Only When I Sleep (Adaptación) (Zarry)

Capítulo 4

—Zayn, Zayn despierta hombre ―Tarik lo estaba zarandeando del hombro. Zayn abrió despacio los ojos, al principio no vio, no podía ver nada, sentía los ojos arenosos. Se enfocó un poco más y pudo ver a su hermano, le dio una media sonrisa.

—¿Qué haces aquí? ¿Sabes que nos tenías muy preocupados? Te hemos buscado casi toda la puta noche. Te ves horrible y además estas empapado hombre. ¡Joder! No lo entiendo ―dijo Tarik pasándose la mano por su corto cabello, en un gesto de nerviosismo.

—Estoy… ―Zayn carraspeó, su garganta dolía—. Lo siento estoy bien, umm… ¿Qué hora es? ―preguntó Zayn levantándose, se sintió mojado suponía que había llovido.

—¿Que qué hora es? ¡Jodido malcriado! ―dijo Tarik, saliendo enfurecido de la cabaña ya en ruinas.

Una voz suave le habló. Zayn se tensó, por qué no lo había visto.

—Zayn, son las seis de la mañana. No le hagas caso a tu hermano, sólo estaba muy asustado. Dime, muchacho, ¿qué te paso ayer en mi casa? ―dijo suavemente Six, levantándolo del sofá.

Zayn negó con la cabeza, los recuerdos lo golpearon fuertemente. “¡Vete de una jodidavez, Zayn!”, nunca le había hablado de esa manera antes, eso lo había matado más que la imagen de esa asquerosa mujer.

—No quiero hablar, sólo quiero llegar a casa, ducharme y dormir ―dijo débilmente Zayn, que se apoyó en el cuerpo más grande de Six.

Llegaron media hora más tarde a su casa, sus padres estaban esperándolos. Su padre le gritaba mientras su madre lloraba, Zayn solo agachaba la cabeza y se disculpaba. Su padre fue el primero en abandonar el comedor y su madre no dijo nada, sólo seguía llorando. Zayn fue hacia su madre para consolarla y decirle que estaba bien, y sin esperárselo su madre le dio una bofetada bien fuerte en su mejilla, rompiéndole el labio en el proceso. La sangre se filtró dentro de su boca, saboreando el sabor cobrizo.

—Nunca… Nunca nos hagas esto, Zayn. Jamás. Estás castigado durante un mes. De casa al instituto y de vuelta casa, ¿me oyes, jovencito? ―Tronó su madre. Con sus ojos marrones fríos y horrorizados, y más rojos que la sangre que salía de su labio partido.

Zayn se fue hacia su habitación, con pasos cortos y cansados cerró la puerta y se despojó de sus húmedas y sucias ropas. Se metió en el frio de las sabanas, su cuerpo se sentía pesado y agotado y lo más que sentía, era el vacío que se apoderaba de su corazón y alma. Con un suspiro cerró los ojos.

—Adiós, mi dulce Harry ―dijo Zayn antes de quedar dormido.