

***

∞ Narrado por MATÍAS. ∞

Llegué a mi apartamento como si nada, esperando verle. Traía un ramo de rosas azules y rojas, con la intención de disculparme por el show que habíamos protagonizado en la mañana. Supuse que estaría en el departamento. "Sólo fue una pequeña discusión", pensé. Entré al departamento y nada. En la recepción no hay nada, en la sala de espera, tampoco. En la cocina no había nadie. Y en mi habitación...Mi habitación.

"Cada vez que vuelo caigo sin alas, me siento pequeño; creo que te necesito..."

No debí haber entrado a mi habitación. La imagen que observaba me llenaba de ira y tristeza: Mi cama al revés, sin sábanas y las almohadas tiradas. Mi ropa hecha trozos. Mis discos favoritos en pedazos. Los sillones descosidos y con el relleno de fuera. Mis bóxers partidos a la mitad y pintados con su labial. No podía aguantar esto. Sólo me quedé parado y empecé a llorar. Parecía que un animal había estado aquí.

¿Qué carajos le pasó? ¿Por qué hace esto? ¿Qué hice para merecer esto? ¡Eres una maldita! Te di mi confianza, mi amor, aguanté tus teatritos...Y me pagas así. No se va a quedar así. Me las pagarás. ¡Estúpida!—Gritaba mientras lloraba y aventaba con rabia los restos de mis cosas al suelo.

"Ya terminé. La prueba es contundente. Lo perdimos todo. El amor se ha ido..."

Sólo me preguntaba por qué había hecho esto. Aunque era en vano preguntarme, porque ya ni nos queríamos, ni nos veíamos, ni siquiera los "Buenos Días" nos dábamos. Le brindé lo que necesitaba, y no ella no pudo evitar hacer esto. No sabía que era lo que ella quería. Ni siquiera sabía lo que yo realmente quería. Como íbamos a saberlo si apenas teníamos 19 años. Una edad muy corta pata recurrir y hacer todo lo que ella y yo hicimos. Y eso aclaraba por qué su forma de reaccionar ante todo: demasiado insegura. Yo sentía unas tremendas ganas de vomitar debido a la mezcla de sentimientos como la tristeza, la depresión, la ira y la rabia.

"Sé que lo sientes, porque nos amamos.Te arrepentirás, pero será demasiado tarde. ¿Cómo puedo creerte otra vez?..."

Me senté en una esquina de mi cama y seguí llorando, mientras pateaba lo que había en el piso. No sabía si odiarla más o amarla de nuevo. De alguna forma me sentía el enemigo y el traicionado a la vez. Y lo único que me vino a la mente fue el recuerdo del día en que ella se entregó a mí. Cuando nos hicimos uno sólo demostrando todo el amor que sentíamos el uno por el otro...

"Dulce amor, dulce amor, estoy, estoy atrapado en tu corazón..."

"Creo que te necesito..."

"Veo claro esto..."

Sólo me preguntaba algo: ¿Qué nos pasó? Ahora entiendo la frase que tantas vueltas daba en mi cabeza una y otra vez pero pensaba en otra cosa para olvidarlo...

"Y tuvimos magia...

Y esto es trágico...

Siento como nuestro mundo se infectó...

Y de algún modo me dejaste abandonada..."

Ella sentía que yo la abandoné. Y tenía toda la razón. No lloraba por la ropa. Ni por los muebles ni por nada material. Lloraba por los motivos de esto. Y yo sabía que lo que se avecinaba no era algo bueno...

"Si quieres, llorame a ríos..."

Vamos A Jugar Con Tu Corazón. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora