Advise 4- Before friends than enemies

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Entré por la puerta del instituto esquivando a todos lo skaters, por sí me encontraba a Zac.
Abrí mi taquilla, girando la ruleta metálica y numerada. Saqué el libro de francés y me fui al aula B7.
Giré el pomo dorado y redondo que se encontraba en la parte izquierda de la puerta y me senté.
Esperé a que entraran todos y la profesora. Era el primer día de francés por lo que no sabía quien venía a clase.
-Bon Jour.-Dijo la profesora posando los libros sobre la mesa.
La clase le devolvió el saludo y se quedo callada.
Se dispuso a escribir su nombre en la pizarra cuando picaron a la puerta.
Esta se abrió y apareció Zac.
-Lo siento...-Dijo entrando.
-Pase, pero que sea la última vez.-Le dijo la profesora en tono comprensivo.
Sólo quedaba un sitio libre a mi lado.
-Queda un sitio libre al lado de la señorita Bianchi.-Le dijo indicando la mesa vacía.
-Genial.-Dije por lo bajo, rondando los ojos.
-A dicho algo señorita?
No conteste, solo me límite a mover la cabeza a un lado y a otro.
Este se sentó y sacó un cuaderno y se puso los cascos.
La clase transcurría y yo no paraba de pensar en lo que había hecho.
Término y tocaba una hora de estudio, o por lo menos a mi y a Zac.
Me fui a la biblioteca, me senté y me dirigí a una estantería a coger un libro que me habían mandando en literatura: 100 años de soledad.
Lo agarré y lo saqué de su sitio, dejando un hueco vacío por el que se veía el otro lado de la estantería. Miré y ví a Zac buscando un libro, llegó a mi parte, intenté apartar la mirada, pero no podía, a sí que seguí mirando. Se dio cuenta de mi y me miró, nuestras miradas estaban penetrantes en el otro, ambos intentábamos apartarla, pero no podíamos.
Tras unos minutos así, conseguí decir algo.
-Que...Que buscas?
-E...e nada....-Se aclaró la voz y prosiguió-Nada que te importe.- y se marchó.
Le seguí y llegamos al final de la biblioteca.
-Se que estas ahí, no soy estúpido.-
Salí de "mi escondite" y me dirigí a su posición.
-Que buscas?.-le dije evitando el nerviosismo.
-Te puedes ir, por favor?
-No.
-Bueno pues mantén la boquita cerrada vale?
-Vale, ahora me puedes decir que buscas?
-No pillas el concepto cerrar la boca no?
-Venga hombre, dimelo y me callo.
-Ya lo verás.
Cogió un libro que contenía muchos recortes de periódicos y se sentó. Lo abrió y empezó a buscar.
-Que buscas?
Me rozó la boca con las puntas de sus dedos y dijo:
-Cállate.
Instantáneamente me calle, el corazón me latía muy fuerte.
Seguía pasando las hojas hasta que llego a una en especial.
El titular era: El único superviviente o algo así.
Leí el artículo costosamente, que decía que un niño de 6 años fue el único que sobrevivió a un accidente de avión.
De repente se cerró el libro y no pude leer más.
Cogió su mochila y se fue. Le intente seguir, pero cuando llegué a la puerta, este se iba por la carretera.
Me fui a mi taquilla y saqué el libro de la siguiente clase. Las clases transcurrieron y yo no hice caso a ninguna. No paraba de pensar en todo lo que había pasado.
Cogí mi bolso y me fui a casa.
Cuando fui a salir por la puerta, alguien me cogió del brazo y me tiró hacia el.
Miré hacia arriba y me encontré con Alex.
-Que quieres?-Le dije furiosa.
-Podemos ser amigos?
-Ni de coña. Esto es la guerra, guapo.
-Ya veo, ya.
Y me fui.
Llegue a casa y escribí en la libreta.
Consejo 4: Sí quieres olvidarte de él intenta hacerte su amiga antes que su enemiga.
"ANTES AMIGOS QUE ENEMIGOS"
Alexis.

50 consejos para olvidar a un chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora