•Amor Enfermizo © • (COMPLETA)

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~Alfonso~

Mi pulso se acelera, al saber que pronto estaré unido a mi bella esposa, como deseaba que llegara de una vez por todas.

Estamos en una de las mejores habitaciónes con la mejor vista al mar, estoy ansioso por besar cada parte de su cuerpo, hacerle mía y que ella sienta él amor que mi cuerpo trasmite.
Camino hasta donde esta, su mirada esta perdida en él mar, puedo notar la alegría en sus ojos, beso su hombro desnudó, su piel se eriza por mi tacto, mi húmeda lengua, suben a su cuello.

Alfonso: Te deseo tanto -susurré mordiendo él lóbulo de su oreja, su cuerpo vibra por cada lamiada a su rico y suave cuello, su olor a flores es embriagante. ¡Dios la amo como no pensé llegar amar!.

Anahí: Poncho- gimió mi nombre bajito al sentir mi aliento muy cerca de su boca.

Baje él cierre de su vestido, con una inmensa delicadeza, este cae al piso dejándome ver un hermosa y escultural cuerpo, mis ojos recorren su cuerpo con total admiración, mi garganta esta seca y mi corazón brinca por esta mujer, la amo como un loco enfermo.

La gire a mi, al nuestras miradas encontrarse, note un leve rubor en sus mejillas, bajo su cabeza tímidamente, coloque una mano en su barbilla, la levanto con suavidad le Sonreí, ella me devuelve la sonrisa con un deje de nervios, muerde su labio con un gesto de inocencia, sin poder contenerme mas la levanto en mi brazos depositándola sobre la acogedora cama, la despojo de su ropa interior y de la liga con cinto.

Mi pulso se acelera al ver su piel blanca, sus redondos y apetecible senos.

Oh dios este es él mejor templo que he visto en mi vida.

Muerde su labio, provocando en mi una excitación demente, me despojo de mi molesta ropa, sus ojos se abrieron de gran manera al ver mi producto. Sonreí orgulloso de haber nacido con semejante producto.

Me incline para acariciar su mejilla, la cual aun seguirá ruborizada, bese su rostro con vehemencia, estoy demasiado ansioso, al borde del colapso por sentir su piel juntarse con la mía.

Alfonso: Te amo mucho, bonita.

Anahí: Yo también te amo mi amor.

Bese su mejilla, baje hasta su húmedo y suaves labios mordisqueo a cada lado, sus delgadas manos se enredan en mi cuello, lame su labios con suavidad, adentro mi lengua en su interior, él beso se torno excitante, podía sentir como trataba de respirar, juro que me moría por estar dentro de ella de una vez, pero sabia que ella no es mujer de experiencia, no hablamos de nuestro primer amor, pero ella me contó que ya tuvo su primera vez, solo fue una vez. Y ahora seré yo él que haría que se olvidará de esa vez, solo recordara lo nuestro, la haré sentir mujer por completa.

Solté sus labios para dejar besos húmedos por toda su suave piel, llegar hasta sus redondos pechos, masajee uno con las yema de mis dedos, estos están erguidos por la excitación, mi boca chupa él otro pezón rosado, las lamo deleitado, sus manos acarician mi cabello, su piel esta erizada, gimió bajito, su espalda se arqueaba por él placer, deje su pezón pero antes los lame a ambos, baje por su plano vientre chupando con ganas de morder y dejar mi marca.

Anahí: Al- Alfonso - jadea al sentir que mi boca viajaba hasta su hermoso templo.

Alfonso: ¡Dios Anahí! Eres él ser mas hermoso que mis ojos hayan vistos - dije sincero y con él pulso acelerado.

Abrí sus piernas con delicadeza, baje la cabeza  y bese su muslo y luego bese su intimidad, varias corrientes eléctricas se instalaron en mi estomago, mi pene se encontraba apuntó de explotar, pero aun faltaba, tengo que dejarla muy excitada para explotar su interior, tenia que ser cuidadoso, ya que solo fue una vez que ella lo hizo ya hace años, eso fue lo que me contó.