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Alfonso.

Maldita, si eso es ella, le di mi amor puro y sincero y me paga de la peor manera, revolcándose con otro, pero esto no se queda asi, la haré sufrir y jamas la dejaré ir del infierno en él que la voy someter.

Aparcó mi coche frente de la editorial, bajo con la frente en alto y con la cara dura, él día de hoy me desquitare con todos a mi paso...
Subo por él elevador sin ni siquiera saludar y me importa poco lo que digan y piensen, mis nudillos arden por la fuerte golpiza que le propine al imbécil del tal Nicolás. Por suerte Marcos localizo su departamento y luego a ir en su busca, lo encontré con la chica que vi esa maldita fiesta me abalance sobre él proponiéndose varios golpes en su quijada, supongo que tendrá que gastar mucho en él destista para reparar sus cochinos dientes.

Entro a mi despacho y con palabras duras le ordeno a Ingrith que me pase los libros a corregir, bufo molesto al ver que sigue de pies frente a mi.

Alfonso: No piensas ir por lo que te ordene o seguiras de pie como una tonta mirándome como si yo te debería algo - espeto serio. Sus ojos negros se agrandan por mi forma dura de hablarle, le hago un ademán señalando la puerta para que se retire, en estos momentos no soy la mejor compañía para nadie, la única que tal vez puede hacerme sentirme diferente es mi madre, ella y nadie mas.

Las horas pasan y sigo en mi labor diario, no me siento bien pero debo concentrarme en leer los libros de la autora que escribió «El verdadero amor», tengo que corregir algunos detalles y dar lo mejor de mi. Suspiro aturdido por toda esta mierda, al finalizar término de guardar todos los detalles y cambios en la computadora, me reuniré con ella para darle mi opinión.

Saldo disparado de la editorial, son mas de las 6 de la tarde y lo único que deseo es perderme un poco y ya se cual sera él mejor remedio para olvidar un poco él engaño de la mujer que amo.

Me pierdo en la calles de Managua, él sonido de mi móvil interrumpe él silencio que me daba paz, al ver que se trata de la hipócrita de mi esposa cuelgo la llamada y lanzó él móvil a la silla del copiloto, aprieto él volante con todas mis fuerzas, acelero a toda velocidad sin importar que el jodido semáforo este en rojo... A la media hora llego a mi destino donde pasaba muchas veces relajandome y olvidándome de mi dura realidad en cuanto a los engaños y otras cosas que no mencionaré ya que soy capaz de cometer una locura.

--- Pensé nunca volver a verte dragón - susurra ivonne ladeando la cabeza y señalándome su acogedora casa.

Entro al interior y él olor a mariguana inunda mis fosas nasales, tomo lugar en él sofá, quito mi saco y luego desabrochó la corbata.

Ivonne: ¿Que te trae por estos lados querido? - cuestiona con la voz melosa se sienta ahorcajadas sobre mi, restregando su trasero. La miro fijamente y me río a carcajadas, ella piensa que la voy a follar como antes, pues no eso jamas volverá a suceder ya que a pesar de la mierda de mujer que tengo, yo no sería capaz de devolver lo que ella si me hizo, no soy de esos, además no tengo deseos de nadie mas que ella. ¡Maldicion!.

Alfonso: Lo unico que deseo es que me vendas lo que tanto me gusta, nada mas o que mas podría ser - le cuestionó sacándola encima de mi.

Ivonne: Hum bueno pasarla rico como antes ya sabes - levanta ambas cejas con coquetería.

Alfonso: No eso para nada nena, preparame varios poros y él polvo, que sea ahora mismo no tengo tiempo de hablar contigo.

Caminando cortoneando su trasero, niego mientras saco mi móvil que suena como un desquiciado. Una idea cruza mi mente, seria muy bueno que ella piense que la estoy engañando, dejo que suene varias veces, veo Ivonne venir con las drogas le pido que gima como si estuviese llegando a un orgasmo, ella frunce él ceño debutativa pero me hace caso y gime, él móvil vuelve a sonar y le hago señas para que prosiga.
Respondo la llamada y sin decirle nada dejo que escuche y piense que la estoy pasando muy bien, puedo oír sus sollozos pero me digo mentalmente que se lo merece por puta. Ella cuelga y con un nudo en la garganta le ordeno a Ivonne que pare su show.

Ivonne: No me digas que le quieres dar a creer a tu esposa que estas con otra.

Alfonso: Puedes prender la música y largarte a otro sitio, cuando acabe te pago y me largo - mi voz suena fría.

Ivonne: Uy que humor papasote, entonces goza del polvo y de la mariguana que eso te ayudara a despejar la mente, ya sabes si deseas follarme estaré en la habitación con las piernas abiertas.

Alfonso: Te quedarás esperando como la loca del muelle de samblas, ya que yo no tengo ganas de meter mi pene en esa vagina usa o mejor buscate un vibrador.

Su frente se arruga, me mira expectante la ignoro y empiezo a consumir las drogas que me ayudaran a olvidar la infidelidad de mi esposa, al menos por esta noche.

No se que hora es solo se que conduzco como un maldito loco, miro con los ojos turbios miro la hora, las 3:15 de la madrugada. Llego a mi casa dejo él coche mal estacionado, le lanzo las llaves a uno de los guardias, camino hasta la puerta de mi casa y empujo con mucha potencia, arqueo las cejas cuando Marcos se acerca  y abre la puerta con la copia de llaves.

Subo las escaleras de dos en dos, entro al interior de mi oscura habitación, me fijo en la silueta de Anahí, ella esta hechada obvio sobre la cama. Quito mis zapatos y luego toda mi ropa camino hasta él baño y con él cuerpo tenso y sudoroso dejo que él agua corra por mi dura piel.

Salgo en vuelto con una toalla, me acerco a mi esposa y de un rápido movimiento me subo encima de ella, sorprendiéndola.

Anahí: Poncho sueltame yo no se de donde vienés y...

Alfonso: Que cree usted señora falsa...Que hace uno a estas ahora, preguntate ya que tienes la respuesta a ti misma.

Cubre su cara y llora amargamente, mientras que yo empiezo a quitar su pijama dejando besos húmedos por todo su pecho ella llora mas fuerte sin embargo sigo mi recorrido hasta llegar a su entrepierna, frotó mi pene encima de su clítoris y luego la penetro.

*****

Abro los ojos con pesadez, casi no recuerdo la noche de ayer pero se que vine seguro y eso es lo mas importante, me fijo en él cuerpo de mi esposa ella duerme abrazada a si misma, deslizo la sabana que cubre su cuerpo, me quedo petrifico al ver los moretones en su pierna y brazos.

¡Maldita sea me odio a mi mismo por hacerle esto, pero ella me engaño y se lo merece por zorra!
Me levanto de la cama con mil demonios dentro de mi, debo controlar mis impulsos o quien sabe que pueda pasar. Al finalizar la ducha salgo y la miro sentada con la cabeza baja, actuó indiferente con ella, camino hasta mi closet y busco que ponerme.

Anahí: Te juró que nunca te engañe, él puso algo en mi bebida y tu si ayer estabas con o....otra cierto? - la miro fijamente y me río mentalmente por sentir que la amo y le debo creer pero luego río a carcajadas escogiendo los hombros.

Alfonso: Diría que ya estamos a mano ¿no lo crees querida esposa? Y bueno otra cosa, ve a tomarte una ducha que hueles a sexo loco, bajemos a desayunar, después aclaremos todo esta mierda que según tu te drogaron para poder cogerte - le digo burlesco.

Me visto con un jeans rasgado y polera rayada, calzo mi bans y salgo de la habitación azotando la puerta.

Amada mía ahora conocerás al verdadero Alfonso Herrera.





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•Amor Enfermizo © • (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora