Capitulo lX

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POV Christian

- Toma- mi padre me sirve un vaso de whisky

- Gracias- me he tranquilizado un poco, pero el dolor, la angustia no se va.

El se sienta a mi lado, y palmotea mi espalda.

- ¿Sigues con la hipótesis del secuestro?- Pregunta, y le da un sorbo al vaso de whisky.

- Fue un secuestro- afirmo y me bebo mi whisky

- Por favor Christian, mi intención no es matarte las esperanza, pero ¿Que harás si ella no vuelve? No puedes echarte a morir, debes continuar con tu vida, como sabes si a futuro conoces a alguien, te en...- Lo interrumpo.

- No va pasar, y si Ana no vuelve...simplemente moriré- el se tensa.

- No hables así...¡no quiero que hables así!- Me riñe. El no lo entiende, nadie puede entenderme. Si ya no vuelvo ver a mi mujer, no podre seguir viviendo con tanto sufrimiento.

Me pongo de pie y situo detrás de mi escritorio.

- Ninguno de ustedes pueden entender, el dolor que estoy sintiendo.- El me mira con tristeza.

- Aunque no lo creas, te entiendo mas de lo que tu crees- me dice.

- Papa...yo no se, que es lo que va a pasar a futuro, pero quiero pedirte un favor- el se pone de pie.

- Dime-

- Quiero cambiar mi testamento-

-¡¿Que?! ¡¿Por que?!- Pregunta con voz atemorizada

- Si Ana, no aparece...yo.-

- No lo digas, por favor- me suplica.

- Pero-...No me deja terminar.

-¡No! Puedo ayudarte con lo de tu testamento, pero no voy a permitir, que pienses estupideces-

Caigo sobre mi sillón.

- Escucha; estás cansado, la falta de sueño, te está haciendo hablar estupideces- ¿Por que no entiende que Ana es mi vida?- Yo me voy a ir, y tú vete a dormir, ya mañana tendrás tus ideas mas claras- me tiende su mano.

- Mis ideas, lo tengo claras, eres tu quien nos las entiende- cojo su mano.

- Estas dolido, porque no sabe si ella te abandonó o no-

-¡La sucuestraron!...y tengo las pruebas-

- Hijo, no voy a discutir contigo. Descansa- dice con tono cansado- no olvides, que te amo-

- También te amo papa- el esboza una sonrisa.

- Buenas noches hijo.

Mi padre tiene razón, estoy muy cansado...

- Christian!!! Viniste, sabias que ibas a venir por mi- me dice mi nena. Ella está hermosa, ¿con su pancita?

-¡¿Esto es?!- Pregunto asombrado, mirando su vientre.

- Es nuestro hijo- me sonríe.

Trato de tocar su vientre, pero ella no me deja.

-¿Que ocurre?

- No lo mereces- su semblante cambia, de repente me mira con odio.

-¿Que? No entiendo.

- Nos echaste de tu vida, dejaste que me fuera- dice con tono acusatorio

- Eso no es verdad...te secuestraron.

- No, tu y tus malditos miedos, fueron lo que me alejaron de ti- afirma.

- Ana, nena ¿Que estás hablando? No entiendo.

- Me fui, porque yo quise- me quedo estupefacto.

- Eso no es verdad...te secuestraron - repito.

- será mejor irme.

-¡No! Tu no puedes dejarme...yo te amo- me estoy desesperando

- Pero te olvidaste que me amaba, cuando me gritaste y te fuiste. - Su voz refleja dolor.

- Perdón, perdóname por favor- ella niega y empieza alejarse.

- ¡Ana, no te vayas!¡Anastasia!

- Señor Grey, despierte -

- ¡Anastasia! - Abro mis ojos asustados, siento como si hubiera corrido un maratón, estoy sudado, y tengo el corazón desbocado.

- Tranquilo, señor Grey- me dice Gail- solo fue una pesadilla.

Me incorporo de golpe. Me quedé dormido en mi estudio.

- ¿Que hora es?- Le pregunto.

- Es medianoche- responde.

Poco a poco mi ritmo cardíaco empieza a normalizarse.

- Iré a mi cama- me pongo de pie, pero un mareo me obliga a sentarme en mi sillón

- Señor ¿Está bien?- Me pregunta mi ama de llaves preocupada.

- Si...solo fue un mareo.-

- Debe ser, porque usted no ha probado bocado...acompañeme a la cocina, le voy a calentar la cena.

- No se preocupe, no tengo hambre.

- Por favor...coma algo, va enfermar si sigue asi- su tono es de suplica.

- Esta bien- digo, más para hacerla feliz. No tengo apetito.

- Entonces, voy a calentar su cena- su sonrisa es sincera.

- Gracias, Gail-

- Solo hago mi trabajo- responde como Jason

- Su trabajo no es cuidarme, y usted lo está haciendo.

- No diga tonterías, iré a calentar su cena- se encamina hacia la puerta.

- Tenga fé...presiento que pronto, la señorita Steele, estará nuevamente con nosotros- ella sale de mi estudio.

Fe, todos me dicen que tenga fe, pero ya no se que creer....

●●●●●●●●

Miro hacia el ventanal, Seattle está despertando, y yo otra noche que pasé sin dormir. Después que comí a la fuerza lo que mi ama de llaves me sirvió, me fui a mi cama e intenté dormir, pero no lo logré, las pesadillas son peor que antes. ¿Donde estás nena?

Entro a mi estudio, debo averiguar si Leila ha puesto un pie fuera de Misisipi, o los últimos pasos que ha dado Elena. Cojo el teléfono y le marco a Jason.

- Señor Grey- contesta en el primer tono.

- Ven a mi estudio-

- De inmediato estoy ahí-

Mientras espero a Jason. Me pregunto si debería llamar al doctor Flynn, supongo que no, el en esta ocasión no ayudaría nada, excepto si fuera un mago y me diga donde esta mi nena.

- Aquí estoy señor- frunzo el ceño. ¿Ya está vestido?

- No pude dormir, salí a correr, después de darme una ducha me vestí- responde a mi pregunta no formulada, por verlo impecable a las cinco con cuarenta minutos de la madrugada

- ¿Haz sabido algo de Leila, o Elena?

- Si..Leila Williams sigue en el estado de Misisipi, Elena aun no ha regresado al país- ¿Quien tiene a mi nena- Y Hyde, sigue en la cárcel- añade.

Joder, esto se está complicando cada vez más, lo único que me queda con certeza es descubrir al cómplice. Solo así podré encontrar a mi nena.


¿ Donde Estas Anastasia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora