II. You slip through my fingers.

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Tony lo odia, lo odia bastante. ¿Había mencionado que no lo hacía? Pues bien, ahora sí.

Había pasado los tres días buscándolo con la mirada –sólo un poco, porque vamos, es Tony el cool Stark; lo único que le interesaba a él era sí mismo-, sin encontrar algún rastro de él por el instituto. En ese transcurso de tiempo sólo había encontrado el asiento del rockero Barnes abandonado, vacío. Él lo habría dejado pasar, incluso se había alegrado de que el día Jueves no lo encontrase en el salón de clases, ni tampoco en la cancha donde entrenaban los del equipo de fútbol y al parecer Barnes iba a malgastar aire y espacio sin ser partícipe del entrenamiento, con esa desaliñada y vieja guitarra que llevaba algunos días. Aunque él sólo lo sabía porque Janet no paraba de hablar de ello. "Joder, ve y fóllatelo. Cásate con él" era lo que le decía a la muchacha cada vez que empezaba a parlotear de ese. Oh, y no olvidar lo que decía del dichoso capitán. No había manera de callarla cuando los veía entrenar, con el sudor escurriendo por sus cuerpos –como solía remarcar Janet y Virginia le seguía el cuento, porque sí, su querida Potts también se exaltaba por eso, aunque no lo admitiera- y como se marcaban sus músculos.

Era un parloteo extenuante y Tony sólo se limitaba a entornar los ojos cada vez que la conversación se desviaba hacia aquel tema. En cierta parte, en algunas ocasiones, se llegaba a ofender de sobremanera porque no lo adulaban a él, pero todo aquello se esfumaba cuando miraba a Sam "falcon" Wilson. Nadie le prestaba atención. Y, aunque sonara cruel en cierta manera y él fuera el menos molesto de ese grupito, le hacía gracia. Era hilarante.

Volviendo al tema principal, Tony habría dejado el tema de lado, haciéndose el desentendido, si no fuera por la insistente presión que Fury ejercía en él. Cada vez que volteaba por cualquier parte del instituto, de alguna u otra manera, se encontraba "casualmente" con el director. Así que, sí, era un maldito chiste. Lo estaban presionando por todos lados. Incluso se había encontrado un par de veces con la mirada del capitán sobre él. ¿Por qué? Ni puta idea. Todos los que vivían en ese pueblucho donde lo habían abandonado sus padres, –porque sí, vivía sólo con Jarvis y otras personas que estaban a su servicio, pero que de todos modos eran desconocidos para él-, eran raros, extraños. O quizás no, pero a él últimamente le encantaba exagerar alguna que otra cosita. El punto era que estaba hartándose de la situación. No tenía paciencia para la mayoría de cosas y el que Barnes no se apareciera era una de ellas. ¿Cuál era su maldito problema? ¿Acaso creía que se iba a arrastrar?

Quizás esa era su intención, verlo arrastrarse. Tony ni en broma lo haría.

Jodido Barnes.

Ya era martes y Strange no podía callarse. Tony rueda los ojos por quinta vez en esos diez minutos en los que había llegado para asistir a la primera clase de la mañana. Como era usual, sólo se encuentran él, Strange, María, Natasha y Banner en el salón. Apenas eran las 7:45 am y las clases comenzaban a las 8:15 am. El de cabello teñido no puede aguantar la risa. —Stephen, creo que ya no es gracioso. — musita el de lentes, o sea Brucie, vestido esa mañana con un ridículo cárdigan verde y una camisa de cuadros. El descarado de Banner se atreve a reñir al otro cuando se puede ver que también se está aguantando la risa. Genial, son unos idiotas. Tony bufa por ¿Cuánto era? Oh, sí, tercera vez consecutiva.

Stephen Strange, por otra parte, no parece hacerle caso. Sigue divirtiéndose de la situación que no tiene ni una pizca de gracia. —¿Cuál es el chiste, eh? Jodido idiota. — responde Tony, cruzándose de brazos, mientras tironea de su sudadera gris.

—¿Cómo es eso de que James no se ha aparecido desde el día que hablaste con él? — dice Strange, llevándose una de sus grandes manos hasta su boca. Los ojos camaleónicos de su amigo se quedan posados en él, destilando aquella singular malicia que poseía. El castaño niega varias veces, muchas más veces de las habría querido en realidad. Se estaba exasperando por cada gesto que Strange hacía y cada palabra que estaba soltando. Tony tiene bastante claro que está jodido con la situación y que no iba a resultar, sí, gracias. No había necesidad de recalcarlo una y otra vez a cada segundo como lo estaba haciendo Stephen el esotérico Strange.

AU. ❝I'm not over you just yet❞ ✘ WinterIronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora