notre amour | Jerrie.

Noveno.

Tenía malas vibras.

Desde que desperto sintió una fuerte presión en su pecho sin saber por qué, cuando llegó al trabajo y vio a Jesy ella le mando una rápida mirada culpable sin haberla saludado o decirle algo al respecto, trato de ignorar la opresión el pecho, pero por alguna razón, no se quitaba.

Al momento que llegó al comedor, busco con la mirada a Jade pero nunca la logró ver, trago los nervios, literalmente y pasó comiendo en silencio, mientras escuchaba a sus otros compañeros hablar de temas del trabajo normalmente, claro, no podían expresarse de otra manera. Cuando pasaba por el pasillo general, miro detenidamente a la "zona negra" como le solían llamarle al lugar, donde se mataban o curaban a personas con sentimientos, nadie desearía pasar por ahí. Sientio un escalofrío por todo su cuerpo, lo cual le dio aún más nervios, no pasaba nada, el día transcurría con normalidad.

No se daba cuenta que eran advertencias.

🌙.

Cuando llegó a su edificio, entro al ascensor junto a compañeras de piso, todas tenían una expresión neutral. Pero para Perrie, el sudor pasaba tan lentamente por toda su cara, las manos estaban temblando, sintió un nudo en su garganta, tenía ganas de llorar, tenía ganas de gritar, no procesaba el por qué.

Todo pasaba tan lentamente, no se había dado cuenta que en 6 meses había pasado todos los riesgos y advertencias por su amor con Jade. La vez que estaban tiradas en la cama de Jade mientras reían y se besaban, o la vez que prepararon café mientras se burlaban la una de la otra, cuando Perrie abrazo fuertemente a Jade cuando salió de su apartamento. Los pensamientos la deboraban tan lentamente, sentía que se ahogaba, oculto gemidos lastimeros para que no sospecharan de lo que pasaba.

Oh Perrie, su tiempo se esta acabando.

Por fin, las puertas se abrieron dejando a Perrie corriendo rápidamente a su apartamento, mientras sentía que chocaba con las paredes, se sentía muy débil, se sentía muerta. Jalo el gatillo de la puerta y sus ganas de querer gritar aumentaron cuando vio a Jade mirándola desde el sofá sonriente, pero su cara cambio completamente al ver el estado de Perrie.

—¿Te encuentras bien? —Se acercó a ella mientras cerraba la puerta de golpe, Perrie quería hablar, sin embargo las palabras no podían salir de su boca, empezó a respirar entrecortadamente. —Espera, ¿qué pasa? me estás asustando. —Guió a Perrie al sofá mientras la sentaba, era cierto, estaba matando de miedo a Jade.

—Y-Yo —Intento hablar, mientras más lo intentaba más nerviosa se ponía, no lo soporto y empezó a sollozar fuertemente. Nunca había llorado, pero ahora, era inevitable el simple hecho de sonreír. Cuando sintió los brazos torpes de Jade abrazar su cuello empezó a tranquilizarse, se notaba que ninguna de las dos había dado un abrazo anteriormente.

Soltó otro sollozo por el simple hecho de que Jade fuera Jade. Logró respirar con tranquilidad y dejar de llorar momentos después del abrazo, envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jade, soltó un quejido. —¿Quieres ir a tu habitación? —Cuando la ojiazul asintió contra su cuello, se levantaron aún sin romper el abrazo, caminaron torpes pasos pero lograron llegar a la habitación, recostó a Perrie en la cama mientras se acostaba a su lado, sin romper la mirada entre las dos. —¿Te sientes mejor?

—Si, discúlpame, nunca me había sentido así com-

—¿Así como qué? —Jade interrumpió, mientras frotaba su mano contra el hombro de la rubia, quien la miraba embobada.

Si me dejaras terminar pensó. —Como si estuvier-

—Muriendo. —La volvió a interrumpir, Perrie abrió sus fanales rápidamente, aún confundida, Jade esbozó una triste sonrisa. —Por eso falte al trabajo, yo también lo sentí en la mañana. —Se colocó encima de Perrie, mientras acariciaba su cara con cuidado, azul y marrón conectándose, uniéndose en uno mismo.

—No quiero que te pase nada. —Dijo un hilo de voz, Jade soltó una carcajada antes de besarla dulcemente, mientras que la rubia correspondía jalando la cintura de Jade contra la suya. Cuando Perrie mordió el labio de Jade, la mayor aumento de nivel el beso mientras ponía sus manos en su cintura, haciendo que la zona V de las dos chocara.

Jade sonrío tiernamente mientras dio un beso fugaz en su nariz. —¿Quieres hacerlo?

—Si, vaya que si. —Comentó antes de volver a atacar la boca de la mayor, Jade empezó a moverse frenéticamente contra ella mientras dejaba de besarla, para ir a besar y mordisquear su cuello. Perrie intentó ocultar sus quejidos, pero mierda, para ella esto era el cielo. Perrie posó sus manos dentro de la camisa blanca de Jade, recorría rápidamente con sus manos todo su cuerpo, digno de una obra de arte. Puso sus manos en los pechos de Jade, empezando a masajearlos, haciendo que ahora la castaña empezará a gemir. Jade descanso su torso en el torso de Perrie, mientras adentraba sus manos en el pantalón que traía puesto, empezando a pasar su mano lentamente por la zona V de Perrie, para luego introducirlos debajo de su ropa interior.

Las dos eran un manojo de escalofríos y besos, Perrie repetía una y otra vez cerca del oído de Jade 'te amo, eres lo mejor que me ha pasado' mientras Jade sonreía y le daba un beso fugaz en sus labios, eso era horripilante para muchos, tolerable por pocos y aceptado por nadie, pero para ellas era todo, era su amor, nuestro amor.

Cuando estaba a punto de dar el siguiente paso, escucharon fuertes golpes en la puerta, las dos se separaron rápidamente, mirándose con temor, se acomodaron la ropa mientras intentaban limpiar la saliva de sus bocas y el sonrojo en sus mejillas. Perrie se acercó a la puerta, esperando que fuera Jesy saludándolas o otra cosa por el estilo, el quejido de Jade le llamó la atención, volteo a verla mientras le sonría dulcemente y la miraba embobada, Jade le sonrió de vuelta. Cuando Perrie abrió la puerta, apenas se dio cuenta que esto iba a acabar.

No puedo escuchar un ruido al menos, fue como si se hubiera quedado sorda. Tumbaron a Perrie mientras le inyectaban tranquilizantes en el brazo, logró ver a los hombres que se encargaban de matar a los que lograban sentir, pero ¿quién les había dicho? fijo su vista quien estaba atrás de la puerta, su confianza, su moralidad cayeron al ver que Jesy se encontraba ahí, mirándola con una sonrisa burlona, pero en su mirada había algo de culpa. Desvío la mirada hacia Jade, quien estaba gritando y intentando escapar de las manos de los hombres, ella estaba llorando viendo a Perrie, mientras gritaba al ver que le inyectaban más dosis a Perrie, por qué no funcionaba. Dirigió una última mirada a Jade, tratándola de calmar y decirle a través de sus fanales que lograrían salir de esta, la cara destrozada de Jade fue lo último que ver antes de que todo se convirtiera en negro.

Oh, pobre ingenua, pensando que podrán salvarse las dos.