Vamos A Jugar Con Tu Corazón. [PAUSADA]

|Capítulo 8: Verdades, Mentiras E Ira.|

∞ Narrado por CHRISTINA. ∞

   Eran las nueve de la mañana cuando desperté. El Sol ya se hacía notar en mi oscura habitación a través de los diminutos espacios que la cortina no cubría de la ventana. Lo primero que hice fue estirarme y revisar mi celular. Había un mensaje de texto de Matías.

**Mensaje SMS.**

De: Matías

"Buenos días Tina, me avisas a qué hora voy a tu casa para ya sabes qué."

Recibido a 8:55 a.m.

**Fin de Mensaje** 

   "Esto va a ser difícil", pensé. Me senté en la orilla de la cama, me estiré, bostecé, me puse mis sandalias y salí de mi habitación. Percibí un olor de café y escuché el sonido de una cuchara chocando contra una taza. Me encaminé hacia el comedor de forma cuidadosa, hasta que la vi. Y no lo podía creer.

—Buenos días—Detuvo ella el meneo de la cuchara para saludar y continuó. Yo sonreí.

—Buenos días.

—Me tomé la libertad de preparar esto— Dijo aún mezclando el café.

—Oh, gracias—Dije mientras me sentaba en el sofá y prendía la tele. 

—¿Negro o con crema? ¿Cuántas de azúcar?—Preguntó Brianda.

—Negro con 2 de azúcar por favor—Respondí amable. Ella ya no contestó. Se acercó y dejó dos tazas en la mesa de centro de la sala; una cerca de mí y otra cerca de ella. Luego tomó asiento a lado de mí.

—Gracias—Dije mientras tomaba la taza y daba un sorbo al caliente líquido café que emanaba un ligero vapor con un aroma muy agradable.

—Y...¿Qué tal?—Preguntó animada. La verdad es que sabía como cualquier otro café matutino, pero tenía que hacerle un halago por lo menos. Después de que yo estuve con su ex el día en que rompieron, era lo menos que podía hacer.

—Mmm—emití el ruido con los labios cerrados y con los ojos cerrados—La verdad, es que está muy bueno—Intenté sonar conviencente.

—Gracias—Dijo con una sonrisa de oreja a oreja—Receta secreta—Continuó viendo al televisor. Yo miré dentro de la taza de café y lo primero que pensé cuando dijo "Receta secreta" fue "veneno". Dejé el café en la mesa y seguí viendo la televisión como ella. Traté de no pensar en el veneno y seguí tomando el café. Cada una terminó de tomar su café, y seguimos viendo la tele, sin hablar una con la otra. El silencio era eliminado por el ruido de la pantalla, así que no resultaba tan incómodo. 

   Entonces, recordé el plan de Matías. Ya lo tenía todo planeado. Tomé mi celular y le avisé a Matías que ya se encaminara hacia mi casa, y que encontraría a Brianda en la tienda de abarrotes que Matt ya conocía; estaba a una cuadra de mi casa. Envié el texto y casi en senguida recibí un "hecho" por respuesta. Era hora de comenzar.

—Hey Brianda, tengo ganas de prepararte unas deliciosas crepas—Dije con una ceja alzada y con entusiasmo—, ¿Qué dices?

—¿Crepas?—Pregintó sorprendida—¿Sabes preparar crepas? ¡Hazlo!—Ordenó alegre.

—Bueno, está bien—Reí—Pero, necesito comprar unas cosas que faltan—Puse una larga y triste cara, fingida obviamente—¿Podrías ir a la tienda que está a unas cuadras? ¡Por fa!

—Pero por supuesto—Respondió de inmediato—¿Qué quieres que traiga? Es más, iré en pijamas—Dijo mientras se levantaba del sofá.