¡¿ES EN SERIO?!

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-¿Crees qué estén bien?- preguntaba el ruso menor mientras iban caminando.

-Seguro que así será, gatito

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Mientras tanto, en el departamento estaba un kazajo esperando una respuesta.

-¿Hablas de mar-marcarme?- preguntó nervioso el azcabeche.

-No, eso es algo apresurado, pero... creo que los dos ya nos dimos cuenta que somos destinados- dijo el moreno y el nipón solo se limito a asentir- Quiero conocerte y que me conozcas, quería esperar más tiempo para pedirte esto pero no puedo evitar sentir celos y miedo sobre lo que pueda hacer Leroy, por eso quiero que me permitas ser tu pareja y protegerte.

El pelinegro no cabía en sí ante tal declaración, inmediatamente se sonrojó como nunca en su vida, más no podía pronunciar palabra.

-Entonces, ¿quierer ser mi omega o no?

El japones no dijo nada, solo se acercó a él, se puso de puntitas y atinó a darle al kazajo un tierno y casto beso en los labios, lágrimas caían de sus ojos ante la emoción.

Antes de poderse alejar, el kazajo rápidamente lo tomó de la cintura y le dio un beso un poco más dominante, al cual el omega correspondió sin objeción alguna. Pero se separaron ante el grito del rubio.

-¡¿ES EN SERIO?!

El pelinegro sólo escondió su rostro en el pecho del que ahora era su alfa.

-Yo digo que ya se habían tardado- dijo el mayor

El moreno simplemente abrazaba a su ahora pareja y sonreía al tener alguien tan preciado como su omega, porque sí, él ya lo consideraba lo más preciado en su vida.

Eres mi omega, ¿o no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora