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-¿¡Dónde estabas!? -Pregunta un tanto furiosa tu hermana- ¡Charlotte y yo te hemos buscado durante dos horas,____!

-Estaba... Arreglando unos asuntos.

Un regaño era lo que menos querías en éstos momentos.

Te sentías fatal, tu puño aún dolía y querías dormir sin interrupción alguna.

-¡No vuelvas a hacer eso!

Intentaste irte, pero tu hermana te tomó del brazo impidiendo tu paso.

-Entiendo que no te importemos, pero tú sí nos importas,______. Al menos haz el intento de no asustarnos así... De no preocuparnos así.

Suelta tu mano, pero no avanzas.
Tal vez no era el momento de decir lo que dirías, pero necesitabas decirlo.

Necesitabas su ayuda.

La necesitabas.

-Jessica. -La contraria te mira- No me importa si va en contra de una regla o algo similar, pero quiero entrar lo antes posible al CCG. Aunque tenga cierta inexperiencia, no quiero estar cuatro años estudiando a los Ghouls, quiero luchar YA.

-Como si fuese tan fácil, _____.

La miras casi rogando con tu mirada, querías ir tras Kaneki lo antes posible.

-Mañana hablaré con el jefe. Creo que tienes que matar a un Ghoul primero. -Matar, esa palabra que causaba escalofríos en ti- ¿Te crees capaz de hacerlo?

Asientes fingiendo seguridad.

Pero tenías miedo, miedo de matar a un Ghoul.

Jess te mira detenidamente.

-Entonces, entrena ahora mismo. Mañana nos vamos a las oficinas del CCG. -Aún te examina con la mirada- Mañana será tu prueba.

Querías dormir, pero querías entrenar.

Te quejaste a gritos internamente y bajaste al sótano, su sitio de entrenamiento.

Comenzaste a girar tus cuchillas en tus dedos, pero terminaron en el suelo.

-Así no lo lograré.

Y seguiste, practicando pequeñas pero difíciles cosas que tu hermana te había mostrado.

Tus ojos ardían del cansancio pero no te permitirías descansar.

<...>

El tsundere de cabellos azules miraba con molestia al albino, el cual leía y bebía su café con tranquilidad, como si nadie más que el estuviese en la habitación.

Mordió su dedo de la furia reprimida que sentía y se dirigió a la ventana.

-Oye, Ayato. -Llama el albino al contrario-

-¿Qué quieres? -Responde el otro con disgusto-

-¿Has hablado con _____?

-¿Eh? No, no es fácil de cualquier manera.

-... Es linda, ¿cierto?

-Recuerda que fue mi novia, idiota. No quiero que estés cerca de ella.

El albino hizo caso omiso a lo dicho.

Él se había enamorado, y nadie haría que esos sentimientos se fueran.

-Si, fue tu novia. -Susurró sonriendo- Pero... ¿Ella realmente estaba enamorada?

Rota (Kaneki Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora