Superando Un Amor Imposible (EDITANDO)

Verdades

—Mire, sé que es imposible que usted alguna vez me vea de otra forma más que como su alumna por lo que yo no aspiro a una relación con usted pues he aprendido a tener los pies sobre la tierra, a no querer alcanzar las estrellas, pero tampoco deseo seguir así, con esta indiferencia, con esta lejanía. Me gustaría ser —dude un poco, pues no era cierto lo que quería pero era lo más correcto—... Amigos.

Me miró fijamente, el mundo se detuvo por unos segundos, estaba ansiosa por lo que diría y baje la mirada resignada a que nada volvería a ser como antes.

—¿Eso es lo que en verdad quieres Rubí? —cuestionó.

—Creo que es lo más realista —dije mientras me miraba las manos y las agarraba entre sí para evitar que temblaran.

Él me tomó el rostro y levantó mi barbilla haciendo que lo volteara a mirar.

—Si eso te hace feliz, por mi está bien —respondió con una sonrisa en su rostro, pero está sonrisa se sentía real.

Por fin volvia a ser feliz, esa tarde seguimos platicando pero tranquilos, hacíamos bromas y sonreímos.

Me llevo hasta mi casa. Esa noche pude dormir tranquila, sin lágrimas en mi rostro, sin preocupaciones sin dolor.

Al día siguiente se lo conté todo a Rose quien sólo me observaba atenta y sonreía.

—¡Al fin arreglaron todo! —exclamó entusiasmada —. Lo que lamento es que no hayan terminado como novios.

—¡Rose! —dije sin evitar sonreír.

—Rubí, soy tu mejor amiga, te conozco mejor que nadie, incluso que tus propios padres y ese cuento de ser amigos no te lo cree ni tu gato —Volteo a ver a mi gato que maullaba desesperado y este le lanzó un bufido, lo que sólo hizo que estallaramos en carcajadas.

—Es lo mejor Rose —respondí cuando logré calmarme de reír tanto—. Él y yo no podemos ser más que eso.

—Una cosa es lo menos arriesgado y otra cosa muy diferente es lo mejor —afirmó seria.

A veces me desesperaba su lado racional de Rose, sé que tenía razón pero aún así no me gustaba "la voz de mi conciencia".

—Digo que es lo mejor porque así nadie se mete en problemas, ni él en el trabajo ni yo aquí en casa.

—En primer lugar ustedes dos se aman, no pueden ser sólo amigos y en segundo lugar el amor se trata de arriesgar, de apostar.

—No sé si él me ama —dije contristada.

—Te ama Rubí, eso no lo puedes negar —insistio Rose.

—¿Cómo puedes estar tan segura? —cuestione

—Por donde empezar —Abrazó un oso que tenía en mi cama—, primero no te hubiese besado si no te amara.

—Él no me besó, yo fui la que lo hizo —interrumpi

—Pero él no se alejó ni molestó, y deja de interrumpir —Me amenazó con aventarme el oso, a veces Rose era muy infantil así que la deje continúar—. Además cuando tú lo evitabas y hacías sufrir él se veía triste, decaído, amargado.

«Sí, pero porque su nombre estaba en entredicho» Pensé y que decirle pero sabía que no era buena idea volver a interrumpir.

—Y no porque le angustiara su reputación —Esta mujer a veces me da miedo, lee mis pensamientos—. Sino porque le importas tú, además de como te mira, te presta atención, sus celos. Sí eso no es amor, ¿qué lo es?.

—¿Y por que no me lo confesó mientras hablábamos?

—Porque tú le saliste con la brillante idea de ser amigos —contestó sarcástica.

—¿Qué querías que hiciera?

—Que fueras valiente y le expresaras lo que en verdad quieres —insinuo como si fuera lo más fácil.

—¡Niñas, bajen a cenar! —gritó mi madre.

—Como si fuera fácil —Miré a Rose—. Y cuando mis padres se enteren lo encarcelan, y a mí me meten a un internado.

—Podrían mantenerlo en secreto, hasta que fueras mayor de edad.

—Creo que lees muchos libros de romance, eso nunca acaba bien en la vida real.

—Suerte con aquello de fingir ser sólo amigos —dijo saliendo del cuarto pero haciendo comillas con sus manos en la palabra amigos.

Bajamos a cenar, pero yo no podía dejar de pensar en lo que Rose me dijo. ¿Y si tenía razón?.

¿Ustedes que creen? ¿Se equivocó Rubí al sugerir una amistad?¿Tiene razón Rose al decir que Alex también está enamorado?