Para cuando Sawada despertó era un nuevo día, se preguntó si todo lo vivido había sido un sueño.
Una mala jugada de su mente enferma y retorcida, que constantemente le recordaba todo lo que hacía mal.
-Ciaossu, Dame-Tsuna -una sonrisa diabólica se cruzó ante sus ojos-. ¿No se te hará tarde?
Aquello... Definitivamente no era un sueño y maldijo eso infinitamente...
-¡¿Reborn?! -exclamó atónito-. ¡Espera! ¡¡Llego tarde!!
Con rapidez se levantó de la forma más a su estilo posible, tropezando por las sabanas dándose de lleno contra el piso, maldijo por segunda vez y escuchó las risas de su tutor.-¡Tsu-kun, baja rápido! -llamó su madre desde la planta de abajo-. ¡Tu amigo pasó por ti, te espera el la sala!
Vale, vale. ¿Amigo? ¿Acaso tenía amigos? No, no, espera... ¡Oh, Dios!
-¿Amigo? -murmuró inseguro, sus pensamientos no podían ser...-. ¿En serio? ¡No puede ser!
Tenía que ir a comprobarlo.
Se levantó y alistó de la forma más rápida, bajó sin caerse, dirigiéndose directo a la sala completamente alerta, puesto que lo primero que pasó por su mente fueron esas personas que lo habían acorralado ayer o el mismo Mochida.
Que no fuera, que no fuera, que no...
-¡Hola, Tsuna! -salió de sus pensamientos al percatarse del brazo que ya descansaba en sus hombros-. ¿Qué pasa? ¿Por qué tan acelerado? ¿Aún dormido?
El castaño parpadeó sin creerse aquello y miró de Yamamoto a su madre, Nana sonreía amablemente.
Como siempre.
-¿Ya... Yamamoto-kun? -musitó incrédulo-. ¿Qué haces en...?
-¡Vine a recogerte! -sonrió animado-. Vivimos cerca y somos amigos así que pensé que sería genial.
Tsuna sólo le miró, completamente en blanco y no supo si añadir o no eso a su lista de locuras y alucinaciones.
Una patada en su cabeza le devolvió a la realidad.
-¡Despierta, Dame-Tsuna! -exclamó un más que feliz bebé-. ¡Un señor de la mafia no debe llegar tarde a clase!
-¡Oye, eso duele! -recriminó sobándose la cabeza-. ¡No hagas eso, Reborn!
-¿Es tu hermano Tsuna? -preguntó curioso mientras se ponía a la altura del niño-. ¿A qué están jugando, pequeñín?
-Jugamos a la mafia -informó con una sonrisa traviesa-. ¿Acaso quieres jugar? Tsuna es el líder.
El castaño torció el gesto con disgusto, Nana sólo rió volviendo a la cocina para seguir con sus quehaceres.
-¡Reborn! -refunfuñó-. ¡Ya te dij...!
-Parece divertido, Tsuna -rió Yamamoto-, yo también quiero jugar, participaré.
-¡Yamamoto-kun no es necesario! -se apresuró a decir-, es sólo un juego infantil sin importancia.
-Pero tu herma...
-Yo no soy su hermano -informó Reborn-. Soy su Tutor, entrenar al hereder...
-¡Hie! ¡Se hace tarde! ¡Vamos Yamamoto-kun! -agarró el bolso del suelo y a empujones saca al azabache de la sala-. ¡Hasta luego, mamá! Quédate en casa, Reborn.
Y así ambos corrieron en dirección a Nami-chū, el asesino sólo les siguió sin mucho esfuerzo y preguntándose internamente si aquel chico, el tal Yamamoto, era más de lo que parecía, le resultaba bastante interesante.
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Viéndote crecer.
FanfictionNo existe nada peor para un niño que perder a sus padres, es algo obvio, pero ¿Qué pasaría si los perdieras a una edad en la que ni siquiera tus emociones se han desarrollado? Eso es algo que el pequeño Hibari Kyōya tiene que afrontar, pero él no es...