Capítulo 12. Qué poco sentido del humor.

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Cogí a Riker de la mano y nos fuimos corriendo a un cuarto donde pudiéramos ver, pero no ser vistos. Cerré la puerta y vi que estábamos casi a oscuras. De hecho, de no ser por esa ventana que nos lo permitía ver todo, estaríamos en unos de esos conocidos «cuartos oscuros». Riker me iba a decir algo, pero le puse mi dedo índice en los labios indicándole que se callara. Él, naturalmente, comprendió el por qué le mandé callar.

Riker y yo nos acercamos a la ventana de aquel cuarto y pudimos observar la escena: se estaban presentando. Ryland los presentaba mientras ellos sonreían y levantaban la mano para saludar. Luego, cuando, finalmente, Ryland se calló, la rubia habló con una voz un poco aguda.

—Hola, yo soy Avalon, Avalon Smith. Tengo veinte años y son de Los Ángeles, California.

—¿Y por qué te mudaste aquí? —le preguntó Rydel con tono despectivo.

—Porque la vida en Los Ángeles es muy cara y mis padres ya no tenían los suficientes fondos para pagarla.

—Vale. Cuéntame cómo es que te dejaste llevar por Ryland tan rápidamente —le volvió a cuestionar Rydel con, todavía, un tono despectivo notable en su voz.

—Porque me parecía simpático y amable —respondió ella con una amplia sonrisa—.

—¿Por qué te juntas con él si tienes cuatro años más que él?

—Ya te lo he dicho: porque es amable y simpático.

—¿Eres rubia falsa?

—No. ¿A qué vienen esas preguntas?

—¿Llevas lentillas para los ojos de otro color?

—Tampoco. ¿Te importa responder a mi pregunta?

—Sí, sí me importa. Este es mi territorio: yo vivo en esta casa y yo me he criado aquí —dijo marcando las palabras «mi» y ,«yo»—. Yo mando aquí, tú no.

—Mira, a mí no me hables así.

—¡Uy! Tengo unmiedo a que te pongas borde conmigo...

—Te callas o te callo yo.

—Oye, a mí no me digas eso —dijo Rydel, haciéndose la ofendida, causando risas entre Riker y yo—. Yo no quiero problemas con nadie y menos con la novia de mi hermano pequeño.

—Rydel, ella no es mi novia —intervino Ryland—... Ella sólo es...

—¡Me da completamente igual! —le gritó Rydel.

—A él no le hablas así, niñata.

—¿Perdona? ¿Qué me acabas de decir?

—Ryland –dijo Avalon de una manera que sonó bastante falsa— tu hermana es una borde de mierda.

—¿¡Qué!? —estalló en un chillido Rydel mientras yo notaba en su mirada asco y odio.

—¡Cállate, Rydel! Avalon tiene razón. Te has puesto muy borde con ella.

—¡Oh! Ahora mi hermano de cuatro años menos que yo me va a decir qué debo y qué no debo hacer.

—¡Pues sí!

—¡Ryland, calla ya! ¿No te das cuenta que estás empeorando la situación? ¿No te sabes callar acaso, o qué? Ya le estás pidiendo perdón a Rydel —intervino Rocky enfadado, mientras Ross observaba la escena perplejo.

—No me cae bien la chica esta —le dije a Riker al ver cómo cambió a Ryland, haciéndole responderla de esa manera a Rydel y no pedirla perdón.

Lo que más me impactó fue ver cómo Ryland los miraba a todos con cara de asco y odio y ver cómo se iba alejando de la sala cogido de la mano de esa tal Avalon. A cada momento que pasaba me caía peor. En ese momento Riker me respondió al comentario que hice.

Freaking life (Ross Lynch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora