Capítulo 9

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Zayn se miró al espejo que tenía en su pequeño apartamento en Canadá, hacia ya casi un año y medio que vivía allí. Al principio fue horroroso, no los entendía y nadie lo entendía a él, pero con clases extras de lengua inglesa empezó a adaptarse y a comunicarse mejor.

Las clases de arte iban muy bien también. Dentro de una semana tendría su primera exposición. Un profesor le había alentado diciéndole que tenía muchísimo talento, que tenía que exponerlo y enseñárselo al mundo. Él no lo creía así pero, ¿qué tenía que perder? A lo mejor sacaría un dinero extra y eso siempre venia muy bien.

Él tuvo muchos trabajos de media jornada. Ahora tenía uno de camarero en un Ciber-Café, pero hoy era su día de descanso y se moría por mover sus caderas al ritmo de la música, tenía que salir y olvidar. Aunque ya habían pasado tres años, Harry seguía igual de fresco en su mente y corazón.

El dolor tan familiar se trasladó a su pecho como agujas afiladas. Zayn pasó sus dedos por su largo cabello negro alisándolo, dio un suspiro y se volvió a mirar. Estaba unos centímetros más alto y muchísimo menos delgado. Su cuerpo, aunque seguía siendo delgado, tenía los músculos definidos, no como su hermano el boxeador, sino como los de un nadador.

Tenía un piercing en su pezón izquierdo y un tatuaje en su cadera. Trazó los símbolos celtas con la punta de su dedo, Zayn sonrió con pesar. Este símbolo se lo tatuó pensando en Harry, un amor no correspondido.

El musculoso tatuador le había dicho lo que significaba el tatuaje que se había hecho: Triqueta, Símbolo de Eternidad. Sí, para toda la eternidad. Él estaba maldecido por Harry. A lo largo de estos años había tenido sexo, pero después de una dura jodida se sentía aún mas vacío, ninguno lo llenaba como lo llenó ese día Harry.

Se volvió a pasar los dedos por las líneas de color negro del tatuaje y miró el relleno de un color verde jade, igual que los ojos de Harry. Maldiciendo, se arregló sus ajustados pantalones de cuero y su corta camiseta azul que dejaba ver toda su blanca piel. Hoy se dejaría el pelo suelto, pero se pondría un poco de delineador de color negro en sus ojos.

Echándose una última mirada sonrió para sus adentros, estaba de infarto. Hoy quería que lo follaran duro y rápido, él necesitaba sacar su tensión. Su familia vendría por primera vez después de su partida de Londres y conocería por fin a su hermana pequeña, aunque la había visto por Skype y fotos, quería achucharla fuertemente contra su pecho y verla sonreír.

También conocería a su cuñada, su gran y fuerte hermano había sido acorralado por Gisela, una hermosa mujer de grandes pechos. Si Zayn no conociera mejor a su hermano, diría que no se le veía nada feliz con ella. Tendría que hablar seriamente con Tarik para ver qué le estaba pasando. Sí, primero hablar con su hermano y después soltaría la bomba: Mamá, papá, Tarik, soy gay. Un temblor de miedo atravesó todo su cuerpo, ¿lo rechazarían? Dando un suspiro alcanzó su chaqueta, se metió las llaves y la cartera en el bolsillo, fue a meter su móvil pero sonó sobresaltándolo.

—Si, Zayn al habla.

—Zayn, soy Tarik.

—Hola Tarik, ¿qué pasa? No esperaba tu llamada.

—Que, ¿no te alegras de oír mi dulce voz? ―rio Tarik.

—Sí, sobre todo dulce. Esa voz de trueno que tienes… ―se rio Zayn.

—Mmm, a Gisela le gusta cuando le gruño en la oreja para que me pida que la folle más rápido.

—Shhh, hermano. Demasiada información. ¿Qué quieres, pervertido?

Tarik soltó una carcajada.

—Venga, Zayn. Cómo que tú no las follaras duro también, semental. ―Zayn hizo una mueca de dolor. Si él supiera que soy yo el que pide. Alejando los pensamientos se concentró en la llamada.

—Sí, lo que tú digas pervertido. ¿Qué coño quieres? Estaba a punto de salir.

—Vale… Vale. Decirte, o más bien advertirte, que Six viene. Quería verte.

—¿Cómo dices? ¿Six viene? ―dijo sorprendido, no sabía nada de él desde hace casi un año.

—Sí, bueno. Ya sabes cómo es mamá, y cuando recibimos las invitaciones estaba tan orgullosa de que su hijo sea un gran pintorde brocha fina, que nadie pudo pararla y fue corriendo a decírselo a Harry. Six estaba allí y una cosa llevo a la otr… —Zayn se perdió en el momento que su hermano mencionó a Harry, le tembló tanto el cuerpo que el móvil se le deslizó por sus dedos, cayendo a la alfombra de la entrada de su apartamento.

Empezó a jadear. Dios, que Harry no venga, no me hagas esto, pensaba. Su respiración empezó a volverse más rápida, se llevó la mano hacia el dolor en su pecho y la apretó fuertemente, el sudor frío se deslizaba por su sien, estaba entrando en un ataque de pánico.

Zayn respiró hondo y soltó el aire despacio, repitiendo el proceso varias veces hasta que sintió que el control volvía a él. Recordó hace nueve meses atrás, aquella tarde lluviosa cuando Six lo llamó diciéndole que su hermano Harry sería padre y que se mudaría con su novia con tan solo tres meses de relación. Six le rogaba que hablara con su hermano, que siempre lo había escuchado a él, y qué coño estaba pasando, ya que Harry nunca le respondía cuando le decía que hablara con Zayn. Solo Harry y el sabían, que desde aquella tarde en Londres, no se habían hablado nunca más. Más bien Harry lo esquivó y por eso fue Zayn huyó a países extranjeros.

Tenía gracia, aun recordaba el día que su madre lo llamó para pedirle perdón, diciéndole que se había equivocado con Harry. Que después de su marcha había cambiado, se había echado una novia e iba por el buen camino.

Zayn se había puesto muy contento, no por las chicas, sino por el giro de Harry. De tener una buena vida según sus recursos, pero a la misma vez, lo ponía muy triste egoístamente, porque eso significaba que no pensaba en Zayn, puesto que había rehecho su vida para mejor.

Cogiendo el móvil con sus temblorosos dedos se lo puso en la oreja, Tarik estaba gritando a todo pulmón.

—¡Zayn! Zayn… ¿Estás ahí, tío? ¡Oye! ¡Joder, contesta!10

—Ya deja de gritar, no estoy sordo.

—Mierda, Zayn ¿Qué coño te pasó? Llevo más de cinco minutos gritando a todo pulmón y sólo se escuchaba ruido y tu jadeo.

—Te dije que estaba saliendo, pues bien me tropecé, solo eso.

—Vale… ―dio un suspiro largo―, ¿escuchaste lo que te dije?

—Sí, que Six viene. Me hace mucha ilusión.

—Bien… Bueno, Harry no puede venir, ya sabes que su jodida novia está a punto de parir ―Zayn cogió aire intentando deshacerse del nudo que lo apretaba en su garganta, dejándolo sin poder hablar.

—Bueno, no importa.

—¿Cómo que no importa, Zayn? Hace tres años que no lo ves ¿No le echas de menos?

—¿Y él a mí qué? ¿Acaso me echa de menos? ―dijo enojado y cansado, no quería tener esta conversación.

—Oye, tío ¿Qué mosca te picó? Es nuestro Harry, ¿de verdad no quieres verlo? Si erais uña y carne.

—¡Ahora es nuestro Harry! Te dije una vez que no quería saber nada más de él y te vuelvo a decir, una vez más, que he crecido y que eso es el pasado, ¿vale? ―dijo enojado.

—No sé qué coño está pasando, pero lo descubriré ―contestó Tarik.

—Vale, haz lo que quieras, pero déjame en paz ―Zayn colgó, deslizando bruscamente su móvil en el bolsillo de su chaqueta.

Only When I Sleep (Adaptación) (Zarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora