XXIV. That's the only thing you say when you lost someone.

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Cuando sus ojos se abren al día siguiente producto del sonido de los tres toques en la puerta que hace Jarvis cada vez que va a despertarlo, desea que todo haya sido un maldito sueño o una horrible pesadilla. Salvo que no lo es, para su desgracia. Algunas veces odia tener tan buena memoria, porque son en momentos como estos en que las imágenes del día anterior se repiten dentro de su cabeza como si estuviese viviéndolo todo de nuevo, cuando prefiere pegarse un tiro antes de enfrentar este tipo de situaciones. A Tony en verdad le encantaría evadir lo que pasa por su mente y hacer eso de aquí-nada-pasó,pero no puede. Jamás ha podido hacerlo.

Olvidar no es algo sencillo. Al menos no para alguien cómo él, que puede recordar qué día tía Peggy le obsequió su primer libro o los diálogos de su película favorita. Algunas veces desearía no ser de esa manera, y poder olvidar tan fácilmente como otros hacen y presumen de ello. Un "borrón y cuenta nueva" es algo que siempre ha querido hacer en su maldita vida, pero muy en el fondo; en esa parte sincera, íntima y secreta de sí mismo que suele esconder, siempre ha sabido que no puede y nunca lo hará. Los eventos del pasado y del presente dejan huellas, marcas, trazos que delinean los recuerdos en cada uno. Y la vida, justo en el momento en que está a punto de aceptarlas y superarlas, se encarga de traerle unas nuevas.

Justo como ahora, que cuando estaba a punto de superar y dejar de lado a Rogers y a aquellos que alguna vez llamó "amigos", vuelven a aparecer en su vida como si nada. Como si no hubieran hecho ya lo suficiente piensan regresar. Y eso es lo que más rabia y miedo le da. Saber que ahora, después de todo lo sucedido con Barnes, Natasha y Steve lo más probable es que no lo dejen en paz a partir de este momento, y a eso hay que sumarle a Barton.

Maldita sea.

Tres toques nuevos en su puerta, junto al crujido de la madera al ser pisada, es lo que necesita para soltar un fuerte y resignado quejido. —¿Cómo ha despertado, joven Anthony? — pregunta Jarvis, dando pasos silenciosos por la habitación. La voz del hombre es tranquila y afable, y si no fuera porque ha abierto en un pestañear las cortinas del gran ventanal de su habitación arrancándole un bufido; iluminando todo bruscamente, lo más seguro es que continuaría somnoliento y quejándose mentalmente. —Es una mañana muy bonita la de hoy. El cielo está despejado y al fin se puede apreciar el sol, aunque lo más probable es que el día esté algo frío.

—Demonios, Jar...— se queja él, cubriendo su rostro con las sábanas e ignorándole deliberadamente. Es muy temprano para charlar con tanto ánimo, por un carajo. ¿Cómo es posible que un anciano pueda tener tanta energía a estas horas? —La luz es demasiado molesta, ¿Podrías volver a cerrarlas? Tenme piedad.

—El desayuno estará listo dentro de unos minutos, joven Anthony. — dice Jarvis moviéndose por el amplio dormitorio. Ambos saben que no desayunará nada más que unas cuántas tazas de café, pero aun así el anciano no pierde la costumbre. O más bien las esperanzas. Tony asoma su cabeza entre las sábanas, adaptándose a la luz de un nuevo y jodido día. —Una buena ducha logrará despertarlo por completo.

—Prefiero quedarme en la cama.

—Lo estaré esperando abajo cuando esté listo. — escucha, e inmediatamente él se acurruca aún más en su cama, reacio a dejar el calor y la comodidad del colchón y las sábanas. Jarvis comienza a dirigirse a la puerta y sus ojos siguen la figura alta y estilizada del mayordomo. De pronto una extraña sensación se instala en él al observarlo. Quiere agradecerle por soportarlo y por cuidar tanto de él siendo que nunca ha sido su obligación. Quiere agradecer sus palabras, sus miradas y sus acciones. Quiere agradecerle por tantas cosas, pero se le es imposible y Tony no entiende por qué no puede dejar, por tan sólo unos jodidos segundos, su orgullo de lado por personas que realmente merecen mucho más. Quiere dedicarle tanto con palabras bonitas que quizás Jarvis apreciará, quiere decir tanto y en cambio sus labios se aprietan, formando una fina línea, impidiéndole hablar. —Alégrese, joven Anthony. — dice Jarvis, volteándose bajo el umbral de la puerta. —Es viernes y quizás hoy sea un gran día.

AU. ❝I'm not over you just yet❞ ✘ WinterIronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora