Kurama

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Con los primeros rayos de luz se fue despertando, ella aprovechaba al máximo los rayos del sol.

~Es un lindo día, hubiese sido un buen dia para ir con los niños al bosque~ pensó con tristeza, a ella realmente le gustaba pasar tiempo con Trunks y Goten.

Alejó todo eso de su mente y giró su rostro para el lado derecho encontrándose a Naruto desparramado en el piso roncando, aunque ella no estaba en mejores condiciones igual, sd había despertado con la boca abierta y las piernas abiertas solo tapada la derecha, no podía juzgarlo en lo absoluto. Al parecer todos los sayans eran igual de despatarrados para dormir, excepto Vegeta que el duerme como todo un príncipe dado que era el que más modales tiene de los 3.

Se sentó en la cama y estiró su espalda junto con sus brazos dando un pequeño quejido, escuchó como sus huesos sonaban tras los estirones, soltó un pequeño gemido de relajación.

~Necesito los masajes de Bulma~ - Pensó inmediatamente para después bajar la cabeza decepcionada al acordarse que aquí no estaba y que tardaría en volverla a ver.

Se levantó y pasó sobre Naruto, "sin querer" le pisó el estomago a lo que el se despertó gritando, hizo oído sordo a sus quejas y se dirigió al baño.

Terminó de hacer sus necesidades, se lavó la cara y los dientes, intentó arreglarse un poco el pelo y empezó a vestirse, había visto algunas vestimentas al pasar por la aldea así que trató de crear algunas cosas pero solo le salió un pantalón negro que era desde unos 8 centímetros arriba de tobillos y hasta abajo del obligo, tenia elástico así que no se caería, creó unos vendajes que se los puso en los pechos, arriba un estrapple​ negro ajustado que tapaba los vendajes y arriba un top azul oscuro, parecía una musculosa chiquita dado que le llegaba un poco mas arriba del ombligo justo donde terminaba el estraple, no tenia mangas pero decidió crear unos guantes negros junto con unas botas negras hasta 5 centímetros arriba del tobillo.

Salió del baño con cara seria ya que Naruto hace un rato estaba golpeando la puerta para que saliese, él estaba parado frente a la puerta con sus manos en sus partes intimas, el pobre rubio ya no aguantaba más.

- Al fin Sharotto-chan, ya no aguantaba mas'ttebayo. ¡¡AHORA CORRETE!! - Finalizó empujándola y entrando rápido al baño, al entrar miró la puerta con el ceño fruncido, unas enormes ganas de golpear la puerta y destruirlo la invadieron pero la verdad se quedaría sin casa donde dormir y tendría que pagarla ella y el problema es que no tenía con qué, se tuvo que contener.

Se fue echando humo por las orejas hacia la cocina donde se dio cuenta que no había nada para desayunar y ella estaba muerta de hambre, maldijo a Naruto en voz baja, fue a donde estaban sus cosas y vio cuanto dinero tenia, solamente había monedas y un billete, lo miró detenidamente mientras lo grababa en su mente cada detalle, analizando el material y una vez que lo identificó se dispuso a crearlo. Dejó el dinero de Naruto en su lugar de nuevo fue hacia la cama y extendió sus manos hasta esta y divisandolo en su mente "billetes de 200 ryo" la cama se lleno de ellos, en su cara apareció una gran sonrisa orgullosa.

Naruto salió del baño suspirando, se oían sus pasos acercarse, la pelinegra estaba ordenando los billetes y contándolos, creyendo que se le paso la mano un poco. Se quedo parado estático viéndola con los ojos agrandados y la boca por el suelo casi.

- Sha..Sha..Sharotto-chan de donde sacaste todo este dinero DATTEBAYO!! - Gritó Naruto alocadamente sentándose junto a ella - ¿Lo robaste? ¿De dónde?¿A quién? ¿Qué hiciste'ttebayo? Tsunade-obaa-chan me va a matar dattebayo!.- Dijo preguntando rápidamente y sacudiéndola de los hombros

- Le lanzó una mirada asesina que hasta Bills-sama lo asustaba y él se alejo de ella - Primero que nada, Buenos días a ti también,Imbecil... - Susurró lo último - Segundo; no lo robé, lo cree con mis poderes, que supongo que olvidé mencionarte - Aclaró, él se tranquilizó dando un suspiro. - Lo tuve que hacer ya que no tenías nada en la heladera, con este dinero vamos a comprar cosas para poder cocinar, si sigues viviendo únicamente a base de Ramen, no creo que llegues muy lejos, así que vístete que iremos a comprar.- Finalizó seria volviendo a juntar los billetes y atarlos en gajos con gomitas que se atrevió a crear también.

Una Saiyajin en KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora