Abie {Ron Weasley}

Capítulo 5

Hoy me levanto temprano a diferencia de otros días, ya que aun tengo que elegir el vestido y demás porque el baile es esta misma noche.
Me levanto sigilosamente para no despertar a mis compañeras de cuarto, pero se ve que no lo he sido lo suficiente, ya que los ojos de Hermione están posados sobre mí.
- ¿De verdad te tienes que levantar tan temprano? Son las seis de la mañana, tienes tiempo de sobra para arreglarte -me dice algo adormilada-.
- Herms, somos mejores amigas desde hace cuatro años, ¿y aún no te has dado cuenta de que me cuesta mucho elegir las cosas?
- Sí, me he dado cuenta, pero como tu mejor amiga te aconsejo que te acuestes y duermas al menos una hora más, yo te ayudaré luego a elegir el vestido -me dice, para luego girarse e intentar volverse a dormir-.
- Media hora, más no -le digo, y tengo el presentimiento de que está sonriendo, porque no suele conseguir hacerme cambiar de idea sobre algo- Y deja de sonreír -ambas reímos-.
Voy hacia mi cama y me tumbo, pero no consigo conciliar el sueño, me quedo pensando en lo que dijo Ron ayer... Y sin darme cuenta, la media hora ya ha pasado y se ha convertido en una, y hasta dos horas. Si no fuera porque mis compañeras han empezado a levantarse no me habría dado cuenta.
- ¡Hermione! Han pasado dos horas, hemos perdido dos horas, ¡son las ocho! ¡Despierta! -le grito, lo que hace que las pocas chicas de la habitación que seguían durmiendo también se despierten-.
Hermione cae al suelo del suelo, lo que hace que me parta de risa, pero al rato se me pasa, al recordar la razón por la que la he despertado así.
- Venga Herms, no hay tiempo de besar el suelo, mañana si quieres os dejo a solas pero ahora tenemos que empezar a prepararnos. ¡Venga, levanta!
- Vale, vale, tranquila... Además, es tu culpa que haya acabado en el suelo... -dice esto último murmurando, para que no la oiga, pero lo hago perfectamente. Aun así, en estos momentos, me hace gracia que me tenga miedo, y hago oídos sordos-.
- A ver, si nos damos prisa aún nos da tiempo a desayunar, además que no me perdería el desayuno del Baile de Navidad por nada del mundo.

Bajamos al Gran Comedor corriendo (casi chocamos con un grupo de alumnos de primero), al llegar ya hay bastante gente, pero localizamos fácilmente a nuestros dos amigos entre la multitud de Gryffindors de nuestra mesa y nos sentamos con ellos.

- Hola chicos -saluda Hermione alegremente mientras yo cojo un plato y me sirvo huevos para luego metermelos rápidamente en la boca-.
- ¿Y a esta que bicho le ha picado? -dice Ron entre risas-.
- Dice que no le va a dar tiempo a prepararse para el baile, se ha levantado a las 6, pero he conseguido que se volviera a acostar
- Y gracias a eso he perdido dos horas de mi valioso tiempo.
- Eh, que yo solo te he dicho que durmieras una hora más. Por cierto, ¿por qué has tardado una hora más en levantarte? Porque durmiendo no estabas, que te he visto.
- Estaba... Pensando -digo posando la mirada durante unos segundos en Ron-.
- ¿En qué? -pregunta esta vez Harry-.
- Pues... En el baile, sí, en el baile. Y hablando del baile, ¿vosotros dos tenéis ya pareja?
- Sí, bueno, yo sí, también le he conseguido una a Ron, pero no ha querido, dice que prefiere ir solo -dice Harry encogiéndose de hombros mientras que su amigo se sonroja-.
- Hermione, ¿nos vas a decir ya con quien vas? -dice Ron, para desviar la atención hacia ella-.
- Primero dinos tú a quién se lo ibas a pedir.
- Bueno, se lo pedí a Abie, pero como ya va a ir con Seamus -contesta quitándole importancia-.
- Pero a mí me lo pediste porque creías que la chica misteriosa te diría que no -Ron se encoge de hombros, pero no puede disimular el rubor de sus mejillas-.
- Bien, pues yo voy a ir con Victor Krum -dice Hermione orgullosa, y yo en río por las caras que han puesto mis amigos-.
- Bueno, venga Hermione, vámonos, que hay mucho que preparar -digo aún entre risas-.
Y nos vamos a nuestro cuarto, dejando a nuestros amigos aun sorprendidos.

Ya es la hora del baile, Hermione y yo nos hemos pasado todo el día preparándonos, yo ni siquiera he bajado a comer (pero Hermione me ha subido algo).
Me miro en el espejo y sé que ha merecido la pena no ir a comer. Llevo un vestido de tirantes anchos ajustado por la parte de arriba hasta la cintura y que cae hasta los pies, es liso y de un azúl claro muy bonito con unos tacones a juego. Llevo el pelo suelto y ondulado, con una cinta del mismo color del vestido.
- Uau, estás guapísima Abie -me dice Hermione y yo la veo en el reflejo del espejo detrás de mí-.
- Tú estás preciosa, Herms.
Bajamos las escaleras que dan a la sala común, donde nos esperan Harry (con Parvati) y Ron (solo), y donde a mí debería esperarme Seamus.
- Estáis guapísimas -nos dice Harry, por lo que recibe un codazo por parte de Parvati-.
- Gracias Harry, vosotros también. Y me gusta mucho tu vestido, Padma.
- Soy Parvati... -me dice entrecerrando los ojos-.
- Perdón, es que sin las túnicas no os distingo.
- Bueno... ¿vamos? -nos pregunta Ron-.
- Ir yendo vosotros, yo aun tengo que esperar a Seamus -digo buscándolo con la mirada entre los estudiantes que están en la sala común-.
- Vale, ahora nos vemos Abie -se despide Hermione-.
Ron se queda un rato en el borde del cuadro, mirándome, para después de un rato irse con los demás.

Llevo casi una hora esperando a Seamus en la sala común cuando aparece Dean, su mejor amigo, con el que me llevo bastante bien.
- Hey Dean, ¿sabes donde está Seamus?
- Joder, no me digas que no te ha avisado...
- ¿Qué? ¿Avisarme de qué?
- Joder... -vuelve a repetir, y veo que se empieza a enfadar- Ayer Seamus, no sé bien porqué, decidió que no quería le ir al baile de Navidad. Te juro que le dije que avisara, pero no me escucha y... Lo siento.
- Da igual Deán, no es culpa tuya, pero gracias por... ¿avisarme?
Dicho esto salgo de la habitación, algo triste, para reunirme con mis amigos.
Seamus ni siquiera me gustaba, pero me siento muy mal por dentro y con ganas de llorar. Supongo que a nadie le gusta que le dejen plantado.

Al llegar me doy cuenta de que ya deben de haber bailado los participantes del Torneo de los Tres magos, porque Harry está sentado en una mesa apartada junto con Parvati y Ron, y decido sentarme con ellos.
- Hola... -digo triste, y me siento en la silla que hay libre al lado de Ron-.
- ¿Estás bien? ¿Y Seamus? -me prenguta Ron mirándome a los ojos. Yo niego con la cabeza-.
- No va a venir, supongo que ha cambiado de idea...
Harry y Ron me miran con preocupación y enfado en la mirada, y noto que vuelven las ganas de llorar, así que cierro los ojos y apoyo la cabeza en el hombro de Ron. Desde eso momento no me hacen más preguntas.
Pasa una media hora cuando abro los ojos y pregunto:
- ¿Y Hermione?
- Creo que está bailando con Krum. Mira, por ahí viene.
En ese momento aparece ante nosotros un Hermione muy contenta que se deja caer sobre la silla que antes ocupaba Parvati, que debe de haberse ido en algún momento sin que me diera cuenta.
- Por Merlín, me duelen los pies de tanto bailar. Hey Abie, ¿y Seamus? -niego con la cabeza a modo de respuesta- Pues menudo imbécil, voy a tener que darle la misma lección que le di a Malfoy el curso pasado -al decir esto consigue arrancarme una risa-.
- Relaja esos puños, Granger -digo aun sonriendo-.
- Es verdad, relajante Hermione, que ya me encargaré yo de él cuando estemos a solas en la habitación.
- Eso lo tengo que ver, Potter el Agresivo -digo volviéndome a reír- Venga Herms, vamos a bailar -y seguidamente me pongo en pie de un salto-.
- Oh no, yo llevo toda la noche bailando.
- A mí no me mires, yo no sé bailar -dice Harry al ver que lo miro sonriendo-.
- ¿Weasley? -digo, tendiéndole una mano. Al instante él la coge y se levanta con una sonrisa en el rostro-.
A nuestra espalda, Harry y Hermione cuchichean entre risas.
Ron y yo entramos a la pista de baile, entre la multitud, para pasar desapercibidos. Mientras bailamos hablamos:
- Bueno, Roni, lo prometido es deuda, así que aquí estoy -digo sin poder reprimir una sonrisa que se le contagia al pelirrojo-.
- Sí, pero podrías alargar la deuda un poco más, ¿tres canciones? -yo me río y asiento-.
- Oye, Ron, ¿por qué aun no has dicho quien es la chica misteriosa?
- Sí que lo dije.
- No, no lo dijiste.
- Sí que lo dije, pero no directamente, dije a quién se lo había pedido.
- Pero solo me lo pediste a mí. Espera... ¿yo soy la chica misteriosa?
- Sí, te lo iba a pedir a ti, ya sabes, como amigos, pero veo que no ha hecho falta.
«Como amigos -pienso- ¿Por qué me molesta que diga eso, si es lo que somos?»
Seguimos bailando en silencio, hasta que llegamos a la segunda canción y Ron pregunta:
- ¿Te gustaba Seamus? -que directo-.
- No, para nada, en serio, ni en un millón de años luz -Ron se ríe-.
- Vale, vale, solo era curiosidad.
Y volvemos al silencio, que dura hasta que ya vamos por mitad de la tercera canción. «El tiempo se acaba» pienso.
- Ron, ¿por qué me querías pedir a mí ir al baile? ¿por qué no a Hermione?
- No sé, supongo que porque tu eres más divertida, inteligente, amable, menos mandona y sobre todo más loca.
- Eh, que yo soy mucho más mandona que Herms.
- Pero como eres bajita te ves adorable.
- Yo siempre soy adorable.
- No te lo niego.
Por un momento la mirada se me desvía hacia sus labios, me pongo de puntillas y creo que va a pasar, pero la música se acaba, y aparece Harry.
- Chicos, ya nos vamo... -entonces se da cuenta de lo que estaba apunto de pasar- Eh... Lo siento... Hermione y yo ya nos vamos.
- Sí, ya es tarde -digo antes de separarme de Ron, pasar al lado de Harry con el rubor en las mejillas y reunirme con Hermione-.
A lo lejos escucho a Ron decir:
- Idiota, ¿no te podías esperar veinte segundos más?

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¡Hola! Espero que os haya gustado. Este es el último capítulo que subiré hasta dentro de dos semanas, cuando vuelva de viaje. Así que: ¡Hasta pronto! Os quiero❤

Pero antes, ¿os ha gustado?
También quiero que me digáis que preferís:
• Capítulos más largos (+2000 palabras) pero menos seguido.
• Capítulos más cortos (+1000 palabras) pero más seguido.

Y además, quería deciros que la idea de este capitulo ha sido de ivegotatimeturner ❤ Pasaros por su cuenta, es muy maja y tiene historias muy chulas😇

Att; Dobby