Advise 6- Don't do a battle

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Me desperté al escuchar el estruendo que emitía mi despertador. Lo agarré y lo lancé contra la puerta con todas mis fuerzas, pero al ser escasas no pasó de unos 50 centímetros, lo miré más detenidamente y costosamente vi que eran las 7:45.
Me vestí a la velocidad de la luz y bajé las escaleras corriendo. Llegué al salón, mi madre estaba con su mejunje de siempre, la di un beso y me fui, se cerró la puerta con una voz:
-Siempre con prisas...
Llegué al instituto de nuevo e hice lo habitual. Me fui a clase y todo transcurrió normal, hasta que llego la clase de química.
Me senté en mi sitio y esperé a Zac pero este no apareció. Continuó la clase y yo cada vez me decepcionaba más.
Término la clase y llego la de historia con aquel profesor....
Zac tampoco se presentó.
Tras terminar la clase me fui a la biblioteca, como siempre, y busqué el libro que Zac había cojido la otra vez.
Buscaba y buscaba y no aparecía por ningún lado, era como sí hubiera desaparecido.
Me fui de allí muy frustrada y me encerré en los baños (eran lo mismos para chicos que para chicas...), me encontré con una escena aterradora: había un chico tirado en el suelo alrededor de un charco de sangre y jadeando. Me acerqué corriendo a él y me di cuenta de que aquel chico era...Zac!
-Que...Que te ha pasado?.-Dije temblorosa
Este jadeaba y se retorcía de dolor, tenía la cara llena de magulladuras y sangre.
-Zac... Por favor...
Este seguía sin contestar. Pero logró esbozar una sonrisa.
Le agarré de las muñecas y lo llevé por todo los pasillos a rastras hasta llegar a la enfermería.
Llamé y abrí la puerta. La enfermera al verme me ayudó y me hizo mil preguntas que no tenían respuesta.
-Como?,Que le a pasado?, Donde ha pasado?...
Estaba reprimida y lloraba a sí que me límite a gesticular un "no lo se".
***
Transcurrieron las dos semanas siguientes de una manera diferente, me sentía más deprimida que antes, notaba como sí me faltara algo.
Entré en la enfermería tras finalizar las clases, y me senté al lado de la cama en la que se encontraba Zac.
Estuve un par de minutos examinándole, pensando en que ser tan cruel le había hecho eso, me fijaba en sus facciones deformadas por el hinchazón, aún se notaban que eran perfectas.
-Hola...-Saludó con una voz rota y apagada.
-Que tal?
-Mejor.-Me dijo molestandose un poco por el dolor al recostarse.
No sabía que decir, me límite a sonreír y le miré fijamente a los ojos, estaban hinchados y morados pero brillaban intensamente.
Paso un buen rato hasta que hablé de nuevo:
-Y... que te paso?
-No te debería importar ¿no?
-Pues la verdad es que no... Pero no es así, me importa y mucho.
-Desde cuando te preocupas por mi?
Me quedé callada y recordé que esa conversación ya la habíamos mantenido pero a la inversa.
-Bueno me vas a decir lo que te paso?
-En fin..., me pegaron una paliza.
-Quienes?
-No lo querrás saber...
-Sí, quien?
Me miró con los ojos hinchados y llenos de temor, ira y algún que otro sentimiento escondido, y, con solo esa mirada, comprendí quien fue la persona que le había hecho algo así. Tragué saliva y callé.
-Ee...Bueno yo me tengo que ir.-Dije con la voz casi rota. Creía que el mundo como tal lo conocía se desmoronaba pedazo a pedazo.
Salí tan rápido como pude de aquella habitación.
Al llegar a la puerta de mi casa me encontré con Alex, apoyado en la pared lanzando y cogiendo un mechero, nada más verme, sonrió malévolamente y levantó los dedos formando un 2. Lo que significaba que el llevaba dos puntos y yo cero. Me guiñó y me mandó un mensaje, con dos simples palabras: Jaque mate.
Consejo 6: No hagas una batalla con él, siempre encontrara tu punto débil, siempre.
"No hagas una batalla"
Alexis.
**********
Hola, quería disculparme por no subir capítulo durante mucho, mucho tiempo, las razones son demasiadas, sinceramente, quería subir pero no sabía como continuarla, mi tiempo a sido muy escaso para escribir y no he estado en mi mejor momento.
Os quiero pedir perdón y daros las gracias por leerla y por apoyarme, sois una gran ayuda. Os quiero y gracias.

50 consejos para olvidar a un chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora