TOCANDO EL CIELO (KARD)

Capítulo 3. Y, ¿Si fuera ella?

J.seph

Nueva escuela, nueva vida, nuevos amigos.
Una nueva etapa más por iniciar.

Hace 5 años hubiese deseado poderme cambiar de casa, poder escapar como ella lo hizo.

Nunca me anime a investigar, simplemente ella desapareció, se esfumó en el aire y se fue perdiendo entre las nubes.

Aunque no desapareció completamente de mi vida, seguía aquí, instalada cual si fuera un fantasma que no me dejaba salir adelante. Ella me acompañaba en lo más profundo de mi ser.

¿Cómo es que pudo se tan cruel?
¿Cómo se atrevió a dejarme sólo?

Con el paso del tiempo, deje de confiar.
No hacía amigos y mucho menos tomaba las cosas con seriedad, mi historia paso de ser un todo a un nada porque yo era todo de ella y cuando se marchó, una parte de mi también se fue.

Me desmorone.
Y entonces deje de ser el Taehyung bueno y torpe que estaba cegado por su amiga, todos lo sabían... todos excepto quizá, ella.
Hasta que mi límite exploto y le confese todo.

Mi gran error.

Ahora, mientras caminaba por los pasillos de la nueva Universidad en la que estaría, no pude evitar sentir confianza y felicidad porque tal vez todo llegaría a su fin. Y entonces este nuevo J.Seph lograría encontrarse a sí mismo.

Sin embargo, las cosas nunca suceden como lo planeamos, y yo lo sentí.
Esa sensación que recorre tu cuerpo como una corriente eléctrica que te atrae con fuerza.

Me sentí hechizado y nervioso. De repente mi corazón se agitó sin razón alguna. No lo entendía.

Pero entonces la vi.

La chica alzó su rostro al techo mientras sonreia con los ojos cerrados. Lo que sea que estuviera escuchando fácilmente la envolvía y la transportaba a un mundo diferente.

Era muy hermosa, o mas bien, ella lucia de esa manera estando tan quieta, tan tranquila y feliz.

Me recordaba a... Ella.

Sólo que ahora su cabello no era de un negro brillante, era rubio y contastraba con el rojo carmesí de sus labios.

Sus facciones se aparecían a las de ella, ¿podría...acaso ella sería...?

Repentinamente la chica que estaba a su lado llamo a su atención y entonces abrió los ojos con sorpresa. Ella le dijo algo a la rubia y luego le regresó una sonrisa que parecía de agradecimiento. Era una sonrisa sincera que le llegaba a los ojos. Se parecía tanto. Sus facciones, su mirada tierna, la forma que tomaban sus labios cuando sonreía.

Y, ¿si fuera ella?

Entramos al salón e inmediatamente todos guardaron silencio. El profesor comenzó con algunas palabras y luego pidió que me presentará.

No lo voy a negar, estaba nervioso.
Sobre todo cuando mis ojos conectaron con los de la chica rubia.

Quise descifrar su mirada, pero apenas mostró una pequeña vacilación, luego se giro hacia el otro lado. No le interesaba.