Pelea infantil.

1.1K 99 26
                                    

Pero es que habían millones de razones por las que a él no le agradaba Sasuke Uchiha, podía recordar incluso el día en que lo conoció y lo equivocado que estaba en los días previos cuando se imaginó que tratar con él, sería un desastre...no, fue mucho peor. Estaba seguro que el chico tenía una "sed de venganza" inmensa, la venganza porque tomara a su hermano y comenzara a salir con él.

Niñería o no, su disputa estaba presente desde hacía ya siete años y las bromas y los mal entendidos entre ellos no hacían más que acrecentarse, y sin embargo el tiempo en el que convivían bajo supervisión incluso hasta podía ser agradable, no iba a negarlo; Sasuke era un buen compañero de fiesta. Ya habían asistido todos juntos en busca de aventura y aquello siempre era alocado y agradable, Sasuke era ese tipo de persona a la que no quieres a solas pero sí en tu grupo de amigos –porque también son útiles si se enfrascan a una pelea a muerte.- En conclusión, no es que le desagradara; es que odiaba al chico y en momentos como ese y solo como ese, amaba no vivir en su misma aldea.

Tras su última misión y habiendo estado fuera más de seis meses en servicio, el Tsuchikage había resuelto que podía tomarse algunos días y con un permiso especial se le permitió visitar Konoha en un "viaje de placer" y ahí estaba él, en la primera noche tras su llegada cenando en el famoso Ichiraku con la mirada de toda la concurrencia pegada a la espalda, joder, ya lo habían visto otras tantas veces y ahora les sorprendía. -oh, es que no traes el chaleco táctico, ni vas vestido de rojo.- se dijo a sí mismo mientras volvía su atención al humeante tazón de ramen, suspiró mientras removía un poco los fideos para integrarlo un poco con el huevo cocido, -más que nada porque a él así le gusta.- y se comió el primer bocado, grande y abundante, con los ojos cerrados porque sabía que estaba buenísimo y así le sabría mejor, "Es duro alimentarse tanto tiempo de lo que se come en los campamentos sin alguien que sepa realmente cocinar" eso todos los shinobi lo sabían.

—Te dije que sí era buena idea venir.—Itachi a su lado estaba terminando su primer tazón y enseguida pidió otro aún mientras lo miraba, dedicándole una muy suave sonrisa. Estaba vestido con el uniforme de la policia militar y el hitai ate de la hoja reluciente sobre su frente.

—supongo que sí.—Respondió sin querer darle la razón pero tampoco teniendo ganas de desestimarlo en público, las majaderías le gustaba guardarlas para otras ocasiones más productivas. Después de todo, las mejores reacciones de Itachi se dejaban ver cuando poca gente miraba la escena. Tomó otro bocado un poco más animado y justo cuando comenzaba a sonreír la voz de Sasuke le preparó para lo peor.

—Itachi.—llamó simplemente a su hermano y el rubio enseguida se tensó, apretando con fuerza los palillos en sus manos solo por tenerlo así de cerca. Itachi solo le sonrió y ofreció un lugar a su ludo a su "hermanito", Deidara prefirió siquiera hablar hasta que fuera el "niño Uchiha" quien lo hiciese primero.

—Bienvenido a Konoha.—Dijo finalmente y segundos después se volvió para ordenar un plato de ramen también, sin siquiera darle la oportunidad de responderle; eran ese tipo de cosas las que odiaba de ese estúpido.

Permanecieron en silencio entonces mientras comían, sin intercambiar más palabras que aquellas al principio y pese a ser incómodo, al menos fue tranquilo, nadie se había insultado y nadie quería matar a nadie –literal y no literalmente- por lo que Itachi al menos se sentía un poco más relajado que al principio. De alguna manera le inquietaba que Deidara y Sasuke no se llevasen bien del todo, ya los había visto en una que otra reunión tolerarse pero en el fondo sabía que tras esa pelea cuando eran más jóvenes ninguno había superado esa rivalidad. Que si Sasuke le había metido en un genjutsu, que si Deidara había tratado de matarlo genuinamente e incluso había usado explosiones capaces de borrarlo completamente del mapa, también era verdad pero de aquello ya hacían años. Todos eran chiquillos e iban en otro bando, ahora todos fluían en la misma dirección.

Pelea infantil (ItaDei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora