Shippeando Nalu.

✔24 - ¿Alguien ha visto a Natsu?

N/A: Dejenme comentarles que este capítulo es un poquitin serio, pero es bastante... no sé, espero que les guste.

—¿Q-Qué?— El rostro de Lucy en ese momento se había colorado al rojo vivo. Su ceño antes fruncido simplemente se deshizo y sus boca estaba entre cerrada. Parecía como si el calor de su cara se escapara en humo por cada uno de los diminutos poros de su piel.

Natsu estaba piedra... ¿Qué coño acababa de hacer? Había declarado inconscientemente sus sentimientos a la rubia, pero no sólo eso, si no que lo había gritado por todo el gremio, y no lo había gritado de una forma dulce, si no de una manera áspera y odiosa, parecía como si esos sentimientos le pesaran bastante.

—Y-Yo...— Natsu se agitó y volvió a toser, pero esta vez no había nada de sangre ni sensaciones relacionadas con su pecho oprimido por las raíces, eran simples flores las que salían de su garganta.

—N-Natsu...— Lucy le miró intranquila y trató de calmarlo con un abrazo, pero él se quitó inmediatamente.

—Lo siento pero... no quiero... no quiero seguir sintiendo esto... es tu culpa...

El corazón de Lucy se estrujó al escuchar esas palabras provenientes de Natsu.

Mirajane y el resto entraron al gremio corriendo y notaron como todos estaban en blanco y sin reaccionar. Sus pálidos rostros solo dejaban notar que de verdad no se veían venir esa repentina declaración.

—Yo... m-me voy...— Masculló Dragneel corriendo a las afueras del gremio, Lucy no reaccionaba, estaba inmóvil. Quería correr tras él pero simplemente no podía pararse, algo la detenía y eran sus temblorosas acciones.

—¡E-Espera, Flamitas!— Gritó Gray, mientras salía corriendo detrás de él.

Todos estaban piedra como antes mencionado, a excepción de los que conocemos como Fairy Shipping.

—Dime que funcionó...— Dijo Mirajane con un tono de voz inexpresivo.

—N-No puedo asegurar nada...— Le contestó Levy, pero su normalidad había cambiado por unos gestos de angustia por la escena presenciada.

—Chicos...— Happy susurró —¿Creen que esto los confirme?...

—¡No hay de qué preocuparse!— Sonrió Cana —Creo.

El gremio murmuraba entre sí, obviamente los primeros en opinar eran Macao y Wakaba que estaban celosos por las aventuras de la juventud y el amor , luego estaba Kinana, que estaba aún lado de Lisanna, tratando de intercambiar ideas con ella sobre lo que acababa de ocurrir, pero Lisanna también sentía el mísmo temor que los principales miembros del equipo Fairy Shipping.

—Lucy...— Rogue que aún seguía cerca miró a la maga celestial de reojo.

—Iré a tomar aire— Dijo finalmente la rubia, levantándose de su asiento y dirigiéndose hasta la entrada del gremio.

Salió de él y pudo divisar el azul cielo que parecía brillar más que nunca ese día.

Su cara se volvió a sonrojar y bastante, el sudor recorría todo su cuerpo e incluso unas cuantas lágrimas se escurrían de sus ojos.

—¡¿Q-Qué demonios fue todo eso?!— Susurró a modo de que nadie más que ella pudiese escucharse, tenía vergüenza y a la vez, estaba aterrada aún sin saber por qué.

Volteó su mirada al frente y notó que cierto gremio de magos venía llegando a la entrada de Fairy Tail.

—C-Crime Sorcière...— Mencionó involuntariamente.