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Alfonso

La vida para mi ya no tiene sentido alguno. Descubrir que tengo una enfermedad maligna, me aterro.

Él médico realizo varios exámenes y resulta que tengo un tumor en él cerebro. Le pedí que no le dijera nada a mi esposa para no preocuparla a ella ni a mis padres u hasta que se repita los exámenes para un diagnóstico seguro.

Suspiro con tristeza al saber que pronto moriré u quedare en una cama postrado por siempre.

Camino hacia la ventana de mi habitación, la noche esta calma y las estrellas no destellan brillo. Miento soy yo él que se siente que las estrellas están apagadas ya que me encuentro apagado, en estos momentos desearía ser otra persona, con ideales y pensamientos diferentes. Niego sonriendo por mi estupidez de querer ser otro, eso jamas pasaría, soy lo que soy y nada cambiaría.

Anahí: Poncho ¿Que haces despierto a esta hora? - inquiere mirándome confundida.

Alfonso: Nada que te importe - le respondo con frialdad. Subo a la cama dándole la espalda, sin embargo ella me abraza y me pide que no le diga ese tipo de palabras.

Anahi: Lo que me has dicho en la tarde no lo vuelvas a decir ya que me haces pensar peores cosas.

Alfonso: Solo fue una broma - mentí para no meterle mas leña al fuego. Lo cierto es que pronto ella estará libre de mi.

Anahí: Parala entonces, esas bromas son demasiadas fuertes - musitó abrazándome mas fuerte. Solte su mano en mi cintura y gire mi cuerpo para verla, sus ojos azules lucen llorosos y eso me hace sentir culpable y lo peor de todo es que la sigo tratando mal por pensar lo peor de ella.

Se muy bien que Anahí no me esta mintiendo, seguro y él muy perro la drogo, lo que mas me enfurece es saber que ella acepto su bebida y estuvo animada a su lado.

Dios mio necesitó averiguar si realmente él se aprovechó de ella en su estado de inocencia pero a la vez no deseo descubrirlo eso me provocaría matarlo, lo malo en mi inseguridad es desquitarme y darle lugar a mis celos enfermizo.

¡Mierda! ¿Que debo de hacer, para olvidar todo lo ocurrido esa noche?.

Anahí: ¿Por que me miras de esa manera? - pregunta nuevamente, sacándome de mis pensamientos.

Alfonso: Te amo - digo sincero y luego tomo su mejilla uniendo mi labio con la de ella en un beso ansioso y desesperado, coloque una mano debajo de su pijama, toco su intimidad provocando que su cuerpo tiemble.

Anahí: Poncho - susurro excitada, quito su molesta pijama y luego su ropa interior, seguido me desvisto rápidamente, rozo mi erección encima de su sexo, la otra mano la utilizo para amasar su hermoso pecho ya ergido.

Alfonso: Deseo sentir tu calidez - digo empezando entrar en su interior, mi lengua baja por su cuello mojando su piel, llego hasta sus pezones y los chupo deleitado.

Nuestro fluidos se exparcen al rededor de la suave sabanas, mi cabeza me punza, pero no pienso parar este marivolloso momento al lado de mi mujer.

Anahí: ¡Ah! - jadea cuando mi pene sale y entra con suavidad, muerdo su labio provocando que sus fluidos mojen mi pene a cada segundo, es incontables las veces que ha terminado y aun sigue, eso me excita mucho mas.

Alfonso: Eres una delicia mi amor, te amo tanto. Deseo permanecer a tu lado por siempre - susurro sobre su boca, sus ojos se abren y me miran pero hago que lo cierre mientras la embisto y juego con sus pechos.

Él orgasmo llega deliciosamente, ambos concluimos en un grito satisfactorio que nos deja con la respiración agotada y él corazón bombardeando. Salgo de su interior, sin querer decir nada, pego su cuerpito junto al mio, besando su frente, cierro los ojos quedando dormido por él delicioso momento

•Amor Enfermizo © • (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora