Capitulo 8

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Y salió. los gatos seguían sin encontrar refugio, y Sena los observaba. Gatos de todo tipo y colores, que por cierto se acordaba de todos y cada uno de ellos.  Al ver a Sena con su enorme paraguas, instintivamente corrieron hacia ella. Unos se posaron en los hombros, en la cabeza, incluso unos pequeños se metieron en los bolsillos. Aun y todo, todos los gatos no cabían, así que Sena decidió llevarlos a casa hasta que la tormenta cesara. 

los metió en la habitación,y Sena llego a contar cincuenta cuando perdió la cuenta. Se tumbó en la cama a descansar, y bastantes gatos hicieron lo mismo. Ella estaba encantada, incluso creyó que estaba soñando, pero un gatito le mordió un dedo en señal de juego y dolió un poco. Estaba muy cansada, y sin querer, soñó:

-Soy señor noche y mi hermano señor día es bipolar, recaen en mi sus consecuencias- dijo con bastante volumen la luna a Sena.

-¡Y tú estas loco! ¡haces meter a la gente en diferentes mundos a través de sueños!- Se entrometió el señor día.

Sena se encontraba flotando a mucha altura y veía la luna, que se hacía llamar señor noche. Cuando miro atrás, vio a lo lejos, más allá de la noche, al sol, el señor día. No pudo saber desde cuando estaba ahí, pero no se extraño en absoluto.

-Verás, mi hermano durante todo el año cambia constantemente de humor, esta contento, lo cual significa que arde, o esta serio, o sea que no transmite mucho calor. ¿y luego cuando cambiamos de hemisferio quien tiene que soportar el calor y el frío? ¡Yo!- Dijo Señor noche.

-¿Y como puedo remediarlo?- dijo Sena compasivamente.

-Pues mira, nosotros en realidad tenemos un cuerpo detrás de estas caras, y a lo que vosotros atribuis a cielo son nuestras capas. Nuestras capas están cosidas y hemos estado girando por esta tierra durante mucho tiempo.-

-Quieres que descosa vuestras capas.-

-¡Correcto!-

Sena ni pensó en las consecuencia de aquel mundo al descoser el cielo. Señor noche soplo a Sena hasta llevarla al sitio donde era noche y día a la vez. Saco unas tijeras del bolsillo y empezó a cortar los hilos. Ella misma se sorprendió de lo rápido que había acabado.

El cielo ya no era cielo. El señor noche se acerco a Sena y se lo agradeció. luego se fue rapidísimo. Oyó gritos que provenían de la tierra, y Sena se despertó:

los gatos ya no estaban.


stalkeando a un gatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora