Reason II

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Narra Nagisa.

Tap, tap, tap, no se escuchaba nada más que éso en mi habitación, la rapidez con la que escribía con mi teclado no son más que años de práctica, ser profesor no es fácil, nada fácil.

Ya cansado, retiré mis lentes de mi nariz y me dediqué a masajear esta.

Necesitaba azúcar, algunos postres vinieron a mi mente como un fuerte huracán: pastel de frutas, cheesecake de fresa, pastel de manzana y obviamente mis favoritos; ópera cake y pudín, estoy bajo de azúcar.

Desvíe mi mirada a la izquierda, viendo mi mano, enfocandome en la joya que adornaba mi dedo anular, me fue imposible no sonreír y sonrojarme.

-Oye~ Nagisa~ -me exalte, no soy una chica, que vergüenza mirar el anillo asi-.

Volteé a ver la puerta, Karma traía consigo una caja típica de postres, la alzó mostrandola con una sonrisa burlona.

-Podría apostar todo mi dinero a que estas bajo de azúcar, ¿no? -que bien me conoces, amor-.

Como ahora...

[ ••• ]

-Esto dió justo en el clavo -estaba saboreando un delicioso pastel de fresas-.

-¿Hm? Eso es porque eres fácil de leer -con su mano limpió un poco de crema de la comisura de mis labios, llevándoselo a la boca, haciéndome enrojecer- Tu favorito número uno es el pastel de fresas, y te gusta el pudín de natilla simple, siendote difícil dejar de lafo el ópera cake.

¡¿Cómo es posible que se acuerde de eso?! Mi cara debe ser un poema para él.

-Lo tienes escrito por toda la cara -¿no digo?-.

-Eres el único que es capaz de decir eso, Karma-kun.

-Puede que estes en lo cierto respecro a eso -rio como siemore, haciéndome sentir más avergonzado-.

¿Podría esto... Ser llamado "ser amado"?

Suspiro y limpié mi boca con una servilleta, la arrugue y miré el tacho de basura, a probar mi puntería.

Lanze el papel, rebotó con la pared, cayendo al suelo.

-Fallé, huh... -me alze de hombros y tomé de mi bebida, sin percatarme que el pelirrojo me habia estado observando a todo momento-.

-No "fallé huh" -dijo con un tono de voz aterradora, haciendo que se me pusiera la piel de gallina-.

Rápidamente me puse de pie, al igual que él.

-¡Te dije que lo recogieras justo cuando cayera! -me acerqué al tacho, recogiendo el papel y dejándolo ahora si adentro- ¡No te dejaré decir que lo olvidaste que si no hubiera estado aquí hace tan solo tres días, nunca más hubiers algún cuarto donde poder pisar el suelo!

-Lo ¡Lo siento! -tenía razón, habia una montaña de basura por toda la habitación cuando él vino-.

Me puse de pie y al darme la vuelta, él se estaba yendo para la sala.

-Bueno de todas formas.

-¿Dijiste algo?

-No -enserio se molestó-.

Sugar «Karmagisa»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora