¿Qué pasaría si metemos una demonio revoltosa, un ángel amargado, una sirena responsable y una unicornio fría e intelectual dentro de la misma casa?, es una pregunta muy extraña, pero la respuesta siempre va a ser la misma; problemas.
Cuatro chicas...
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Hace dos semanas.
-Oye ¿Qué crees que estás haciendo?- dije mientras Star ponía un vaso de agua en la mesita cercana a mi sofá.
-Solo pongo mi agua a un lado- sí claro, amo demasiado ese sofá para que lo manches.
-Ten cuidado de que no se te vaya a regar el agua en mi preciado sofá- es de mi color favorito por eso lo adoro tanto- además usa porta vasos- modales.
-Aja sí, como si fuera a manchar tu preciado Sofá, además Cerbero ya se me adelantó- después apunto hacia un lado del sofá en donde se podía notar que había una mancha amarillenta que resaltaba con el color oscuro.
-¡CERBERO!¡PERRO MALO!- grité para que me pudiera oír desde cual sea el lugar en donde estuviera escondiéndose de mí.
-Oye, ¿Te puedo preguntar algo?- ya preguntaste algo querida.
-Claro- mientras no sea algo de lo que no quiera hablar.
-¿En el departamento se permiten mascotas?- mientras preguntaba me senté con ella en el sofá.
-Claro que si, ¿Por qué preguntas?- que quede claro que Cerbero no está escondido aquí como inmigrante ilegal.
-Tal vez porque en la mayoría de los departamentos no se permiten mascotas y tú vives muy feliz como si nada con Cerbero- ajá claro.
-En primer lugar, yo no soy feliz viviendo con esa alimaña con patas- siempre gruñe y fastidia, aunque la verdad el no ladra mucho- en segundo lugar este lugar tiene permitido tener mascotas o niños, aunque eso lo hace ya bastante caro, sin incluir lo ya costosa que sería por su cuenta- le respondí.
-Espera un momento, ¿si no te cae bien porque lo tienes viviendo aquí? Y ¿Cómo lograste obtener este lugar?, ¿Es un apartamento o una mansión?- Star hace demasiadas preguntas.
-La verdad no sé porque tengo a Cerbero viviendo aquí conmigo, un día simplemente lo traje y no lo quise dejar...- no me gusta decirlo mucho pero ya me encariñe con él- lo otro, pues... Yo gane mucho dinero haciendo algunas misiones, solo eso te puedo decir- lo demás es secreto.
-¿Y qué es eso que no me puedes decir?- después de hacer su pregunta agarro su vaso de agua y bebió un poco para después dejarlo en su lugar.
-No vayas a tirar tu agua en mi sofá- dije mirándola seriamente.
-No lo haré- dijo mirándome con una cara de "Ya te lo dije" y después se quedó pensando un poco- no me cambies el tema y contéstame- rayos, se dió cuenta de que le cambié el tema a propósito.
Dejé escapar una pequeña risa y puse una cara de "me atrapaste" para después recostar mi cabeza en el sofá, en eso para mí salvación llega corriendo Cerbero dentro de la habitación, lleva algo en la boca, se sentó en mi pierna intentando llamar mi atención, al notarlo me incliné un poco en el sofá para poder agarrar lo que traía en la boca, al parecer traía un sobre con una carta adentro, al lado de mí Star veía aquél objeto con intriga, abrí el sobre y saqué la carta para comenzar a leerla sin que Star pudiera notar lo que había dentro.
