Capítulo 41 - Te extraño

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Un mes…

Dos meses…

Tres…

Ya casi se cumplían los 4 meses… desde que Jiwoo se fue.

Nunca me había puesto en el lugar de las personas que se pensaban en tener una relación a distancia.

¿Cuál era el motivo por el cual se separaban o siquiera se molestaban en intentarlo?

¿Por la distancia?

¿Por qué la desconfianza se interponía?

¿O solo era por el hecho de extrañar a la persona con locura?

Porque en lo único que yo podía pensar en ese momento era en que iba a hacer todo por intentar que funcionara.

Cuándo Jiwoo me contó que se iba, reprimí las ganas inmensas que tenía de llorar.  Tenía que ser fuerte y hacer que los miedos de mi pequeña Jiwoo se fueran y pensará que todo saldría bien.

"Todo saldría bien"… también tendría que recordármelo.

El destino a veces podría ser un desgraciado.

Después de tanto tiempo en que estuvimos alejados…

Después de todo lo que debimos pasar hasta que estuvimos finalmente juntos, ella tuvo que irse, de nuevo.

Y a pesar de que sabía que está vez era diferente y que ella volvería, la separación nunca se hacia más fácil.
Ni siquiera pude despedirme correctamente.

La abracé inmensamente y luche con todas mis fuerzas para que no se alejara.

Como si con solo desearlo fuertemente se fuera cumplir….

No sucedió.

Jiwoo se fue.

Verla partir fue difícil.
Y lloré.

No me moleste en ocultarlo.
Porque está vez no reprimiría el dolor que estaba sintiendo.

Que extrañaba todo de ella a pesar de que hablamos todas las noches, mientras contaba cada segundo para que ella regresará a mi.

Todo estaba funcionando…

O al menos eso parecía.


BM


Los últimos meses han sido una locura. La partida de Jiwoo nos tomo por sorpresa a pesar de que se trataba de un asunto familiar.

Ya decía yo que una noche antes, Jiwoo parecía preocupada. Sus ojos rojos la habían delatado y aún así ella luchó contra sus sentimientos para ser fuerte, para pasar momentos felices con nosotros y para que se armara de valor y pudiera enfrentar a Jseph.

Jseph. Mi estimado y preciado amigo.

Este tiempo nos ha unido demasiado. Ahora casi una vida sin ese hombre me parece imposible. Es como un hermano para mí y hasta nuestra supuesta y pasada rivalidad parece ya un chiste.

Tanto Somin como yo hemos pasado todo el tiempo con él. Con lograr que no pierda esa chispa tan característica de su persona y que su tiempo de espera no parezca una eternidad.

He visto el desarrollo de su relación. Ambos parecen llevarlo muy bien. Los veo hablar prácticamente todo el tiempo.

Es como si su amor fuera inquebrantable.

Nacieron para estar el uno con el otro.

Sin embargo. Ahora estoy viendo a Jseph recostado en la mesa del comedor de la universidad, como si a pesar de que la comida sea asquerosa su vida también lo sea un poco.

- Jseph luce deprimente – murmura aquella dulce voz que me hace sonreír todos los días.

Me giro para encontrarme con los enormes ojos saltones de Jeon Somin.

Ella se ha convertido en una enorme distracción para mí.

Pues es una chica divertida y amable y de la noche a la mañana era como si se hubiera convertido en el sol y yo fuera un insignificante planeta a su lado que solo giraba en su dirección.
De repente era la más hermosa.

Y yo me veía como un idiota tratando de hacerla muy feliz todos los días.

- Él en verdad luce lamentable – concorde aclarando mis pensamientos y luego avanzamos en su dirección.

Jseph ni siquiera pareció notarnos. Estaba tan sumergido en su miseria. Una que no lográbamos conciliar del todo.

- Hey Bro – salude y el aludido apenas me miró. Me giré para mirar a Somin con la preocupación marcada en mi rostro que se veía reflejada en la de ella. - Ok… dinos que sucede.

Él negó como un niño pequeño.

- ¿Tienes algún problema?, ¿La carrera te tiene estresado? – pregunté y no obtuve respuesta. Entonces Somin se sentó a un costado suyo.

- ¿Tiene que ver con Jiwoo? – lo pregunto con tanta delicadeza que sentí que hasta yo me podía romper por la pregunta. Pero no creía que ese fuera el caso.

- ¿Jiwoo?, ¿Acaso ha hablado con ustedes? – pregunto levantándose de su asiento.

La confusión vino a formar parte de nuestros pensamientos.

-¿No has hablado con Jiwoo? – preguntamos ambos al mismo tiempo.

Jseph se congelo.

Él en realidad parecía sacado de un drama trágico.

- Jiwoo no ha hablado conmigo en una semana. Ella …es como si… no se, no habla conmigo, no me contesta las llamadas, ni los mensajes.

- Tal vez solo está muy ocupada.- lo tranquilizó Somin.

- ¿Creen que ha terminado conmigo? – pregunto de repente con los ojos vidriosos.

- ¡Noooo! – gritamos al mismo tiempo logrando que varios espectadores se girarán a mirarnos.

- Ella no haría algo así – le dije porque de verdad lo creía.

Estaba claro que en un pasado había huido de sus sentimientos. Pero esta vez no era el caso. Era como una nueva y renovada Jiwoo. Muy valiente, demasiado leal y sobre todo…bastante enamorada del chico que tenía frente a mi.

- ¿Y si le pasó algo a mi mochi… Y si en verdad no podemos seguir con esto?…tal vez ya se cansó , no lo sé.

- Jseph, estoy seguro que debe existir alguna explicación del porqué no se ha puesto en contacto.

- Yo lo sé, es solo que… ha pasado más tiempo – se sincero con tal sentimiento que incluso hasta yo me sentí triste.

- Todo se solucionará – le animé y Somin estuvo de acuerdo con nosotros.

- Matt y yo estábamos pensando en ir al cine, y pensamos que tal vez quisieras ir con nosotros – sugirió Somin y no pude estar más orgulloso. ¡Esa es mi chica!

- Gracias chicos, pero no quiero ser mal tercio – contesto Jseph y luego me miró y me guiño un ojo.

En otro momento yo le agradecería a este hombre por ese acto. Por dejarme un momento con esta grandiosa chica a la cual no estaba seguro en que nos estábamos convirtiendo.

Pero no hoy… porque cuando un hermano está sumido en la tristeza, lo que tienes que hacer es estar con él…apoyarlo.

Si el quiero olvidar…tu olvidas con él.

Si quiere llorar… hasta lloras con él…

Eso es lo que hace la familia.

- Bro, enserio creo que deberías venir con nosotros.

- De ninguna manera – negó y se puso de pie – estaba por ir a la biblioteca y terminar el proyecto de literatura. Así que no se preocupen por mi – dijo y terminando con una sonrisa tomo sus cosas y se dirigió hacia la biblioteca.
Pobre hombre.

Incluso hasta en su andar demostraba cuan dolido y confundido se encontraba.

¿Dónde estás Jeon Jiwoo?

Jseph


El platicar finalmente sobre lo que me traía triste y confundió logro que mi alma se sintiera más ligera. Un peso menos y ahora hasta podía sentirme más libre de expresar mi tristeza.
Tenía un montón de libros frente a mi y ninguno tenía mi atención absoluta.

Toda mi mente está repleta de Jiwoo.

De su calidez.

De su belleza.

La extraño tanto.

De repente un sonido comenzó a hacer ruido en la biblioteca. Las pocas personas que estaban en el lugar me estaban mirando con cara de pocos amigos.

Y ahí fue donde me percate que aquel ruido era mío. De mi celular al menos.

Mire la pantalla y ahí estaba un mensaje que provenía de un número desconocido.

“¿Por qué un guapo y apuesto chico tiene una cara tan deprimente? ¿Acaso te ha dejado tu novia?”

Si esto era una maldita broma, me encargaría de hacerle pagar por su poco tacto. No estaba de humor.

“¿Quién eres? “

Tardo unos minutos en contestar.

“¿Quién soy? … Ummm
Seré quién quieras que sea.”

Por favor, ve a molestar a otro."

“ Te quiero molestar a ti”

"😤"

“Que infantil”

No conteste y de repente empezaron a llegar una lluvia de emojis.

“¿Tienes novia guapo?, porque creo que estoy enamorada de ti ❤️”

Puse los ojos en blanco.

“si

Conteste en un primer mensaje y luego me arrepentí por lo corto que era.

“En realidad estoy casado. Pronto lo estaré. Mi prometida es bastante hermosa además.”

“ummm puedo ser más hermosa que ella. Además estás solo y luces triste. Yo te puedo hacer muy feliz.”

“Dije que no. Es mi último mensaje.
ADIOS.”

“Espera…”

Y yo esperé.

Solo por favor. Ve al estante que está a la izquierda y saca el libro de cálculo, el más viejo”

Lo pensé.

Por favor.”

Suspire.

Dios, debo estar muy loco.

Me levanté de mi lugar y me dirigí hacia el estante. Ahí estaba, desgastado, grueso y viejo…un libro de cálculo que estaba segura causaba dolores de cabeza.

En cuanto lo tome, una nota cayó de él.

La levanté y en una caligrafía hermosa estaba escrito:

Te extrañe. ¿Tú me extrañaste?"

Mi corazón se detuvo.

No podría ser… ¿Acaso sería?
Mi corazón estaba latiendo tan alocadamente que sentía miedo de que se fuera a detener.

“ Y así es mi amor, transparente y sincero y suave como el otoño…"

Aquella voz, aquella melodía en tonos suaves de una canción que solo se la había cantado a ella. Estaba sonando ahora.

Me giré y solo cuando giré por completo fue cuando las lágrimas estaban bañando mi rostro.

Ella estaba ahí.

Tan dulce, tan bella…tan perfecta.

Mi amada Jiwoo.

No sentía lo que hacía, solo sabía que era lo que estaba sintiendo y así es como en un segundo ya tenía a mi novia en mis brazos y al siguiente la estaba besando.

Un beso urgente.

Sus labios acompasados de los míos, sentir su dulce aliento a menta me hizo caer en la locura. Jiwoo estaba por todas partes. Y no me quería alejar, no quería que terminara. Pero debíamos hacerlo.

Me separé de mala gana y pose mi frente en la suya. Nuestras respiraciones agitadas se combinaban y entonces mis manos comenzaron a delinear el contorno de su rostro. Ella cerró los ojos.

Se veía tan hermosa, tan irreal …

- Estás aquí … en realidad estás aquí.

Ella asintió.

-Estoy aquí, he vuelto.

- No lo puedo creer.

Jiwoo se rio. Y el sonido fue glorioso.

- Soy yo Tae – musitó con una sonrisa traviesa - ¿Qué tengo que hacer para que veas que soy yo?  - pregunto y luego ingreso dos dedos en mi cinturón para acercarme más a ella.
Sus mejillas se tornaron rojas ante su atrevimiento. Y yo de repente lo que sentía era mucho calor.

Y amor… infinitamente amor.

- Te extrañe demasiado mi amor – susurré cerca de su boca.

- ¿Ya vas a besarme? – musitó coqueta – Te he extrañado con locura.

Sonrei.

Quería hacerlo y mucho más, pero estábamos en un lugar tan poco privado. Incluso hasta una chica paso y se fue riendo de lo que vio.

Al diablo con todos, yo necesitaba todo de Jiwoo.

- Cariño, me vuelves loco. Pero incluso ahora y a pesar de que has logrado distraerme con tus encantos – le encaré con una ceja alzada – Estoy un poco molesto contigo.

Jiwoo hizo un puchero.

- No quiero que estés molesto conmigo – dijo poniendo una carita adorable.

Maldita sea, no podía decirle que no a Jiwoo.

La abrace y le di un beso en la coronilla.

- En realidad estás aquí.

Ella asintió.
- Estoy aquí y no me voy a ir a ningún lado. No a menos que vayas conmigo.

- Hasta el fin del mundo mi amor… hasta el fin del mundo.

Me encargaría de hacerlo. De que Jiwoo y yo fuéramos uno solo y que el mundo se enterará de ello.

TOCANDO EL CIELO (KARD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora