Ecos de libertad/Escape perfecto

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"No sé cuántos años llevo aqui... no se cuánto tiempo podré soportar esto. lo que si estoy seguro, es que esto se termina aqui, y ahora..."

dentro de una pequeña habitacion-celda, un joven medita de forma seria sentado sobre lo que pareciera una cama, dudosamente comoda, cruzando sus piernas y sus manos a la altura de su rostro, cubriendo su boca y mirando fijamente de reojo la pared frontal, donde tiene ubicado un pequeño escritorio y en el muro, una pizarra con distintos nombres...

-Joseph... Omega... Isao... Takeshi... Jun... Rikurou...

Cada nombre escrito, estaba interconectado por gruesas lineas, junto con un numero, como si quisiera darle un orden a todo. repetia una y otra vez cada nombre, buscando la forma de memorizarlos o guardarlos dentro de su subconsiente de tal forma que esa valiosa infomacion no se perdiera. Claro estaba que aquellos nombres no fueron faciles de conseguir, se perdieron vidas por lograr esos datos. Ex agentes que se revelaron al sistema Amida, reunieron informacion durante años, logrando descifrar solo parte de ellos. Kaito habia participado activamente en aquella recoleccion, se lo habia jurado por la memoria de su fallecida madre, que daria todo por encontrar a aquel imbecil que hizo que ella se suicidara...

*clonck clonck*

De subdito, sus pensamientos fueron interrumpidos por el vigilante que venia a entregarle su cena: un plato con algo que parecia una especie de pasta de carne, de color y olor asqueroso, casi incomible. con el, un vaso de agua, dudosamente pura ya que el semi grisaseo color te hacia pensar si el contenido fue realmente filtrado. Tecnicamente, esto era parte de su entrenamiento: debias sobrevivir a cualquier precio. La vida en el campo de entrenamiento de Amida Corps, mas conocido como "Hells Gates" era dura, casi inhabitable para cualquier niño, pero si querías vivir, te debías adaptar. Morir era tan común como respirar el pesado aire que allí circulaba.

-Oye, numero 9. aqui tienes tu cena. come rapido, tienes solo 30 minutos. No quiero tener que entrar a darte una paliza..."

-Lo se imbecil, solo deja esa mierda ahi...

-No entro a darte una golpiza solo porque eres uno de los protegidos de aqui. Algun dia me cobrare esa deuda... ahora come...

El guardia abrio una pequeña rendija lo suficientemente larga y ancha como para que pudiesen ingresar una bandeja. Con un leve empujon, el guardia deslizo la bandeja dejandolo a medio camino entre la puerta y la cama. Kaito se limito a mirar la puerta, cerrada completamente pero sabiendo que detras de ella, se encontraba su primer desafio. rapidamente espero que los pasos fueran disminuyendo en sonido, el plan habia comenzado: la fuga era inminente. Tomo la bandeja y se limito a darle una cucharada al plato, un sorbo de agua y rapidamente saco debajo de su almohada, una especie de morral donde guardo un mapa previamente marcado, con la ubicaciona de cada objetivo. borro el pizarron y desarmo su escritorio, del cual tenia escondido un pequeño puñal artesanal. lo habia fabricado apenas habia llegado a aquel infierno, por lo que debia ocultarlo cada dia en un sitio distinto. Las inspecciones eran regulares apenas se sabia de un intento de fuga.

Dejo pasar los 30 minutos, esperando que su carcelero pidiera su bandeja, ese era su boleto de salida. Goro era el carcelero de turno, un ser sin paciencia y que cualquier cosa que lo irritara era una golpiza segura. Muchos novatos murieron en sus manos y era temido dentro del sitio, pero Kaito lo habia estudiado todo este tiempo. Sabia como enfrentarse a el, solo necesitaba provocarlo...

*Clonk, clonk*

-Hey, desliza la puta bandeja... no tengo toda la noche...

-Como quieras... idiota...

Kaito saco el vaso de la bandeja, boto su contenido al suelo y deslizo habilmente de una patada la bandeja dentro de la rendija. Dicho elemento llego a los pies del Carcelero, que al bajar su mirada y ver que todo estaba como lo habia entregado, broto en colera...

-Maldito hijo de puta, ya veras...

Rapidamente, Goro busco las llaves de la puerta-celda, dispuesto a dar un punto final al ser que vivia dentro de ese cubiculo. Kaito se limito a esperar a que Goro entrara, ese era el momento preciso de entrar en accion, al mismo tiempo, tenia en sus manos, el vaso que seria una de sus herramientas de fuga.

*Clack.... shrriiiiieeeeee*

Una vez abierta la celda, un iracundo Goro entro con todas las intenciones de matar a Kaito, mientras este lo esperaba quieto en el centro de la celda.

-ME COLMASTE LA PACIENCIA! DE ESTA NO TE SALVAS!!

El puño del carcelero fue habilmente evitado por el joven que rapidamente se puso al costado de Goro. Levantando su brazo y con el vaso en mano, dio un certero golpe con este en la cabeza del guardia.

-ugh! MIERDA!

El vaso, ya destruido en parte, fue utilizado como arma cortopunzante, la cual fue directamente al abdomen de Goro, incrustandolo y provocando que este cayera de espaldas...

-Vas a pagar por todo lo que hiciste aqui...

-No... espera... solo... noooo

con la planta del pie, termino de insertar el vaso en el estomago del guardia, que entro en estado de shock por el dolor. sin pensarlo, tomo su puñal y lo enterro en el cuello, matandolo de inmediato. tomo las llaves y salio de la celda, haciendolas sonar ya que esa era la señal de que el plan estaba siendo un exito...

-NUEVE, NUEVE, NUEVE...!

El numero era repetido por todos los que se encontraban en aquel corredor. golpeaban las puertas metalicas haciendose notar y repitiendo el numero del compañero que escapaba. Kaito a toda velocidad corrio hacia la zona central del complejo, donde los guardias tenian los paneles de control de las celdas. los guardias rapidamente se dirijieron al sector donde se habia producido el incidente, sin saber que el joven reo, ya se habia colado en el lugar. Cuando los guardias se dieron cuenta de la muerte de Goro, dieron el aviso de inmediato.

-Codigo rojo, repito, codigo rojo... alerten a central!!!

Era demaciado tarde, el unico guardia que habia quedado en la torre central, yacia muerto en el suelo. Kaito dirigio su mirada a los monitores de vigilancia y se percato que los demas guardias volvian a la torre de control, por los que se decidio a desctivar los cierres automaticos de las celdas, produciendo una fuga masiva, que no se encontraba en sus planes.

-SIIIIIIIIIIIIIIIIII!!

-LIBERTAD!!!!

-MUERTE A ESTOS CERDOS!!!!

-NUEVE... NUEVE... NUEVE!!!!

El caos producido por Kaito, se transformo en una guerra campal. guardias versus reos, que luchaban por su libertad y sus vidas. El joven logro escabullirse a la zona de transporte, con una escopeta, algunas granadas, las llaves de una motocicleta y emprendio su huida. ya montado en la moto, solo quedaba evadir a los guardias que se parapetaban en su caseta...

-ALTO AHI! OBEDECE O DISPARAMOS!!!

al mismo instante que los guardias advertian, una granada pasaba sobre sus cabezas, explotando y haciendo desaparecer la caseta. la huida habia sido un exito. Kaito solo pensaba en una cosa:

-Joseph... Omega... Isao... Takeshi... Jun... RIkurou... La caza ha comenzado.

Encendiendo la motocicleta, luego de haber revisado el mapa, emprendio camino hacia Tokio, donde todo cambiaria de golpe.


Okami Requiem: ToraDora!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora