Capítulo 42 - Tú y yo

334 24 13
                                    

Ya habíamos estado aquí.
Jiwoo y yo, compartiendo el mismo aire, ambos solos y … en mi habitación.

Traje saliva ruidosamente y mi novia se giró para mirarme con una ceja alzada.

¿Estaría pensando lo mismo que yo?
Nosotros dos…

Jiwoo se acercó a mí con extrema lentitud y su seductora y traviesa sonrisa. Pero mientras más se acercaba más nervioso me sentía.
Por lo que en vez de hacer lo que pasaba por mi mente, que era atraerla a mis brazos y besarla hasta perder la cordura. Lo único que pude lograr fue dar pasos para atrás como un cobarde asustadizo.

Y entonces en un momento Jiwoo poso sus manos en mi pecho, logrando que terminara cayendo sobre mi cama con ella a escasos centímetros de mi rostro.

- Si pones ese rostro, siento como si me estuviera aprovechando de ti – susurro Jiwoo y se veía preciosa tomando el control.

Y así estaba yo, completamente hechizado por su belleza. Había escuchado su comentario si, pero al tenerla tan cerca lo olvidé por completo y solo me centre en ella. En el movimiento de sus labios cuando hablaba y en como me gustaría besarlos.

¿Por qué no estaba haciéndolo ya?

Pasé mis manos sobre su cabeza para atraerla hacia mí y así es como de repente mi fantasía termino por cumplirse.

Sentí la sonrisa de Jiwoo sobre mis labios y me dieron ganas de besarla más y más.  Cómo si necesitara recuperar todo el tiempo perdido o simplemente como si tuviera que memorizar todo de ella.

Sus manos exploraban debajo de mi camisa y eso me hizo desear contemplarla de igual manera. La mire, pidiendo un permiso que estaba concedido desde el primer momento en que ella tomo la iniciativa.

No pude desviar la mirada ni un solo momento, cada movimiento era una danza sensual y adictiva. Poco a poco su blusa termino por ser lanzada al suelo.

- Eres preciosa Jiwoo – era mucho más, era como una diosa inalcanzable que me había elegido a mi… a un tonto afortunado para tenerle entre mis brazos.

Jiwoo se sonrojo y nuevamente me acerque a ella para posar mis labios sobre los suyos. Podía sentir su cuerpo semidesnudo pegado al mío, su suave piel entre mis dedos mientras me deleitaba en acariciarla lentamente.

Yo podía vivir siempre de su recuerdos. De su perfume….
Solo de sus abrazos.

De sus hermosas sonrisas.
Lo quería todo de ella siempre… siempre…

Y necesitaba saber si ella deseaba lo mismo que yo.

Si soñábamos con un futuro donde estuviéramos involucrados los dos juntos, por un largo tiempo… por sobre toda la eternidad.

Y así, mientras permanecíamos unidos de esta manera, mis pensamientos no podrían estar en otra dirección que no fuera cubierta por su nombre.

- Jiwoo – susurré entre beso y beso.

- ¿Si? – musitó y me pude ver reflejado en sus bonitos ojos negros.

- ¿Saldrías conmigo esta noche? – mi pregunta había sonado como a una súplica . Cómo si de repente ella fuera a despertar de un sueño en donde yo no estuviera incluido.

Jiwoo ladeó la cabeza con confusión.

- Sabes que si

Sonreí, lo sabía.

- Solo quería asegurarme – le dije coqueto

- ¿Tan seguro como te tengo ahora?- pregunto traviesa y entonces pasé mis brazos alrededor de su cintura y la atraje a mi.

- Tal vez mas – conteste y Jiwoo mordió su labio.

Que afortunado era.

Pero justo cuando pensaba que mi vida era perfecta. La puerta se abrió de golpe y con una rapidez que me impresionó, tome a Jiwoo y la cubrí entre mi pecho.

Y entonces escuché los gritos de sorpresa de BM y Somin.

- Dios, hombre … que carajo … - soltó BM con un montón de malas palabras y luego se detuvo.- espera…es Jiwoo. ¿Somin, es Jiwoo?- la aludida asintió.

- ¡Estamos tan felices de verte por aquí! – soltó un muy contento BM, que parecía no darse cuenta de la situación.

- ¡Salgan de Aquí! – les grite y termine por cometer el error de lanzarles la blusa de mi novia. Que le cayó en la cabeza a BM y termino por comprender lo que pasaba.

- ¡Jesucristo! – soltó y luego me arrojo de nuevo la blusa como si de veneno se tratará, y así, tomando a una Somin muerta de la risa y salieron por la puerta.

- Que maña de no cerrar la puerta – soltó Somin a regañadientes antes de salir, pero pude escucharla.

- Estoy muy avergonzado – le confesé a Jiwoo, pero ella solo soltó una carcajada.- Oye…

- Ha sido muy cómico , aunque ahora el que estaba a la defensiva has sido tú, que bueno que no me lanzaste de la cama como yo lo hice en su momento – dijo y se rió.

Recordé el dolor de mi trasero al ser lanzados tres veces al suelo.

- Prefiero lanzarme al suelo primero que lastimarte – le solté.

- Mi héroe – musitó y yo bufé poniendo los ojos en blanco.

- Oye – dijo mientras se apartaba de mí y se colocaba su blusa . La miré embobado hasta que la capte mirándome y ambos nos sonrojamos ante lo que estuvimos a punto de hacer.

- Me compraré un departamento- solté – será solo para nosotros.

- ¿Me estás sugiriendo que me mudé contigo? – pregunto sorprendida.

¿Qué estaba pasando conmigo?
Esto no tenía que suceder así, parecía que le estaba ofreciendo una relación libre o algo por el estilo.

-¡Nooo! – solté con rapidez y ella encargo una ceja.

-¿No me quieres ahí? – pregunto y yo quise morir . ¿Por qué carajos era tan torpe?

- Te quiero en mi vida, de eso no tengo duda.

- Eres tan dulce – gruñi por su comentario, pero me vi recompensado con un dulce beso suyo. – Vayamos a ver a los chicos, los extrañe muchísimo.

Sonreí de mala gana. Pero la complací.
Salimos justo en el momento exacto en que BM y Somin platicaban.

-… y entonces abrir mi puerta y encontrarme a mí compañero de cuarto en una escena porno, no era nunca una opción… -  termino Matt cuando cerramos la puerta y este salto asustado.

Iba a matarlo.

- Jiwoo, que bueno es verte vestida, digo de vuelta de nuevo – dijo

soltando una sonrisa que desapareció cuando me miró.
Un moretón en su rostro, no le dañará la vida, ¿Cierto?

- Yo los eche de menos – exclamó Jiwoo pasando por alto el comentario  y luego los abrazo a ambos.

- Nosotros también – le dijeron con cariño.

Éramos una familia completa de nuevo. Eso me hizo sonreír a mí también.

- Lamentamos lo de hace un rato – soltó Somin- pensamos que Jseph estaba atentando con su vida o algo. No que estuviera a punto de morir por convulsión espontánea.

- ¿Cómo que atentando con su vida? – pregunto Jiwoo y sentí miedo cuando me miró.

- Porque él te extrañaba demasiado, es obvio – dijo BM en mi ayuda y poso su brazo alrededor mío. Yo asentí en respuesta.

- Te debo una – le murmuré entre dientes.
- Y que lo digas – contesto.

- ¿Podemos invitarlos a cenar y posponer nuestra gran cita? – me pregunto Jiwoo con ahnelo. Ella en realidad deseaba salir con todos.

- Eso suena increí… - intento decir Matt pero le propone un puñetazo en sus duros abdominales que apostaba me terminó doliendo más a mi que a él. – No podemos, definitivamente, estamos muy ocupados.

Y yo que creía que era un excelente actor.

-Si, esa cita debe ser muy importante , así que porque no la disfrutan como lo tenían planeado. ¿Puedo ayudarte a escoger un bonito vestido ? – sugirió Somin a Jiwoo que acepto encantada.

Agradecí mentalmente a mis amigos.
Ellos intuyeron cuan importante era este momento para mí, lo tenía planeado desde el momento en que Jiwoo se alejó de mi lado. Pues en ese instante supe que debía estar con ella en las buenas y en las malas y por eso es que nuestra promesa tendría que ser dicha a los cuatro cielos.

Pues hoy, el día de su regreso. Sería el día en que oficialmente me atrevería a pedirle a Jiwoo que se casara conmigo.

TOCANDO EL CIELO (KARD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora