Verano de Amigos

11. El amor duele

   Querido diario, hoy comprendí que el dolor y el amor van muy compaginados

   Era ya por la mañana siguiente de cuando aconseje a Seira. Como cualquier otro día me desperté, por desgracia, muy temprano, con ganas de dormir mas tiempo pero como ya me desperté no conseguiría dormirme ni de broma. Me dirigí a la nevera, cogí un hielo me lo puse en un vaso de agua (ya que no me gusta prácticamente ningún otro tipo de bebida) y me dirigí al salón para mirar la tele o algo mientras mis compañeros de casa y amigos se despertaban. Al acercarme al salón vi una luz con lo que pensé que alguien también se había despertado. Para mi sorpresa no era la luz del salón sino la radiante luz del sol entrando por la gran puerta corredera acristalada que daba al patio interior. Nunca había sentido... ni tan siquiera pensado que los rayos de sol me harían sentir tan vivo y alegre. Salí y me tumbé en el césped para pensar en mis cosas. Que pasaría con Paula ahora... que tal le iría a Seira... esperaba que le fuera por lo menos mejor que a mi. "Paula ya estaba con Ferto -pensé- así que no tenia nada que hacer, ¿debería dejar de pensar en ella...? No es momento de pensar en eso." Me levanté buscando que hacer para mantener mi mente ocupada. Mi vista se cruzó con el único, grande y robusto roble de ese patio llenándome de nostalgia. La de veces que intente subir pero me caí, y la de veces que si lo conseguí chuleandome de los otros porque no lo conseguían a excepción de Alex y yo. Quería recordar lo que se sentía cuando escalaba ese árbol de niño así que decidido lo intente. Tenia mas miedo de si se rompía alguna rama que no de si no lo conseguía ya que con el tiempo crecí así que tengo mas posibilidades. No me costó mucho y con cuidado me senté en un de las ramas mas seguras que encontré. Era como volver a ser niño otra vez. Desde ahí veía un plano mucho mas amplio del patio entero y de el lado con el conectaba con la casa. En ese lado se podían ver algunas ventanas como la de la cocina, el salón, la habitación de Paula... LA HABITACIÓN DE PAULA!!! No recordaba que desde allí se pudiera ver. Parecía que no había puesto la cortina antes de irse a dormir aunque el árbol estaba bastante lejos así que tampoco se podía ver bien nada del interior. Por curiosidad quise acercarme a investigar la habitación. Bajé de la rama de un salto y me dirigí hacía dicha ventana agachado. Cerca de ella asomé la cabeza un poco a ver que encontraba. Logré ver fácilmente un póster que le gustaba mucho de Juego de Monos en la pared, el móvil en la mesilla de noche y poco mas. Estuve buscando a Paula para ver si aun dormía. Me costo un poco pero la vi. Estaba con un pijama con un conejito en la camisa y durmiendo en posición fetal. Su cara era tan bonita como siempre, sus bonitos labios, sus a veces sonrojadas mejillas, su ojos... ¿rojos? ¿Tenia los ojos rojos? Pero estaba durmiendo así que debió ser antes de ir a dormir. ¿Que le podía haber pasado? Pero si siempre se la ve feliz con... Ferto... ¿¡Que le habrá hecho ese h*** de p***!? Él no se merece a Paula. Ella es demasiado buena como para que la hagan llorar. Ya se enterará. Cuando menos se lo espere...

- ¿Que haces? -dijo Paula a través de la ventana.

"¡Que!". Me caí al suelo de la sorpresa. Mientras oí como Paula salia de su habitación y se dirigía hacia mi por el salón me intenté levantar. "¡Ah!¡Mierda!" Me había hecho daño en el tobillo y no me podía levantar así que me senté.

- ¿Estas bien? -me dijo arrodillándose para mirar mi tobillo.

- Me gustaría decir que si pero...

- ¿Puedes levantarme? -dijo preocupada

- Ya me gustaría a mi. -le mire a los ojos y lo recordé- Paula... ¿Porque tienes los ojos rojos?

- Aaa... Eso... -giró su cabeza queriendo esconder su cara. Su preocupacion se cambió por tristeza y mientras le caía una lagrima dijo...- ¿Te gusta mas Seira que yo verdad?

"¿¡QUE!?"