Capítulo 18 - Into you

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J.seph

Había soñado con este momento. Un sueño en donde podía llevar a mi pequeño mochi en mi espalda. Alguna vez se lo había insinuado, pero ella tan autónoma e independiente como era, lo había tomado como juego.

Nunca me dejaba cuidar de ella, tampoco mostraba algún indicio de que yo pudiera gustarle y eso, me destrozaba. Porque yo estaba enamorada hasta por los huesos de ella.

Mi Jiwoo...
Mi pequeña y hermosa Jiwoo.

Ahora está sujeta a mi espalda. Podía sentir la calidez de su cuerpo traspasar cada partícula de mi ser. Ponía nervioso cada músculo de mi persona. Sobre todo cuando sus manos vendadas comenzaron a juguetear con mi cabello. Me estremeci por el contacto.

- Jiwoo, ¿no deseas dormir? Debes estar agotada.

Jiwoo no dijo nada. Sólo se limitó a seguir jugando con sus dedos y el cepillado de mi cabello. No voy negar que me gustaba mucho que lo hiciera, pero me hacía perder el control. Me hacía ilusionarme.

- Kim Tae-hyun - susurro de repente con su voz melodíosa.

Yo reí un poco.

- ¿Si? - contesté sin detenerme.

Jiwoo una vez mas no dijo nada, sólo entrelazo aún mas sus manos alrededor de mis hombros y se acomodó en el hueco de mi cuello ocasionandome un estremecimiento que hizo que me detuviera abruptamente.

Mochi podía lograr hacer muchas cosas conmigo si quisiera. Yo era en muchos sentidos absolutamente todo de ella. Mi corazón reaccionaba a su cercanía y aún mas a la distancia... porque era tan capaz de hacerlo latir como de hacer que dejará de hacerlo.

Sonreí mientras seguia mi camino hacia los dormitorios de los líderes. Una cosa que agradecía en este momento es que estuvieran separados de los demas. Seguí mi camino hasta que estuvimos dentro. Jiwoo parecía finalmente haberse dormido. La coloque con delicadeza sobre la cama y como si eso hubiera llamado su atención, sus ojos se abrieron con pánico ante el ruido.

- No me dejes - dijo casi en un grito que  perforó mi alma.

- No lo haré - le contesté con dulzura mientras atrapaba un mechón de su cabello rubio y lo colocaba detrás de su oreja -.Déjame mirar las heridas de tus manos - Jiwoo lo hizo, me tendió sus manos y comencé a quitar el vendaje que traía para cambiarlo por uno limpio.

Jiwoo hacía que este trabajo fuera muy difícil. Sobre todo cuando su mirada estaba tan fija sobre todo mi rostro y había logrado que me sonrojara en un instante.

- Tienes que dejar de mirarme de esa manera Ziwooowo - le dije con una sonrisa sin mirarla.

- Quiero hacerlo todo el tiempo que sea posible - contestó haciendo que mi cabeza se alzará de golpe.

- ¿Por qué? - le pregunté en un susurro.

- Por todo el tiempo que he perdido.

- Jiwoo - susurre su nombre como si fuera mi mayor secreto.

- shh-  musito colocando uno de sus dedos sobre mis labios - Tus manos también están heridas.

TOCANDO EL CIELO (KARD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora