50 consejos para olvidar a un chico

The lie

Nunca olvidaré aquel día, el día en el que fui consciente de lo inocente que fui al salir con aquel chico.
Era lunes 21 de abril, era el momento que llevaba esperando desde hacía dos meses. No podía esperar más, quería verle, quería sentir sus abrazos, sus besos, su voz.
Me puse lo mejor que tenía para estar guapa para él. Salí corriendo por la puerta y me fui directa para su casa, quería darle una sorpresa, era el día de nuestro aniversario, hacia un año desde que salíamos.
Iba caminando con la mirada al frente, con orgullo y dignidad, rebosaba de felicidad y mantenía una sonrisa constante.
No veía el momento de llegar a su casa. Por fin llegué a aquella casa que me había hecho vivir tantas emociones, tantos buenos momentos, que me había hecho sentir feliz... Aquella casa que jamás olvidaré.
Cojí la llave y la metí en la metálica y pequeña ranura.
Abrí la puerta y subí a su habitación. Agarré el pomo y lo empujé hacia abajo, no podía abrir la puerta. Piqué en el centro de ella y nadie contesto. Solamente escuche unos susurros.
-Alex? Estas ahí?.-Dije preocupada.
-Si, espera por favor.
Esperé un par de minutos y por fin apareció con aquellos ojos verdes, aquel pelo castaño, aquella sonrisa picara y aquella voz tan perfecta.
-Alexis...-me dijo inquieto.
-Alex!!!.-Le dije aferrandomé a su cuello.
Me devolvió el abrazo pero tenía la sensación de que intentaba evitar algo.
-Felicidades.-Le dije susurrando.
-Gracias.-Y empezó a mirar a los lados.
-Sucede algo?
-No, nada.
Entré en su habitación y de repente me tiró en la cama y me besó.
Seguimos así un rato hasta que noté que la tensión que tenía se había ido.
-Y esto?-dije algo desorientada a la vez que feliz.
-Un regalo que te quería dar...
-Te quiero.
-Yo a ti siempre, nunca te dejaré ir.
-Te apetece ir al cine?
-Claro, pero espera que me cambio.
Cogió ropa del armario y se empezó a cambiar, yo me giré y me puse a divisar la calle.
De repente la vi, era una chica morena, delgada, con los ojos color avellana, que iba con la ropa mal puesta y salía de esta casa.
-Alex....
-Sí?
Me quede callada pensando en la manera de hacerle la pregunta...
-Que pasa?
-Acabo de ver a una chica salir de esta misma casa.
Se quedo de piedra y no supo que decirme.
-Quien era?
-Era... Mi prima.
-Alex, dime la verdad por favor.
-Que va enserio.
-Entonces tu te enrollas con tu prima?
Se acercó a mi, me giró y me dio un beso.
-Yo solo te quiero a ti, a nadie más.-
Me aparté, le miré a los ojos y supe que mentía.
-Estas mintiendo.
-No
-Alex, dime la verdad.- dije con la voz llorosa.
-Te lo puedo explicar...
-Déjame en paz.
Cojí mi bolso y me fui, me agarro del brazo y me dijo:
-Lo siento
Salí corriendo tanto como pude, con un orgullo y una dignidad por los suelos...
Llegué de nuevo a casa y me encerré en mi habitación.
Mi móvil no paraba de sonar, era él.
Cogí un cuchillo de la cocina e hice una tontería.
Empecé a arrimarlo a la parte de mi muñeca, estaba segura de lo que iba a hacer. Llegué a las venas y lo hice. Mis ojos se me cerraron lentamente, escapando se por ellos la última lágrima.