Densa oscuridad...eso es todo lo que esa persona podía ver. Su mente sumergida en la inconsciencia no distinguió que estaba cayendo en picada directa al suelo con una gran rapidez.
Y un gran estruendo fue todo lo que se pudo escuchar, incluso a kilómetros del lugar del impacto.Minutos después del impacto, esa cosa o mejor dicho esa persona, empezó a recuperar la consciencia lentamente. Esperó unos minutos al abrir los ojos, pues seguía aturdida por el impacto, tenia la vista borrosa y el zumbido en los oídos no la dejaba reincorporarse.
Mientras esperaba la recuperación de sentidos, la mente de aquella persona divagaba hasta los sucesos que la llevaron hasta esta situación.
~FlashBack~
Se encontraban dos mujeres en un amplio laboratorio, una pelinegra quejándose ya por milésima vez y una peliazul intentando seguir con su experimento y pidiéndole ayuda a la pelinegra, y aunque ella se quejaba, realmente los halagos de parte de la amiga hacia que se quedara, prometiéndose que seria la ultima vez que la ayudaría, aunque muy en el fondo, sabia que no lo seria .
Estos halagos consistían en enaltecer su gran conocimiento acerca de la tecnología alienígena, y en palabrerios como que solo ella podría ayudarla y que nadie se comparaba a ella.Un chantaje muy astuto de parte de la peliazul, sabiendo a la perfección que subiéndole el ego a la pelinegra, podría obtener de ella exactamente lo que quería.
Se centraron en un amplio control del sistema, controlaron los reguladores de temperatura y que cada pieza cumpliera su función, venían trabajando en este "proyecto" desde hacia semanas, el cual consistía en una máquina que pudiera abrir un portal a otra dimensión. Para la pelinegra era algo imposible, pero ya al ver los viajes en el tiempo, empezó a creer que no seria TAN imposible a estas altura de su vida, ya nada la sorprendía, menos si es que venia de parte de su amiga peliazul que era tan inteligente, si ya había creado una maquina del tiempo, y funcionó, ¿Por qué esta no funcionaria? tenia una pizca de esperanza, pero su lado desconfiado le dijo que no se confié y que este alerta en todo momento.
Aunque dicha pelinegra solo aceptó ayudar bajo la excusa de encontrar a alguien muy fuerte en esas dimensiones y probar su fuerza con cualquier ser vivo que se hallara tras ese portal, lo único que le daba fuerzas para seguir soportando constantemente a la peliazul. Pero el hecho de imaginarse ampliando sus conocimientos en técnicas de combate la emocionaba tanto que su ki se alborotaba, pero debía contenerse dado que esto fue un secreto con su amiga, ella seria la primera en poder cruzar y explorar aquella dimensión que se presentara.
– Sharotto-chan, pásame un destornillador – Dijo Bulma desde abajo de la gran máquina estirando el brazo y extendiendo la palma.
– Sabes que no soy tu sirvienta no? Que falta de modales, ahora ya se por que Trunks es tan maleducado – Dijo inexpresivamente. Le entregó el destornillador en la mano y volvió a su trabajo. Lo cual era observarla pues su parte estaba hecha.
– Discúlpame, pero te recuerdo que Vegeta es el padre de Trunks, a quien crees que iba a sacar los modales, tan solo mira esa cara de gruñón que trae todo el día hahah, de mi sacó la inteligencia. – Bulma se reía mientras se alababa asi misma por su inteligencia.– Bueno, es innegable que es hijo de Vegeta, tan solo con mirar el ceño fruncido es sabido. – Dijo con una una mueca que podría llegar a describirse como sonrisa.- Es como ver a Goten, son dos gotas de agua con el inútil de Kakarotto, diría hasta lo tonto, pero se nota que a él lo crió Milk-
– HAHAHA, si, en eso tienes toda la razón, Milk hizo un gran trabajo, y Goku a pesar de un cabeza hueca también hizo lo que pudo – Mientras las mujeres hablaban, Bulma se encontraba todavía haciendo los últimos arreglos.
ESTÁS LEYENDO
Una Saiyajin en Konoha
FanfictionSharotto es una Saiyajin que llegó a la tierra luego de la resurrección de Freezer para matarlo pero llegó luego que Goku lo matara. Ella se queda en la tierra y se encariña con la mayoria, forma un vínculo con Goku. Vive con Vegeta y Bulma, ella a...